Enlaces accesibilidad

El embajador polaco en España: "La tragedia ha fortalecido las relaciones con Rusia"

  • El Gobierno ruso ha declarado un día de luto nacional por el accidente
  • La televisión pública rusa ha emitido la película Katyn en 'prime time'
  • El embajador asegura que "el orden constitucional" está garantizado

Por

"Esperemos que de estas cenizas salga algo bueno", afirma el embajador de Polonia en España, Ryszard Schenpf, emocionado y confuso tras el trágico accidente aéreo que ha acabado con la vida de buena parte de la élite política del país. Y la primera lectura positiva es que el siniestro ha servido para estrechar las relaciones con Rusia. 

"Quiero resaltar la excelente cooperación que está demostrando el Gobierno ruso en este asunto", subraya Schenpf.

Los símbolos en política exterior son casi tan importantes -o incluso más, que las propias palabras. Por ello, Polonia celebra los gestos positivos que Moscú ha realizado en los últimos días.

El presidente ruso, Dimitri Medvedev, ha decretado un Día de Luto Nacional y la televisión estatal rusa emitió en 'prime time' el pasado domingo, tan sólo un día después del accidente, la película Katyn, del director Andrzej Wajda, sobre la matanza de oficiales polacos en 1940 por la policía estalinista. Una cinta que había sido vetada en el canal de la televisión federal.

"Los polacos sabrán cómo leer estos gestos positivos", indica el embajador. Pero, ¿qué significado tiene Katyn para un polaco?

"Simboliza la independencia y la democracia. Es el poder decir la verdad sobre nuestro pasado", afirma con contundencia. "Hace unos días el primer ministro, Donald Tusk, lo definió muy bien: la historia de Katyn es el hecho fundador de la independencia polaca".

"Conocía a la mitad de los que iban en el avión"

En los últimos días el embajador polaco ha tenido que repetir una y otra vez que el "orden constitucional está garantizado en Polonia" y que la maquinaria del Estado ya se ha puesto a funcionar tras el accidente en el que, además del presidente Lech Kaczynski, también falleció la cúpula civil y militar polaca. Sin embargo, echa de menos que alguien se interese por la tragedia personal que están viviendo los polacos.

"En Polonia, nos es difícil pasar de lo emotivo a lo pragmático de forma tan rápida. No estamos preparados emocionalmente para volver a la política", explica Schenep que, aún así, asegura que los sustitutos han tomado el relevo de sus predecesores y que, los que no lo han hecho, lo harán en un futuro próximo.

Y como, según el embajador, los polacos se destacan por ser "muy individualistas", él también tiene su pequeña historia que contar, su propia "tragedia personal".

"Yo conocía a la mitad del avión. Pasado mañana, había quedado para comer con el presidente del Banco Central polaco que venía a Madrid para asistir al Ecofin. Todavía tengo reservada la mesa en un restaurante, aunque él ya no vendrá", recuerda.

A 2.000 kilómetros de su Varsovia natal, Schenepf se siente un poco más solo en estos momentos tan difíciles que atraviesa su pueblo.

"En el último viaje que he hecho fui acompañado del presidente, del jefe de la Casa presidencia, del ministro de la Presidencia y del ministro de Asuntos Exteriores. De nosotros cuatro ahora sólo quedo yo y me despierto pensando que todo ha sido un mal sueño", relata.

"Era el presidente de todos"

Y esa sensación de shock, de irrealidad es, también, la que están experimentando los polacos en estos momentos en los que, además, han sabido dar una lección de unidad.

"Si hay dos polacos, tenemos tres opiniones", señala el embajador recordando un dicho popular. "Pero el pueblo polaco ha sabido unirse ante el dolor dejando atrás sus diferencias". De hecho, es esa unión y ese patriotismo los que le han ayudado a sobrevivir a los reveses de la historia.

Cientos de miles de polacos han salido a la calle estos días para arropar a sus instituciones y cerrar filas en torno a los suyos.

"El presidente Kacinsky era el presidente de todos", sentencia Schenpf. Y esa es mensaje es el que nos llega viendo las imágenes de una Varsovia atestada de gente portando velas, banderas y flores en los alrededores del palacio presidencial.