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"No hay trabajo, los sueldos son bajos y es muy difícil mandar dinero a casa"

  • Las remesas llevan cinco trimestres consecutivos en números rojos
  • A la vez crece el pago de remesas que llegan desde el extranjero
  • La crisis afecta más a los inmigrantes con una tasa de paro del 27,5%

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Ana, de 27 años, vive con su marido y sus dos hijos -de 8 y 9 años- en Talavera de la Reina. Son inmigrantes y llevan en España cinco años.

Consigue enviar a su madre, en Cochabamba, Bolivia, cada dos o tres meses entre 50 y 80 euros.

Asegura que la crisis está afectando más a los inmigrantes, "hay mucho menos trabajo ,los sueldos son cada vez más bajos y es difícil mandar dinero a casa", se lamenta.

Los datos apoyan su tesis. La tasa de paro entre los españoles es del 16,1%, entre los extranjeros llega al 27,5%, según la EPA del tercer trimestre de 2009.

Además por tercer mes consecutivo ha caído el número medio de afiliados extranjeros a la Seguridad Social, que se ha reducido en 16.297 personas en octubre con respecto a septiembre, hasta 1.892.298 cotizantes.

Las remesas llevan cinco trimestres consecutivos en números rojos.

La entrada de dinero ha caído sobre todo en Ecuador, República Dominicana y Rumania,  según un informe elaborado por la Asociación remesas.org.

"Ya no puedo enviar nada"

Con más paro y menos nivel adquisitivo, los inmigrantes ya no pueden seguir mandando parte de su sueldo a sus familias en sus países de origen.

En algunos casos se llega a dar incluso el fEnÓmeno contrario: necesitan pedir ayuda para poder capear la crisis.

Es el caso de Florin, inmigrante rumano, que ha enviado entre 300 y 400 euros cada cuatro meses a su familia en Rumanía. Eso en las mejores épocas, porque ahora "hace un año que ya no puedo enviar nada", comenta.

Tras siete años en España, su mujer y sus dos hijos -menores de dos años- se han tenido que volver a Oltenita, a 50 km de Bucarest, porque Florin ya no encuentra trabajo estable en el sector de la construcción.

Se ha mudado a un piso compartido, subsiste con trabajos sueltos y ahora es su familia quien le envía dinero a él para que pueda mantenerse en España. Su madre, su esposa y su hermano han conseguido enviarle con un amigo 750 euros.

"Lo mínimo para poder vivir aquí de momento, pagar el alquiler y arreglar los certificados de nacimiento de mis hijos", explica.

Quién ayuda a quién

No es posible saber cuáles son los países están haciendo un esfuerzo mayor por ayudar a seguir luchando a los suyos en España, pero las Casas de Cambio de dinero y las oficinas de Correos han empezado a detectar que cada vez sale menos dinero y en algunos casos se llega a dar el fenómeno contrario: los inmigrantes necesitan pedir dinero a sus familias para poder subsistir en España.

El cierre de locutorios y la capacidad de liquidez han ayudado a que más clientes de remesa inversa lleguen a las oficinas de Correos. En el mes de octubre de 2009 de las 180.000 operaciones realizadas, alrededor de 48.000 corresponden a dinero que ha llegado desde el exterior a España, según la Subdirección de Red de Oficinas de Correos.

La salida de remesas en el acumulado del año en la red de oficinas postales han caído un 7,5%, en un contexto de caída general del 10 %, en contraposición las entradas de remesas que ha aumentado en un 11,6%.

Los flujos de dinero están cambiando

"Es difícil que el dinero que enviaron vuelva, son casos aislados, pero sí hemos notado que hay que inmigrantes que se han ido a trabajar a otros países como Suiza, y siguen enviando el dinero a las cuentas bancarias que mantienen abiertas en España", explica el director de la Asociación Nacional de Envío de Dinero (ANAED), Gonzalo Valiente.

A través de las oficinas de Correos de España, la mayor parte del dinero llega desde Italia (12,48%), Francia (11,86%), Rumania (8,02%) y EE.UU (6,33%). Coincide con algunos de los países a los que los inmigrantes también envían dinero desde España. Es el caso de Rumania (17,6%), Marruecos (12,5%) y Argentina (9,9%).

Es difícil dar explicación a este flujo de dinero, algunos casos entre países del primer mundo, que puede deberse a ayudas para jóvenes o estudiantes y a la solidaridad entre los inmigrantes que tienen familia repartida por Europa o que han salido de España en busca de trabajo en países con menos paro como Francia o Italia.

Para el director de esta asociación, Íñigo Moré, la caída de las remesas está agravando aún más las economías de origen de los inmigrantes y los casos de lo que llaman flujo inverso de remesas "son bastante anecdóticos, estamos hablando de países con economías ya de por si muy pobres".

Manuel Romera, director Financiero de IE Bussiness School, también cree que esta tendencia no es significativa, "aunque las remesas desde el exterior hayan aumentado, no es representativo respecto al dinero que sale, que sigue siendo mucho mayor".

Un 2010 difícil

El volumen de remesas podría aumentar un 5% en 2010 frente a la caída "prevista" en 2009 del 11% a nivel  mundial y, en el caso concreto de España, del 20% debido a la mayor caída del empleo en este país, según las estimaciones del  Instituto de Diálogo Interamericano.

El presidente del programa Remesas y Desarrollo del Instituto de  Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, admite que en 2010 "la capacidad de envío no va a ser suficiente" aunque se mantendrá "sostenida".

"El año 2010 va a ser difícil, especialmente para los inmigrantes", afirmó, algo que les obligará a  "reorganizar" sus gastos.