Enlaces accesibilidad

Los ministros de Finanzas del G-20 se reúnen en Escocia para consolidar la recuperación

  • Los ministros de Finanzas tratan el mantenimiento de las medidas de estímulo
  • Algunos países, como Brasil, creen que deben empezar a retirarlas
  • También se abordarán la financiación contra el cambio climático y los bonus 

Por

El G-20 inicia este viernes una reunión de dos días en la que tratará de consolidar la aún inestable recuperación económica, por lo que el principal asunto de debate será el mantenimiento de las medidas de estímulo pactadas en la cumbre de Pittsburgh de septiembre.

Reunidos en un lujoso hotel de la localidad escocesa de St. Andrews -célebre por albergar el campo de golf más antiguo del mundo, frente al Mar del Norte-, los ministros de Finanzas del G-20, que agrupa a los países ricos y a los emergentes, también abordarán otros asuntos, como la financiación de las medidas contra el cambio climático o la regulación de los bonus que cobran los directivos bancarios.

Así lo ha destacado el anfitrión, el ministro británico Alistair Darling, quien ha subrayado antes de la reunión la necesidad de "actuar para atajar los problemas urgentes del cambio climático y asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo".

Mantener o no los planes de estímulo

Sin embargo, el principal objetivo de la reunión será conseguir el mayor consenso posible para mantener el compromiso adquirido en la cumbre de Pittsburgh de que ningún país retirará los estímulos fiscales antes del afianzamiento de la recuperación.

Sin embargo, algunos países empiezan a reclamar que se reduzca el enorme déficit acumulado con los planes de ayuda a la economía y las instituciones financieras. Así, el ministro de Brasil, Guido Mantega, declaraba este jueves que "en los países avanzados hay que mantener los estímulos porque el crecimiento aún no se consolidó", pero que en países como Brasil "ya se consolidó y podemos empezar a disminuir los estímulos fiscales".

Hay más confianza, pero todavía no estamos fuera de peligro

"Hay mucha más confianza que hace seis meses, pero todavía no estamos fuera de peligro", recalcaba por su parte Darling. "Creo que uno de los mayores riesgos es que la gente, los gobiernos, piensen que, de alguna manera, la tarea ha terminado, que podemos volver a la normalidad", ha añadido.

Coordinación monetaria y fiscal

Otro aspecto crucial será la puesta en marcha de la coordinación de la política monetaria y fiscal, tal como se acordó en Pittsburgh, bajo el arbitrio del Fondo Monetario Internacional, para evitar nuevos desequilibrios.

Esa armonización implicaría, por ejemplo, una presión para que Estados Unidos, la primera economía del planeta, aumente el ahorro y para que China incremente el consumo.

También se examinará la creación de un fondo común de reservas para persuadir a los países emergentes de que no acumulen mucha divisa extranjera que podría usarse para impulsar el crecimiento. Sin embargo, Brasil y otros emergentes se oponen a la idea de una reserva central en manos del FMI.

Cambio climático y primas a banqueros

El grupo abordará, además, la financiación de la lucha contra el cambio climático, con vistas a la cumbre que se celebrará en diciembre en Copenhague, en la que debe concretarse un nuevo tratado que sustituya al Protocolo de Kioto, que expira en 2012.

Hay que decidir cómo financiar la lucha contra el cambio climático

Así, los países ricos y más contaminantes deben ponerse de acuerdo sobre cómo ayudar a los más pobres a aplicar medidas de reducción de emisiones de gases nocivos que no perjudiquen a su desarrollo económico.

En cuanto a la regulación de las primas que cobran los banqueros, Francia es el país que más está presionando para que se aplique la reducción de esas bonificaciones, acusadas de incentivar la asunción de elevados riesgos financieros, que se acordó en la cumbre de Londres. De hecho, esta semana entró en vigor la nueva regulación francesa, que obliga a reducir o suprimir los bonus en caso de pérdidas.