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Irán ha ralentizado su producción de uranio y colabora más con los inspectores, según la OIEA

  • Así lo recoge un informe restringido elaborado por la agencia atómica de la ONU
  • Señala que Irán permite un mayor control de la planta de Natanz y el acceso a la de Arak
  • Aunque dispone de más centrifugadoras, los iraníes producen menos uranio enriquecido
  • Estados Unidos asegura que Irán aún no coopera por completo con los inspectores

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Irán ha ralentizado el ritmo de producción de uranio enriquecido por primera vez en años, aunque el objetivo final de sus esfuerzos atómicos sigue siendo dudoso, según recoge un informe restringido que ha elaborado la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). "Es la primera vez que vemos una reducción", ha indicado un alto funcionario del organismo bajo la condición de anonimato.

La agencia atómica de la ONU también señala que las autoridades iraníes están colaborando en mayor medida con los inspectores, permitiendo un control más efectivo de la planta de enriquecimiento de Natanz y permitiendo el acceso, como reclamaban los inspectores desde hace tiempo, al reactor experimental de Arak.

El informe detalla que desde el pasado junio el número de centrifugadoras de gas en activo que producen uranio enriquecido se ha reducido en 328 unidades, Con todo, pese a que el número de máquinas en funcionamiento ha bajado, Irán ha seguido instalando nuevas centrifugadoras, hasta sumar 8.308, casi 1.000 más de las que tenía en junio.

En total, el programa nuclear de los ayatolás ha sido capaz de procesar hasta la fecha más de 1.500 kilos de uranio enriquecido de baja pureza, no válido para servir de combustible a un arma nuclear.

Mejorar la cooperación  

Sin embargo, desde el OIEA no se ha querido interpretar en ningún sentido ese parón en el ritmo de los experimentos atómicos iraníes. Lo que sí ha subrayado el organismo es que la naturaleza del programa nuclear iraní sigue sin estar clara. "Hay una serie de asuntos pendientes que generan preocupación y que necesitan ser aclarados para descartar la existencia de una posible dimensión en el programa nuclear iraní", reza el informe.

Por eso, el documento, redactado por el todavía director general de la OIEA, Mohamed El Baradei, indica que es preciso que Irán aumente su grado de cooperación "para clarificar y dar por cerradas cuestiones" relacionadas sobre todo con experimentos y documentación que pueden tener una vinculación militar.

El informe de la OIEA será la base de las conversaciones que los cinco países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania mantendrán el 2 de septiembre para evaluar si endurecen las sanciones impuestas a Irán por su programa nuclear, que los iraníes presentan como  de uso civil mentras las potencias occidentales temen que se destine al desarrollo de bombas atómicas.

Pese a todo, Estados Unidos ha criticado que Irán siga sin cooperar por completo con la OIEA: ¿Sobre la base de lo que nosotros hemos visto, parece claro que Irán sigue sin cooperar plenamente y continúa sus actividades de enriquecimiento¿, ha declarado el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly.

Dudas sobre Siria

Por otra parte, el informe de la OIEA destaca que Siria sigue sin facilitar información que permita determinar el origen de los restos de uranio hallados en una instalación bombardeada por Israel en septiembre de 2007, bajo la acusación de que se trataba de un reactor nuclear en construcción.

 "Siria no ha facilitado aún la cooperación necesaria para permitir al organismo determinar el origen de las partículas de uranio natural antropogénico encontradas en las muestras tomadas en la instalación de Dair Alzour", recoge el documento. También se reprocha a Damasco el que no haya cooperado para confirmar sus afirmaciones sobre la naturaleza no nuclear del edificio.

El argumento sirio de que la contaminación hallada en la zona proviene de la munición con uranio enriquecido usada por la aviación israelí, aún no ha podido ser aclarada debido a la falta de respuesta de Tel Aviv a las peticiones de información formuladas por el OIEA, aunque el organismo no considera probable esa versión. Por ello,  Mohamed El Baradei "insta a Siria a cooperar con el organismo en sus tareas de verificación".

Por el contrario, la agencia atómica de la ONU sí reconoce la colaboración de Damasco en la investigación sobre las muestras de uranio localizadas en otra instalación.