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Científicos españoles estudian cómo se expanden las algas invasoras en el archipiélago de Cabrera

  • El estudio ha sido desarrollado por la Fundación Biodiversidad del MARM y por el CSIC
  • El objetivo era abordar lo que consideran uno de los grandes problemas de biodiversidad
  • Así, piden un mayor esfuerzo en la prevención, pues su erradicación es difícil y costosa

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Científicos españoles han desarrollado durante cuatro años el proyecto "Invasión del Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera por algas introducidas", en el que han estudiado los diversos mecanismos de expansión de algas invasoras en este espacio protegido.

El estudio ha sido desarrollado por la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) y el Consejo de Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en colaboración con el Organismo Autónomo Parques Nacionales.

El objetivo del proyecto era abordar uno de los problemas esenciales de la biodiversidad, el de la invasión de especies exóticas, evaluando así los efectos que tienen sobre los hábitats y las especies prioritarias y autóctonas de los ecosistemas, como las praderas de Posidonia oceanica, planta acuática propia del Mediterráneo.

Además, ha servido para demostrar la necesidad de realizar un esfuerzo especial en la prevención, pues la erradicación de especies invasoras es demasiado costosa y complicada, sobre todo en el medio marino.

Se han estudiado tres especies de algas

Con esta iniciativa, los investigadores pretendían determinar la dinámica de expansión de tres algas autóctonas invasoras en el archipiélago de Cabrera y comprobar sus efectos en las comunidades marinas. Así, el CSIC ha estudiado la distribución y abundancia de estas especies y los organismos que favorecen su invasión.

Las tres especies invasoras son Caulerpa racemosa, Lophocladia lallemandii y Womersleyella setacea. Una de las conclusiones del estudio es que sólo se reproduce sexualmente la segunda de ellas, lo que favorece su rápida expansión y dificulta las medidas para frenar su dispersión.

Además, los científicos han observado que el erizo de mar común consume Caulerpa racemosa, pero no es capaz de controlar su expansión en zonas ya invadidas. Sin embargo, han constatado que la salpa, principal pez herbívoro del Mediterráneo, la consume habitualmente, lo que puede ayudar a su control.