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Por primera vez en la historia un Papa oficia misa al aire libre en Jerusalén

  • Unas 6.000 personas han asistido a la ceremonia en el valle de Josafat, en Jerusalén
  • Benedicto XVI ha pedido a cristianos, judíos y musulmanes que promuevan la "reconciliación"
  • También ha pedido respaldo para los cristianos que siguen viviendo en Tierra Santa

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Benedicto XVI oficia misa frente al Monte de los Olivos en Israel

Por primera vez en la historia, un Papa ha oficiado una misa al aire libre en Jerusalén, la Ciudad Santa de las tres religiones monoteístas, en la que Benedicto XVI ha denunciado que la paz sigue amenazada en Tierra Santa por el egoísmo, el conflicto, la división y el peso de "pasadas ofensas".

El pontífice ha pedido a cristianos, judíos y musulmanes que "promuevan la cultura de reconciliación y la paz, por muy lento que sea el proceso y gravoso el peso de los recuerdos".

Benedicto XVI ha hecho estas manifestaciones durante la misa que ha oficiado en el valle de Josafat, detrás de la muralla de Jerusalén, a la que asistieron unos 6.000 fieles, en su primer acto multitudinario en la Ciudad Santa.

El Huerto de los Olivos

El Papa ha llegado al lugar a bordo del papamóvil, que ha recorrido el empinado y pedregoso terreno, atravesando olivos, en medio de los cánticos de los presentes y gritos de "Benedicto, Benedicto", mientras un fuerte dispositivo de la policía israelí controlaba el lugar.

Sonriendo, el Papa ha saludado a los presentes, entre ellos algunos españoles y suramericanos, entre los que se podían ver banderas colombianas.

El Pontífice ha recordado, con emoción, que en el Huerto de los Olivos Jesús oró, sufrió "y lloró por amor a esta ciudad", expresando el deseo que pudiera conocerse como Vía de la Paz. Sin embargo, ha comentado que "por desgracia, tras las murallas de esta ciudad se puede ver lo lejos que está la profecía de paz y reconciliación que quiere Dios para todos".

Respeto mutuo

"En esta Ciudad Santa, donde la vida ha derrotado a la muerte, la esperanza continúa a combatir la desesperación, la frustración y el cinismo, mientras la paz continúa estando amenazada por el egoísmo, el conflicto, las divisiones y el peso de las pasadas ofensas", ha recalcado el Pontífice.

Benedicto XVI se ha preguntado: "¿Cuánto queda por hacer para que esta sea de verdad una ciudad de la paz para todos los pueblos?", insistiendo en que cristianos, judíos y musulmanes deben promover la cultura de reconciliación y la paz, "por muy lento que sea el proceso y gravoso el peso de los recuerdos".

El Papa ha subrayado que Jerusalén debe ser un lugar que "enseñe universalidad, el respeto hacia los otros, el diálogo y la comprensión mutua, un lugar donde el prejuicio, la ignorancia y el miedo que lo alimenta sean superados por la honestidad, la integridad y la búsqueda de la paz".

Respaldo a los cristianos de Tierra Santa

Benedicto XVI ha reconocido las dificultades, penas y sufrimientos que han padecido los cristianos debido a las guerras y la "amarga" experiencia de muchos de ellos por haber tenido que emigrar, por lo que les ha exhortado a permanecer en Tierra Santa, "donde hay sitio para todos".

En este sentido, el Papa ha pedido a las autoridades que apoyen la presencia cristiana, además de asegurarles el respaldo de la Iglesia.

Benedicto XVI viajará este miércoles a la ciudad cisjordana de Belén, en Palestina, donde oficiará una misa en la plaza del Pesebre y visitará la Gruta de la Natividad y un campo de refugiados palestinos.