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Aplazan hasta el lunes la búsqueda de Marta del Castillo en el vertedero

  • Termina sin éxito la segunda jornada de búsqueda del cuerpo de la joven
  • Los operarios de la empresa especializada descansarán este domingo
  • La Delegación del Gobierno afirma que se están acercando "a la zona sensible"
  • El presunto autor ha confesado que arrojó el cuerpo a un contenedor de basura

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Finaliza la segunda jornada de búsqueda de Marta en el vertedero

Hacia las 19:00 horas de este sábado se han suspendido los trabajos de búsqueda del cadáver de Marta del Castillo en el vertedero Montemarta-Cónica de Alcalá de Guadaira que se reanudarán este lunes ya que los operarios de la empresa especializada Tecner descansarán durante la jornada del domingo.

La segunda jornada de búsqueda ha concluído sin éxito aunque las labores van "más rápido de lo previsto", según fuentes de la Delegación del Gobierno en Andalucía.

Estas fuentes han indicado que "la búsqueda se está acercando ya a la zona sensible", tras eliminar la basura que se ha ido depositando en fechas posteriores a la que, según se sospecha, pudo depositarse el cuerpo de la joven sevillana.

Durante todo el sábado máquinas excavadoras y palas han removido y retirado residuos del cerro donde se espera que se encuentren los restos de la joven, que desapareció el 24 de enero.

En la búsqueda, la Policía Judicial dirige la parte científica,  mientras que una empresa privada es la encargada de la parte técnica,  debido a la complejidad que supone un operativo de tal calibre en el  vertedero Montemarta-Cónica, donde se vierten a diario una multitud  de residuos procedentes de Sevilla. 

Cambio de versión

La búsqueda de Marta en el vertedero comenzó este viernes después de que lo ordenara el juez de instrucción número 4 de Sevilla al cambiar el principal acusado, Miguel C., ex novio de la menor, su versión inicial y decir que habían arrojado el cadáver a un contenedor de basura y no al río Guadalquivir, donde más de 200 agentes la buscaron infructuosamente durante un mes.

El vertedero de Alcalá tiene una extensión de unas cien hectáreas, de las que el 30 por ciento se dedican a los vertidos, está rodeado de olivares, de campos de cultivo y fincas en las que se crían caballos.