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Los senadores mexicanos comienzan a armarse para defenderse de la delincuencia

  • Este año ya van más de mil muertes violentas relacionadas con el narcotráfico
  • La medida contrasta con una campaña para que la población entregue armas

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México lanza una campaña para desarmar a los ciudadanos

Más de una veintena de senadores mexicanos tramitan una autorización del Ministerio de Defensa para portar y usar armas de fuego ante la rampante inseguridad y violencia en el país.

La lucha contra el crimen organizado en México dejó 5.600 muertos en 2008, y este año va por el mismo camino. De acuerdo con el recuento del diario mexicano El Universal, en lo que va de año 2009 se han registrado ya más de mil muertes violentas relacionadas con el narcotráfico, lo que representa un promedio de 19 homicidios al día, un negro récord en el país.

Sin ir más lejos, el domingo por la noche murió un escolta del gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, en un tiroteo en la capital del Estado más violento del país.

El presidente del Senado, Gustavo Madero, del Partido Accino Nacional (PAN), ha calificado la situación de "extremadamente crítica" y ha pedido "acciones urgentes y emergentes para apoyar" a los gobiernos tanto estatales como municipales para combatir la delincuencia y el crimen organizado en el país.

Autorización con requisitos

La última medida anunciada afecta a los propios políticos, en concreto a los senadores que van a llevar armas a partir de ahora. "El único requisito es no portar el arma en el recito principal de sesiones en la Cámara, pero ésta se podrá llevar consigo a la oficina, calle, automóvil y por su puesto a su domicilio particular", han precisado fuentes consultadas por Efe.

El Ministerio de Defensa ha "facilitado a los legisladores los tramites necesarios para portar y usar armas" como una medida para garantizar la integridad física. Algunos legisladores ya cuentan con un permiso que les permite portar armas, que no deben superar el calibre 38, han declarado las mismas fuentes.

El permiso tiene vigencia por un año y cuesta entre 600 y 800 pesos (aproximadamente, entre 25 y 30 euros).

Desarmar a los ciudadanos

Esta medida contrasta con la campaña que el Gobierno de México está llevando a cabo para reducir la violencia en las calles. Bajo el lema: 'Me das tu arma, te doy dinero' se pide a los ciudadanos que entreguen sus armas de forma voluntaria a las autoridades para que las destruyan. Ya se han recogido unas 2.000 de forma anónima, pues conseguir una licencia es casi imposible. Sólo las concede el Ejercito, incluso a la Policía.