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Las bolsas mundiales se hunden por el aumento del desempleo en EE.UU.

  • El paro en Estados Unidos se sitúa en el 6,7%, el nivel de hace 15 años
  • Las bolsas europeas acusan el golpe y pierden en torno al 5% de su valor
  • El petróleo cae por debajo de los 40 dólares en el mercado de Londres

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El Ibex-35 pierde un 3,90 por ciento hasta situarse en los 8.491,20 puntos

Las bolsas mundiales se han hundido este viernes tras conocer los malos datos del empleo en Estados Unidos, donde el paro ha alcanzado su nivel más alto desde hace 15 años, lo que extendido el pesimismo entre los inversores; así, la Bolsa de Madrid ha cerrado la sesión con unas pérdidas del 3,9% en el Ibex-35, que ha terminado la semana en 8.491,20 puntos.

La Bolsa de París ha sido una de las más afectadas, con un descenso del 5,48% en su índice principal, el CAC 40, que ha cerrado por debajo de los 3.000 puntos. En Fráncfort, el índice DAX ha caído un 4%, mientras que el Footsie-100 de Londres ha sufrido un descenso menor, del 2,74%. Por último, el principal índice de la Bolsa de Milán, el SP/Mib, ha bajado un 4,99%.

Las cifras de empleo difundidas este viernes en Estados Unidos sitúan el paro en un 6,7% de la población activa. La economía estadounidense ha destruido 533.000 trabajos en noviembre, muy por encima de los 325.000 que estimaban los analistas. Estos malos datos también están lastrando a Wall Street, que ha abierto la sesión con unas pérdidas del 2,40%

El petróleo, en mínimos

El estancamiento de la actividad económica también afecta a los mercados de materias primeras y, en concreto, al petróleo, que este viernes ha caído por debajo de la barrera psicológica de los 40 dólares en el mercado de futuros de Londres, su cotización más baja desde enero de 2005. Así, el barril de Brent se vendía a 39,5 dólares a primera hora de la tarde, ante el temor de los inversores a un agravamiento de la crisis económica en 2009.

La caída del Brent ha coincidido con la del Texas en Estados Unidos, que ha bajado un 6,5% y finalizó en 40,81 dólares en Nueva York, el nivel más bajo desde diciembre de 2004, entre expectativas de que la fuerte caída del empleo en Estados Unidos reduzca aún más la demanda de combustibles.