Enlaces accesibilidad

Las cartas del tarot genético

  • La lectura del genoma permite hacer predicciones sobre nuestra vida
  • Desde la altura de nuestros hijos a nuestra propensión al Parkinson
  • Dos grupos de científicos han descifrado el genoma de un chino y un africano 

Por

"Su vida en sus manos: instrucciones para la era de la genómica personal". Así reza la portada de Nature. Lo que esta reputada revista científica propone es, algo así, como hacer predicciones sobre la vida de una persona en base al genoma. Un vistazo al futuro para predecir cuál será la altura de nuestros hijos, si tendremos propensión al Parkinson o nuestras probabilidades de ser fumadores.

En una entrevista concedida a RNE, Jordi Pérez Tur, investigador del CSIC, afirma que algunas compañías estadounidenses ofrecen, a precios poco asequibles, información sobre el ADN y su interpretación "en terminos de riesgo asociados a enfermedades". Haciendo una analogía con las imágenes, este experto ha apuntado que la esta técnica de lectura del ADN equivale " a la fotografía con móviles hace cinco años, es decir que no tiene suficientes píxeles y no llega al trazo fino".

Cuatro genomas descifrados

De momento, dos grupos de científicos han conseguido descifrar el genoma de un chino y de un africano respectivamente. Con estos dos, son ya cuatro los genomas descifrados desde que en 2003 se consiguió "pintar" por primera vez el mapa genético de un ser humano. A medida que se vayan leyendo las secuencias del genoma de distintas razas o étnias se puede ir haciendo un catálogo que desvele las características humanas y su evolución.

 

Para Pérez Tur, el hallazgo estriba en que "a medida que acumulemos información y vayamos conociendo genomas podremos aislar variantes que identifiquen perfiles de riesgo". El siguiente paso será, como apunta este investigador, crear "estrategias terapeúticas que permita,a corto plazo poner parches y a largo plazo solventar".

Lo cierto es que desde que se leyera el primer genoma, los precios han caído en picado. El dibujo de la primera información genética costó 230 millones de euros, los dos últimos de los que hemos tenido noticia tan sólo 200.000. Por eso ya hay quien habla de lecturas genéticas particulares, algo así como echar un vistazo a la bola de cristal de nuestras propensión a enfermedades y otras circunstancias de la vida.