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Muere Rita Barberá

Rita Barberá, la "eterna" alcaldesa de Valencia

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Rita Barberá, un cuarto de siglo en la alcaldía de Valencia

El nombre de Rita Barberá estará para siempre unido a Valencia. La que fuera alcaldesa durante 24 años de la tercera ciudad más grande de España ha muerto este miércoles de un infarto en un céntrico hotel de Madrid.

Nacida en Valencia en el año 1948, era licenciada en Ciencias Políticas Económicas y Comerciales por la Universidad de Valencia y en Ciencias de la Información, sección de Periodismo, por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó como periodista durante varios años en el diario Levante, donde ejerció como responsable de una sección semanal de urbanismo, por la que se le concedió el premio Valencia de Prensa. Pero prontó abandonó esta profesión para dedicarse a la política.

En el año 1976 se afilió al partido liderado por Manuel Fraga y fue cofundadora del mismo en Valencia. Después militó en Alianza Popular y en 1983 pasó a ser miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular.

Llegó a la alcaldía en 1991, después de un pacto con Unió Valenciana (UV) y pese a que su nombre no se barajaba para el cargo pronto se convirtió en un icono del municipalismo popular. Hasta seis veces ganó las elecciones, cinco de ellas con mayoría absoluta. Fue la alcaldesa más votada de España.

La vida de Rita Barberá, en imágenes

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  • Rita Barberá en una imagen de enero de 1999

    Rita Barberá en una imagen de enero de 1999

    Rita Barberá ha fallecido este miércoles tras sufrir un infarto en Madrid. En la imagen, la exalcaldesa de Valencia en 1999.

  • Rita Barberá en la ceremonia de apertura de las Cortes en la XII Legislatura la semana pasada

    Rita Barberá en la ceremonia de apertura de las Cortes en la XII Legislatura la semana pasada

    La reina Letizia saluda a la senadora Rita Barberá, en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados, el pasado jueves en la solemne ceremonia de apertura de las Cortes en la XII Legislatura.

Impulsora de grandes proyectos urbanísticos

En su trayectoria ha ocupado numerosos cargos: diputada en las Cortes Valencianas (1983-2015), alcaldesa de Valencia (1991-2015), y presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (1995-2003). Y ganó varios premios: el "Women Together", otorgado por el programa de la UNESCO Together in the World (enero 2000); el Teleco "Honoris Causa" (mayo 2002); y la insignia de Oficial en la Orden Nacional del Mérito de la República Francesa (2005) en reconocimiento a su "compromiso europeo", entre otros.

Durante sus seis legislaturas, Barberá ha dirigido los años de mayor expansión urbanística y de proyección de Valencia, como la construcción de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, con el Oceanográfico y el Palacio de las Artes, diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava; así como el Palacio de Congresos, de Norman Foster. Sin embargo, también impulsó proyectos como el Plan del barrio del Cabanyal y su prolongación hasta el mar no han encontrado todavía una solución definitiva. También respaldó la celebración de grandes eventos, como la Copa América de vela o la Fórmula Uno en las calles de la ciudad.

Se convirtió en una firme opositora del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, sobre todo ante la paralización del plan de reforma del Cabanyal o la amenaza a la continuidad de los chiringuitos en las playas valencianas.

Su papel y el de Francisco Camps en el Congreso del PP en Valencia en 2008 fue clave para consolidar a Mariano Rajoy -cuestionado tras la derrota electoral ante Zapatero- como líder del partido.

Escudera de Camps

Después, su apoyo al dimitido presidente de la Generalitat tras su implicación en la causa de "los trajes", le valió un notable desgaste. "Todos los políticos de este país, del primero al último, reciben regalos", alegó entonces, coincidiendo con una de las etapas más activas de la instrucción del "caso Gurtel".

El presidente valenciano, Francisco Camps, llega al Palacio de Justicia para declarar por un supuesto delito de cohecho en el caso Gürtel acompañado de la alcaldesa de la capital, Rita Barberá.

La posibilidad de resultar imputada en el "caso Nóos", por los contratos firmados para la celebración del Valencia Summit, fue otro episodio en el que su nombre saltó a los medios de comunicación, y del que sin embargo salió indemne, tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) de no imputarla. No así, el vicealcalde de la ciudad Alfonso Grau, que resultó procesado dentro del mismo caso.

Elegida candidata a la alcaldía de la ciudad en las comicios de mayo de 2015, su lista se alzó como la más votada pero perdió la mayoría absoluta y la mitad de los diputados. El acuerdo entre Compromis, PSPV y València en Comú la desplazó como regidora, y fue sustituida por Joan Ribó.

Cercana y espontánea, imposible no recordar su reacción tras el resultado electoral: "¡Qué hostia, qué hostia!"; o su última inauguración de las fallas, el popular discurso del 'caloret'.

Adiós a la alcaldía

Tan dura fue su despedida del sillón de alcaldesa que Rita renunció a su acta como concejal el 12 de junio, evitando así su presencia en la investidura del nuevo primer edil de Valencia.

El 23 de julio dio el salto a la política nacional y tomó posesión como senadora territorial en la Cámara Alta, tras la propuesta del PPCV en este sentido. Y el 31 de julio renunció a su escaño como diputada en Les Corts.

En enero de 2016, tras la "operación Taula" practicada contra una trama de corrupción infiltrada en varias Administraciones de la Comunitat Valenciana, Barberá negó cualquier relación con ella.

"Ningún contrato del Ayuntamiento de Valencia se ha amañado, ni ha habido ninguna mordida, ni desvío a financiación ilegal", afirmó.

El 8 de febrero, el PP pedía sin embargo a Barberá que diera "un paso atrás" y no presidiera, como estaba previsto, la Comisión Constitucional del Senado.

Viacrucis judicial

El asunto se precipitó cuando el juez del "caso Imelsa" solicitó al Senado que acreditara la condición de senadora de Barberá con el fin de determinar si era competente para investigarla. "No dimito, ni me lo planteo", dijo entonces.

No dimito, ni me lo planteo

El 15 de marzo, y apenas unas horas después de trascender parte del sumario, la exalcaldesa aceptó sin embargo la invitación del juez instructor de acudir a declarar voluntariamente.

Rita Barberá declarará voluntariamente ante el juez pero insiste en su inocencia

Ese mismo día, el PP abría un expediente informativo a Rita y a los concejales valencianos presuntamente implicados en el caso de corrupción.

Además de la causa por la 'operación Taula' -pieza derivada del 'caso Imelsa', Barberá protagonizó otros dos procedimientos judiciales recientes que acabaron en archivo. Uno de ellos fue 'Ritaleaks', relativo a presuntas irregularidades en gastos de representación cargados al consistorio entre los años 2011 y 2014, con un total de 466 facturas por valor de 278.000 euros. La causa se abrió a raíz de una denuncia de Compromís.

La que fuera acaldesa de Valencia también fue denunciada por supuestamente incumplir la Ley de Memoria Histórica en Valencia durante el periodo en el que fue alcaldesa de la ciudad. El Supremo rechazó la denuncia por delitos de desobediencia y denegación de auxilio, así como la falta contra el orden público.

El 'divorcio' con el Partido Popular

El 13 de septiembre de 2016, el Tribunal Supremo decidió investigarla por supuesto blanqueo de capitales. Un día después, solicitaba la baja en el PP pero se negaba a entregar su acta de senadora porque a su juicio, lo contrario, podría entenderse "como una asunción de responsabilidad".

La exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se ha dado de baja como militante del PP a petición de su partido, pero no ha abandonado el acta de senadora, pues haber renunciado a ella "podría entenderse como una asunción de culpabilidad", señala la exregidora. La Oficina de Prensa del Partido Popular ha emitido un comunicado para anunciar que la exalcaldesa causaba baja del partido, pero no de la Cámara Alta.

El 27 de ese mes, Barberá renunció a ser portavoz de turno del Grupo Mixto -donde se integró tras dejar el PP-, quedando como viceportavoz del Grupo Mixto en la Comisión de Incompatibilidades del Senado.

Y el 20 de octubre, el TS la citó para comparecer como imputada, lo que hizo el pasado lunes 21 de noviembre para negar que existiera financiación ilegal en el PP valenciano. Sí reconoció haber entregado 1.000 euros al partido, que calificó de donación desinteresada y asegura que nunca le fueron devueltos en dos billetes de 500 euros.

Sus horas más amargas

Apenas unas horas después de esta declaración, la muerte la ha sorprendido en un hotel de Madrid a los 68 años. "Me siento enormemente apenado", ha declarado Mariano Rajoy en los pasillos del Congreso, donde la mayoría de los diputados se han enterado de la noticia. "Ha sido una mujer que ha dedicado su vida al Valencia y al PP", ha dicho el presidente del gobierno de Rita, que vivió estos últimos meses las horas más amargas y solitarias de su carrera política.

Hasta el final se aferró a su escaño en el Senado y hasta el final mantuvo su inocencia. Temperamental y campechana, su personalidad no dejaba indiferente a nadie. Tampoco hoy, cuando algunos diputados no han querido asistir en el Congreso al minuto de silencio en su memoria.

Para algunos su proceso judicial ha sido injusto y desproporcionado, para otros ha sido una necesaria rendición de cuentas. Serán los valencianos quienes mejor puedan juzgar su legado.