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Una Conferencia Este muy descompensada y un 'salvaje' Oeste muy igualado marcan la vuelta de la NBA

  • Igual que el año pasado, se espera mucha igualdad en un oeste cargado de estrellas
  • En el lado opuesto, las bajas de Tatum y Haliburton marcan una conferencia llena de incógnitas
Previa de la NBA
Luka Doncic y LeBron James durante un partido con los Lakers REUTERS

Vuelve el mejor espectáculo del mundo para muchos, vuelve la NBA. El partido entre Rockets y Thunder que se disputará en la madrugada del martes al miércoles pondrá inicio a lo que promete ser una temporada llena de emociones fuertes en la liga de baloncesto más competitiva del mundo.

Ilusión por ver a los que han cambiado de equipo esta temporada, especial el fichaje de Durant por Houston que se verá en el primer partido del curso, pero también por ver a los jóvenes debutantes, que provienen de un draft, al contrario de otros años, cargado de promesas. Equipos que gastan su última bala, otros que viven un año de transición y muchos que buscan reconstruir a través de los jóvenes, pero dos conferencias que viven distintas realidades.

El oeste sigue siendo salvaje

Como el año pasado, casi todos los equipos de la Conferencia Oeste viven un buen momento, lo que iguala las cosas. Los Thunder de Gilgeous Alexander siguen siendo el rival a batir, seguido de cerca por Denver. El equipo de Jokic agregó a Cam Johnson, después de una gran temporada en Nets, y podría amenazar el reinado de Oklahoma. En ese primer peldaño de candidatos a gobernar el oeste también se podrían meter a los segundos del año pasado, los Rockets, que han añadido a Kevin Durant a un equipo ya muy competitivo.

Veteranía en Houston para contrarrestar un elenco de jóvenes fantástico, algo parecido a lo que sucede en Lakers o Mavericks. Dos equipos con urgencia para ganar, no tanto por la falta de un proyecto a largo plazo - las llegadas de Doncic a Los Ángeles y Flagg a Dallas aseguran eso -, si no por la posible retirada de LeBron James y la incógnita de cómo volverá Kyrie Irving. Más urgente parece la situación de Clippers y Warriors, que se espera que hagan traspasos durante la temporada para poder ganar a corto plazo. El reloj pasa para las estrellas de los dos equipos californianos, Leonard y Harden en el primero y Curry y Green en el segundo.

Por si no fuera suficiente, llegan los jóvenes apretando por detrás. Los Spurs de un Wembanyama que vuelve de lesión, al que han sumado al número dos del draft (Dylan Harper), y los Timberwolves, con un Anthony Edwards que ya demostró querer optar a grandes cosas, son dos candidatos más que añadir a una mezcla con muchos ingredientes. Los Grizzlies de Aldama y Morant, los Kings de Lavine y Derozan y los Pelicans de Zion Williamson podrían dar sorpresas también, con equipos competitivos, eso sí, a priori un poco por debajo del resto.

Las incógnitas del este

Al contrario, el este se ha abierto mucho respecto al año pasado. Las lesiones de Tatum y Haliburton dejan a Celtics y Pacers en un lugar difícil de predecir, al tener plantillas con jugadores de primer nivel, pero lejos de los que parece liderarán las cosas. Estos, a priori, deberían ser los Cavaliers, que ganaron la conferencia el año pasado, los Knicks, que esperan aprovechar la ausencia de un gran dominador, y los Magic, que esperan evitar las lesiones para disputarle las cosas a los dos anteriores.

Tres equipos que parecen ser las únicas certezas del este. Con muchos equipos en una clara reconstrucción y con Boston e Indiana, en principio, sin intención de optar a un 'playoff run', falta ahora por ver quién será el elemento sorpresa. Cade Cunningham y sus Pistons, que ya demostraron ser competitivos, podrían ocupar ese rol, con los Heat, los 76ers o los Bucks en un todo o nada.

En Miami, Herro o Adebayo podrían salir si el proyecto se estanca, al igual que Embiid en los 76ers y, una de las grandes historias de esta temporada, el posible traspaso de Antetokounmpo si el equipo de Milwaukee vuelve a hacer una temporada como la pasada. Nuevo comienzo de la NBA, con ganas de los aficionados por ver quién sorprende en el este y quién compite mejor en el oeste.