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Baloncesto | Copa del Rey

El 'matagigantes' Unicaja cierra su fin de semana histórico con su segunda Copa ante Tenerife (83-80)

  • El club malagueño añade a sus vitrinas otra Copa tras su título en 2005
  • El rebote ofensivo y el acierto de Carter y Kalinoski, esencial en la victoria

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Jonathan Barreiro: ''Hemos construido una química entre jugadores y afición increíble''

El Unicaja ha cerrado tres días para la historia asaltando la banca sin miramientos. Barcelona, Real Madrid y Lenovo Tenerife han sido víctimas este fin de semana de la excelsa pizarra de Ibon Navarro y la sinvergonzonería de una plantilla coral, en la que se puede nombrar a casi todos sus miembros como esenciales en algún momento de la Copa. En esta final fue el turno de Kalinoski, clave para reducir la ventaja de 9 puntos que llegó a tener Tenerife, y Carter (17 puntos y MVP), quien tras 20 minutos sin pena ni gloria aterrizó en la segunda mitad para eregirse en el faro del club de Málaga.

Unicaja no encontró esta vez el acierto exterior desde el principio con la facilidad con la que sí lo hizo en las semifinales y la final, pero el trabajo en el rebote ofensivo (16 a 5 en esa estadística) les hizo no salirse del partido cuando Lenovo Tenerife estaba en su mejor momento.

Unicaja aguanta el show de Marcelinho Huertas

En el segundo cuarto llegó una explosión de magia que duró durante todo el encuentro. Un triple a 10 metros sobre el final de posesión fue la primera nota que eligió tocar Marcelinho Huertas, director de orquesta de Tenerife, para conducir una sinfonía casi perfecta durante 35 minutos, cuando el cansancio y sus 39 años apareciesen cuando parecía que había encontrado instantes antes la solución a la eterna juventud.

A su exhibición se le sumó en el día más importante su compañero de fatigas Gio Shermadini (20 puntos y 9 rebotes), el dúo que ha hecho olvidar que el CB Canarias ascendió hace menos de 10 años y no que es uno de los mejores 4 equipos de la Liga Endesa. Huertas finalizó el segundo cuarto con un triple desde mitad de campo que levantó a todo Badalona, y el tercer cuarto lo inició con el mismo tino (9/12 en tiros, 21 puntos y 10 asistencias) pero vio como Unicaja se agarraba al partido encontrando el acierto exterior que no existió en los primeros 25 minutos.

Carter rescata a Unicaja

Con el 53-44 y el viento a favor de Tenerife apareció un nuevo arma del banquillo de Ibon Navarro. Tyson Carter, sin mucho protagonismo, asumió junto a Kalinoski el liderazgo del equipo desde el exterior para remontar esa desventaja en un visto y no visto y poner el 60-60 al final del tercer cuarto, dejando todo abierto para el cuarto.

No fue hasta el último cuarto cuando Unicaja consiguió encontrar una ventaja de más de 4 puntos en el marcador, y la renta que adquirió resulto ser definitiva. Lo que es el baloncesto, el Tenerife tuvo un triple para el +1 a 5 minutos del final e instantes después se veía 8 abajo. Y en ese (corto pero intenso) espacio de tiempo fue esencial Jonathan Barreiro, autoinvitándose a la final con un triple y un robo a Shermadini que se tradujo en un triple de Osetkowski a tablero, de esos que solo entran cuando el viento va a favor.

Alberto Díaz descifra a Marcelinho

Alberto Díaz consiguió parar a Huertas, evitando las ventajas en el bloqueo directo que estaba generando constantemente, y siendo partícipe directo en un robo que culminó Osetkowski para poner el 72-80 a poco más de un minuto para el final. El pelirrojo favorito de los amantes al baloncesto volvió a dejar un clínic de defensa como ya pudimos ver en el Eurobasket que ganó España.

El final, con Tenerife yendo a la desesperada, acabó con una antideportiva de Shermadini, con Osetkowski y Carter ampliando la diferencia desde el tiro libre y Fernández poniendo el 80-83 sobre la bocina para que Unicaja de Málaga celebre su segunda Copa del Rey.