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Mundial Qatar 2022

El festín anotador es lo de menos: claves de la mayor goleada de España en un Mundial

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Los otros récords que dejó la mayor goleada de España en un Mundial

España se ha sacudido el tembleque propio del estreno en un Mundial -una competición corta que, en el mejor de los casos, abarca siete partidos- de la mejor manera posible: a base de goles y con la que es su mayor goleada en sus 15 participaciones previas en la Copa del Mundo [Crónica del España 7-0 Costa Rica].

La selección española deseaba llegar a su tanto número 100 en los Mundiales y ha terminado con 106. Con todo, hay que enfriar la euforia y situar este optimista balance en su justa proporción. España se las veía con uno de los rivales más flojos del torneo -al nivel de la propia anfitriona, Catar-, que se quedó sin realizar ni un solo remate a puerta, algo también inédito, aunque a ello haya contribuido su rival. El modelo de predicción de Opta, empresa especializada en datos deportivos, daba a España casi un 83% de posibilidades de ganar, y apenas un 12% de empatar.

Pero la España de Luis Enrique puede objetar que le quiten lo 'bailao'. Siete veces bailó, en concreto, y de paso el seleccionador se concedió ocasiones para mover el banquillo y llevarse unas cuantas claves en la libreta, como las siguientes:

1. Eficacia goleadora de récord

España ha logrado la mayor goleada de lo que va de Mundial de Qatar y de toda su historia en la Copa del Mundo, superando el 6-1 contra Bulgaria en 1998, en los tiempos en que Luis Enrique era jugador. Un mal referente por lo demás, porque España cayó eliminada de la fase de grupos pese a esa victoria.

El siguiente gráfico ilustra el apabullante dominio y la secuencia de goles de la selección española, una apisonadora para Costa Rica, un equipo modesto que se vio aplastado muy pronto y que dejó al equipo de Luis Fernando Suárez en el cero absoluto.


En la última victoria de España en su debut mundialista, que data de 2006 ante Ucrania, España consiguió ponerse 2-0 en 17 minutos. En esta ocasión, ya iba 2-0 a los 21. Goles cada diez minutos para plantarse con un 3-0 en media hora.

En la segunda parte, tras el 5-0 de Gavi, la cadencia de la sinfonía futbolística española se ralentizó un poco, pero el balance final es indudable: siete goles con tan solo ocho remates a puerta, el mejor desempeño de una selección desde 1966 (cuando hay datos disponibles de todos los partidos). Y muy por encima de los 3,48 goles esperados, es decir, el número de goles que era previsible que marcara en función de la calidad de sus ocasiones y tiros a puerta. Es decir, una eficiencia absolutamente extraordinaria, casi insuperable.


2. El trío del Barça en el centro y Pedri en modo estrella

Hay ocho internacionales azulgranas en la lista de Luis Enrique, y cinco fueron titulares, además de la entrada posterior del debutante Alejandro Balde. La presencia esperada de Busquets, Pedri y Gavi, terna semanal en el FC Barcelona trasvasada al centro del campo de la selección, garantizó posesión, fluidez y control permanente sin apenas obstáculos. Esencial en la construcción del juego, desde la salida del área al primer toque como la visión en el último tercio, el papel de Pedri, en apenas 57 minutos sobre el campo, certificó su rol de estrella de esta España veinteañera.


Así, cuando Dani Olmo marcó el primer gol a los 10 minutos, España acaparaba el 79% de la posesión del balón, y hubo picos en el partido de hasta el 85%, para acabar finalmente en el 82%. España dio en todo el partido más de ¡1.000! pases, cuatro por cada uno que fue capaz de dar Costa Rica.

Es verdad que el equipo centroamericano se caracteriza por un juego mucho más directo, pero la hegemonía española fue tanta que solo llegaron a disfrutar de cuatro intervenciones en el área de un Unai Simón invisible para las cámaras de televisión. Objetivo cumplido para un Luis Enrique que buscaba "estructurar" su equipo "para que el rival se aburra y encuentre poco sitio para participar".

Sergio Busquets, cuyo rendimiento físico está bajo sospecha si el rival se hace con el balón y este empieza a rodar a gran velocidad, no tuvo apuros para ser el pivote de sus buenos tiempos, prodigándose además en cambios de orientación. Fue sustituido por Koke en el minuto 65.

Para completar una noche jalonada de récords, Gavi (18 años y 110 días) se convirtió en el jugador más joven en marcar en un Mundial desde que otro imberbe y atrevido delantero, un tal Pelé, lo hizo en la final de la Copa del Mundo de 1958, con poco más de 17 y medio.

3. Una delantera móvil y el éxito de la ‘prueba del 9’ con Asensio

En la delantera, y tras la experiencia del amistoso ante Jordania, Luis Enrique volvió a probar con la titularidad de Marco Asensio ejerciendo de falso delantero. En lugar de la propuesta de un '9' clásico, la mezcla del madridista con Ferran Torres y Dani Olmo en las bandas dio mucha movilidad al ataque español ante una defensa de cinco hombres.

Asensio, que fue el máximo rematador español (cinco tiros a puerta) y pudo marcar más de un gol, finalizó para hacer el 2-0 una jugada colectiva excelente tras 27 toques de balón. No se ha visto una combinación tan larga desde el gol de Grealish a Irán, en la otra gran goleada de este Mundial (Inglaterra 6-2 Irán). El seleccionador tuvo palabras de reconocimiento para un jugador al que ve "pletórico de confianza".


La apuesta de Dani Olmo en la titularidad también fue un acierto en la alineación de Luis Enrique. El futbolista del Leipzig, el más pegado a la banda de los tres de arriba, y que intercambió posiciones varias veces con Ferran, fue el segundo máximo rematador y dio cobertura a las subidas de Jordi Alba.


Todo en el once inicial de Luis Enrique estaba pensado para facilitar la proyección ofensiva; también la defensa. La titularidad de Rodri como central, ante un rival que probaría a España solo en largo, daba calidad a la salida del balón. Él y Laporte fueron los jugadores que más intervinieron para iniciar y apoyar las jugadas.

Y por las bandas, Azpilicueta liberaba a Ferran Torres para que se centrara en tareas ofensivas, mientras que, por la izquierda, costado por donde más fluyó el juego, Jordi Alba, como lateral más adelantado, formaba un triángulo mágico con Pedri y Olmo. Los cuatro defensores y Busquets contactaron con el balón más de cien veces cada uno en el partido.

5. Los cambios: Luis Enrique prueba su segunda unidad

Con el partido más que resuelto, Luis Enrique empezó el carrusel de cambios en la última media hora del encuentro, más los ocho minutos de descuento que dejó el colegiado Mohammed Abdulla, de Emiratos Árabes.

El técnico dio así minutos valiosos a los jugadores que, a su juicio, necesitaban engrasar las piernas, lo que a su vez es un indicador de quiénes pueden formar su segunda unidad en los siguientes partidos.

Los recambios le ofrecieron lo mismo que los jugadores que salieron: ambición, desparpajo, desequilibrio y remate, frente a un rival que ya se había rendido y apenas se esforzaba en minimizar la sangría. Marcaron desde el banquillo Carlos Soler y Álvaro Morata, tras sendas galopadas de Nico Williams y Alejandro Balde, más mundialistas de nuevo cuño, sobre todo el último, que hace unos días estaba concentrado con la sub-21 antes de ser llamado para sustituir al lesionado Gayà.

Un baño de felicidad y autoestima para el próximo partido ante Alemania (domingo 27 de noviembre, 20:00 horas, en TVE, RNE y RTVE.es), el más complicado de esta fase y con el que España podría ganarse su pase a octavos de final.