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Baloncesto | Euroliga

Laboral Kutxa se clasifica a costa del Valencia y el Real Madrid gana en Italia

Por
ESTUDIANTES - REAL MADRID
El pívot del Real Madrid Felipe Reyes.

Ficha técnica:

58 - Dinamo Sassari: Logan (9), Devecchi (5), Lawal (8), Dyson (2) y Todic (2) --cinco inicial--; Sosa (18), Chessa (5), Sacchetti (3) y Formenti (3).

83 - Real Madrid: Llull (12), Rudy Fernández (4), Maciulis (6), Nocioni (8) y Bourousis (2) --cinco inicial--; Rivers (9), Ayón (9), Reyes (14), Campazzo (6), Carroll (13), Slaughter (-).

Parciales: 18-14, 15-27, 18-13 y 7-29.

Árbitros: Rocha (POR), Piloidis (GRE) y Glisic (SRB). Sin eliminados.

Pabellón: Palasport Roberta Serradimigni. 4.483 espectadores.

El Laboral Kutxa Vitoria ha vencido al Valencia Basket en el Fernando Buesa Arena (93-89). Tras este resultado, el Valencia Basket se queda ya sin opciones matemáticas de clasificarse para el 'Top 16', con un balance negativo de partidos (2-7) en la última posición del grupo D. Por su parte, el Baskonia logró un triunfo que lo coloca con balance positivo (5-4) y que certifica su billete a la próxima ronda de la máxima competición europea. [Todos los resultados y clasificaciones de la Euroliga

Los baskonistas empezaron muy fuertes en defensa, cometiendo siete faltas personales en tan solo cinco minutos, destacando Shengelia con nueve puntos en el apartado anotador de los locales. A falta de más ingenio, el Valencia Basket aguantaba el tirón con siete tiros libres. Empate a 15 mediado el primer periodo, y con las ofensivas tan desbocadas como errantes.

A base de triples se mantenía 'enchufado' en ataque el club valenciano, cuya defensa sin embargo se mostraba algo deficitaria. No en vano, los 'taronja' encajaban 28 puntos del Baskonia a la conclusión de los primeros 10 minutos de juego, con un bagaje vasco de 9/13 en lanzamientos de dos puntos y siete rebotes ofensivos.

La equilibrada segunda manga exhibía un intercambio constante de canastas lejanas, como si las 'pinturas' rivales quemaran para los pívots. Bojan Dubljevic era casi el único que se atrevía a tomar decisiones importantes en el poste bajo a favor de los valencianos, más ofuscados en seguir explotando sus recursos desde la línea del triple.

El Laboral Kutxa gestionó de manera más práctica sus posesiones y consiguió dar un estirón al electrónico del Fernando Buesa Arena, que reflejaba un 51-40 en los últimos compases del segundo periodo. Romain Sato con dos tiros libres y un triple, todo de forma consecutiva, culminó un parcial visitante de 0-7 para llegar al descanso. El 8/15 en triples firmado por los 'taronjas' les mantenía con vida de cara a la segunda mitad.

Una canasta de Dubljevic, al iniciarse el tercer cuarto, establecía el 51-49 en el marcador y auguraba un encuentro mucho más igualado para los restantes 20 minutos de juego. Pero en realidad fue un espejismo, porque la destreza del francés Causeur hizo que el equipo vitoriano controlase el tempo del choque con relativa sencillez.

En el tercer periodo se secó la pólvora de ambos conjuntos, que quizás de manera involuntaria decidieron tornar el duelo en una empresa más farragosa. Costaba hilvanar jugadas bonitas y la tensión crecía en el ambiente, conocedores ambos clubes que el triunfo final se antojaba primordial para sus respectivos intereses.

Ya metidos de lleno en el cuarto periodo, al Valencia Basket le pudo algo la ansiedad del envite. Unicamente el escolta Pau Ribas manifestaba inspiración en las filas del conjunto valenciano, acompañado a veces en el apartado triplista por el base Guillem Vives.

La cuarta y definitiva manga fue 'un quiero y no puedo' para los jugadores del Valencia, que amagaron con ciertos acercamientos en el marcador, pero que verdaderamente nunca optaron a voltear el resultado final del encuentro, cifrado en 93-89 al término de los 40 minutos protocolarios.

El Real Madrid olvida el derbi en Italia

El Real Madrid venció en su visita al Dinamo Sassari (58-83) en un partido intrascendente para los italianos, ya eliminados de la Euroliga, pero que permitió a los pupilos de Pablo Laso desquitarse de la derrota en el derbi con el Estudiantes y acudir, a la décima y última jornada de la fase de grupos, con la posibilidad de mantener la primera posición.

El partido no tenía nada en juego para los locales, que -pese a todo- salieron dispuestos a darse una alegría ante un rival de postín, mientras que el Real Madrid no quería fallar tras la derrota en el derbi y, sobre todo, para llegar al próximo viernes en el Palacio con las opciones intactas de pasar al 'Top 16' como primero de grupo.

El comienzo fue muy extraño porque los italianos tardaron más de cinco minutos en inaugurar el marcador. Su primera canasta llegó a 3:26 para el final del acto inicial, cuando Llull ya estaba empezando a calentar su muñeca. Sin embargo, el sonrojante parcial de los actuales subcampeones de Europa no impidió al Dinamo Sassari volver a meterse en el partido.

Edgar Sosa (18 puntos) se empeñó en reducir distancias antes de comenzar el segundo cuarto y el equipo italiano consiguió su propósito. De hecho, sólo bastaron dos minutos para que los jugadores de Romeo Sacchetti tomaran la delantera e hiciesen reaccionar al Real Madrid, que tuvo que volver a ponerse el mono de trabajo, sobre todo en la zona.

Reyes vuelve a ser fundamental

Felipe Reyes aportó muchísimo en esta faceta -hasta seis rebotes capturó- y Llull siguió mandando ante la ausencia por lesión del 'Chacho' Rodríguez. Poco a poco, y en función que fueron entrando los triples, el equipo de Pablo Laso mejoró sus guarismos con Maciulis y Carroll, que presentó un porcentaje impecable desde el 6,75.

David Logan, exbase del Laboral Kutxa Baskonia, dio la cara cuando el Real Madrid apretó el acelerador sin compasión, pero nada pudieron hacer para frenar la fluidez merengue, pese a que venciesen el tercer parcial (18-13), un espejismo que se encargó de borrar de un plumazo el conjunto español.

En el asalto final, el Real Madrid no tuvo piedad con el Dinamo y sentenció en Cerdeña un triunfo cargado de intensidad y de mucho valor. Una excelente termómetro que le sirve a Pablo Laso para conocer la versatilidad de sus jugadores, más si cabe cuando faltaba alguno de los pesos pesados del vestuario y algo 'tocados' tras la derrota con el Estudiantes.