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Fútbol | Brasil

Graves disturbios en el Atlético Paranaense - Vasco de Gama causan cuatro heridos graves

  • La falta de policía causa cuatro heridos graves tras enfrentamientos de hinchas
  • Ha sucedido en el partido entre Atlético Paranaense y Vasco de Gama
  • Los disturbios obligaron a suspender el partido durante una hora

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Violencia en las gradas de la liga brasileña

Un violento enfrentamiento entre hinchas del Atlético Paranaense y  del Vasco da Gama dejó hoy cuatro aficionados con graves heridas y  provocó la suspensión temporal del partido de la última jornada del  Campeonato Brasileño, que jugaban en la sureña ciudad de Joinville,  ciudad del estado de Santa Catarina.

Los incidentes se registraron en el estadio Arena de Joinville en un  partido decisivo para ambos equipos debido a que el Atlético Paranaense  necesitaba ganar para clasificarse a la Copa Libertadores y el Vasco da  Gama también para huir del descenso a la Segunda División.

La  gresca, con brutales imágenes de violencia retransmitidas por la  televisión y escenas de un helicóptero en medio de la cancha retirando  los heridos, comenzó poco después de que el defensa Manuel puso en  ventaja al Atlético Paranaense y ganó una rápida repercusión  internacional, con numerosos medios recordando que Brasil será el  anfitrión del Mundial del próximo año.

El árbitro suspendió el  compromiso a los 17 minutos y lo reanudó una hora después, cuando la  policía informó de que la seguridad estaba garantizada, y tras lo cual  los locales terminaron imponiéndose por 5-1.

Un grupo de aficionados del Paranaense se enfrentó a otro de los  rivales a puñetazos, patadas y pisotones, y la policía tardó en separar a  los hinchas violentos, lo que hizo que las agresiones se repitieran de  lado y lado.

Los cuatro heridos, dos hinchas locales y otros dos visitantes,  fueron conducidos al Hospital Sao José de Joinville, en donde fueron  declarados fuera de peligro pese a la gravedad de las lesiones y a que  algunas informaciones indicaban que estaban en coma.

Los ingresados fueron identificados como Estevao Viana, de 24 años;  William Batista, de 19; Gabriel Ferreira Vitael, de 29, y Diogo Cordeiro  da Costa Ferreira, también de 29 y quien fue dado de alta en poco  tiempo y se subió a un taxi para huir de la prensa.

Los tres primeros fueron sometidos a radiografías para evaluar la  gravedad de las lesiones, especialmente las de William Batista, quien  sufrió traumatismo craneanoencefálico pero quien está consciente y debe  recibir el alta.

Falta de policía en el estadio

Los incidentes se produjeron debido a la falta de policías en el  estadio, ya que los uniformados estaban concentrados en las afueras del  escenario.

"Es un evento privado y la seguridad tiene que ser garantizada por  los guardias privados contratados por el Atlético Paranaense. Nosotros  éramos responsables por la vigilancia externa", afirmó el portavoz de la  Policía Militarizada, Adilson Moreira.

No están respetando lo más importante que son las vidas

El presidente del Vasco, el exfutbolista Roberto Dinamite, pidió la  cancelación del partido por falta de garantías y llegó a decir que uno  de los aficionados había muerto en el enfrentamiento, pero la  información fue desmentida por la policía.

"No están respetando lo más importante que son las vidas. No hay  policías y eso preocupa a todo el mundo. No estamos pensando en Primera o  Segunda División. Quiero retirar a mi equipo de la cancha por la falta  de seguridad pero no lo hago porque podemos ser sancionados", afirmó el  dirigente, visiblemente interesado en que la Confederación sancione al  Paranaense para intentar quedarse con los tres puntos.

Los jugadores de ambos equipos tuvieron que volver al campo pese a  que visiblemente estaban afectados por la violencia desatada en los  graderíos.

Finalmente, el Vasco de Gama cayó goleado 5-1, con lo que se consumó su descenso a la segunda división, en la que le acompañará el Fluminense, que fue campeón el año pasado.

Además de Fluminense y Vasco da Gama, dos de los clubes con más hinchas en la ciudad de Río de Janeiro, el Ponte Preta y el Náutico perdieron su derecho a permanecer en la división de honor.