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El maratón de Boston, el más antiguo del mundo

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Un corredor y agentes de policía reaccionan a una de las explosiones ocurridas en el maratón de Boston.
Un corredor y agentes de policía reaccionan a una de las explosiones ocurridas en el maratón de Boston

El maratón de Boston no es una carrera cualquiera. Es toda una institución, el maratón más antiguo del mundo desde que se inaugurara tan solo un año después de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, los de Atenas de 1896, y es uno de los más concurridos del planeta. Así, desde 1897, la capital del estado de Massachussets acoge el tercer lunes de abril este masivo acontecimiento deportivo, sacudido este 15 de abril por dos explosiones que han causado al menos tres muertos y 140 heridos, varios de ellos mutilados y de gravedad.

El maratón coincide con la celebración del Patriot's Day en Boston, una fiesta que conmemora batallas de la guerra de la independencia estadounidense. Por su historia y su prestigio es una de las cinco grandes citas del calendario, los World Marathon Majors, junto a los maratones de Nueva York, Chicago, Berlín o Londres, las pruebas más carismáticas de los 42,195 kilómetros [Web oficial del maratón de Boston].

Tras 116 ediciones,  ni siquiera las dos guerras mundiales lograron interrumpirlo. Únicamente en 1918, la Primera Guerra Mundial obligó a cambiar el recorrido histórico de 42 kilómetros por una prueba de relevos protagonizada por militares.

Es un evento que atrae una media de 20.000 corredores inscritos  (23.326 en esta edición de 2013, 91 de ellos españoles) y cientos de miles de espectadores. Los organizadores del maratón han anunciado que 17.584 cruzaron la meta y 4.496 de los inscritos en la prueba se detuvieron antes de llegar a la línea de meta, donde se produjo la explosión.

Aunque  empezó con 17 corredores en su primera edición a finales del siglo XIX,  ha llegado a concentrar a 36.748 participantes en la salida, en la edición de 1996,  coincidiendo con el año olímpico en Atlanta y el centenario de la carrera. Treinta años antes, en 1966, abrió su participación a las mujeres, desafiando a quienes cuestionaban las capacidades atléticas de las féminas para participar en un maratón. Y en 1975 se convirtió en el primer maratón en crear una categoría para participantes en silla de ruedas.

Sin embargo, no es fácil acreditar la marca que permite participar en el maratón bostoniano. Los tiempos han de obtenerse en una edición anterior del maratón, en alguna de las otras cuatro 'majors', o en el caso de los corredores aficionados menores de 34 años, lograr un tiempo inferior a 3 horas y 5 minutos en alguna de las 30 carreras oficiales del año previo.

Entre sus encantos, su recorrido de sube y baja por varias colinas, con una emblemática subida de casi 600 metros, Heartbreak Hill (la colina rompecorazones, en su traducción literal), entre los kilómetros 32 y 34 del trazado, que sin ser un muro, castiga las debilitadas piernas de los participantes.

Desde luego, el maratón de Boston no se ha ganado la fama por sus  premios, porque hasta la década de 1986 la única recompensa para el ganador  era una corona trenzada con ramas de olivo.

Además, la carrera no permite batir el récord del mundo de la especialidad, porque la altura sobre el nivel del mar en la línea de meta es en exceso inferior a la de la salida y la distancia en línea recta entre la salida y la llegada excede los 21 kilómetros, requisitos que exige la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) para que los registros tengan validez de plusmarca.