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Holanda, de la mecánica a la pragmática

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Holanda - España: dos estilos, un objetivo

Renovarse o morir, ese ha sido el lema que ha llevado al éxito al seleccionador de la 'Oranje'  Bert van Marwijk. Y es que este grupo de jugadores nada tiene que ver con las otras Holandas del pasado que maravillaban con su juego a toda una generación.

Cruyff, Neskens y compañía iniciaron el camino al éxito en la década de los 70, cuando se ganaron el sobrenombre de la 'Naranja Mecánica' gracias al talento y al fútbol desplegado. LLegaron a dos finles mundialistas consecutivas, en 1974 y en 1978, cayeron en las dos.

Alemania Federal, capitaneada por Franz Beckenbauer, levantó la Copa de los Campeones en el Mundial que ellos mismos organizaron en el 74. La Holanda de Johan Cruyff se quedó a un gol de llevarse el Mundial.

En los años 80 pasaron por una mala racha que superaron gracias a la Eurocopa conquistada en 1988 con Van Basten, Gullit, Rijkaard. Holanda empezó a forjar una imagen internacional que iba asociada al buen fútbol.

En la década de los 90, el país de los tulipanes siguió enamorando al mundo con su fútbol vistoso, a pesar de no obtener resultados prácticos. Esta vez era el turno de Bergkamp, Davis, Cocu, Overmas....

La selección albiceleste, que jugaba en su casa, fue capaz de dejar a Cruyff sin ganar el Mundial en su segunda final consecutiva. Mario Kempes fue el héroe argentino en la final.

La última vez que se vio el estilo definido de una selección con mucha personalidad fue en la Eurocopa de 2008, en la que España asombró al Viejo Continente con su fútbol. En la fase de grupos los holandeses comenzaron arrasando con Sneijder, Robben, Van Bommel.

El seleccionador en aquel momento era Van Basten, un emblema del fútbol de calidad. La 'Oranje' partía como una de las favoritas y se fue consagrando como tal a cada partido que jugaba. Sólo el fútbol parcticado por los españoles les quitaban portadas.

Con el punto de mira puesto en la final de la Eurocopa, los 'tulipanes' se cruzaron en el camino de una Rusia revelación entrenado por un holandés, Guus Hiddink, que paradójicamente acabó con el sueño de Holanda en cuartos de final, en uno de los mejores partidos que se presenciaron en ese tornero.

Marwijk cambia el aire de los tulipanes

Tras el fracaso de la Euro, Van Basten dejó de ser el seleccionador en favor de un desconocido Bert van Marwijk para el fútbol internacional. Este entrenador ha conferido un aire muy distinto a los 'tulipanes', ha pasado del fútbol decoroso al pragmático.

Para Marwijk vale más la contundencia que las formas. Esta nueva Holanda basa su éxito en una fórmula sencilla, un equipo fuerte atrás y muy efectivo en la punta. Van Bommel es el jefe de la destrucción del juego rival. Por delante tiene al 'cerebro' del equipo Wesley Seneijder, el jugador del Inter.

En las bandas se decido por el desborde de Robben por la derecha y la profundidad de Kuyt por la izquierda. En la punta cuenta con uno de los mejores arietes del mundo, Robin Van Persie. Aunque el jugador del Arsenal no está muy fino de cara al gol este Mundial.

Mención especial merece el portero de los tulipenes, Stekelenburg en el gran desconocido portero del Ajax que sigue la tradición de un país en la que la meta siempre ha estado bien asegurada.

Uno que si está fino es Seneijder, el centrocampista está siendo ese hombre que marca las diferencias en su equipo y que aparece cuando más se le necesita para tirar del carro. Cuando se asocia con Robben son casi imparables. Ambos forman uno de los dúos más mortíferos para las defensan de este Mundial de Sudáfrica.

Evitar a toda costa la asociación de Sneijder y Robben

Una de las claves en la final será evitar que estos dos fenómeneos se asocien y sobre todo no dejar pensar a Sneijder y evitar que inicie su camino entre las líneas españolas, sino será imparable. El jugador del Inter tiene mucha llegada y buen disparo.

También hay que evitar las faltas al borde del área y las jugadas en segunda línea de Van Bommel, gran tirador desde largas distancias. Sergio Ramos tendrá que controlar al incisivo Kuyt y Capdevilla necesitará las ayudas constantes de Busquets para evitar que Robben llegue a su posición favorita, desbordar por dentro y perfilarse en el borde del área para echufar un zurdazo.

El trabajo de Xabi Alonso y Busquets en el centro del campo será esencial para el devenir de la final, tanto en las recuperaciones, como en las ayudas en defensa.

España está ante su gran oportunidad y hay que aprovecharla, porque este grupo se ha juntado para hacer historia en el fútbol, y no sólo por sus éxitos, sino por algo que dejará huella, su estilo.

Para ello hay que vencer el domingo a una Holanda que lleva sin morder el polvo 25 partidos entre amistosos y oficiales. Dos selecciones, dos estilos y un objetivo, conquistar la gloria .