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El cochinillo y otros clásicos

  • Los Barça-Madrid son grandes generadores de polémica y curiosidades
  • La cabeza de cochinillo lanzada a Figo es la acción más recordada
  • Maradona y Ronaldinho salieron aplaudidos del Bernabéu...
  • ...Y Raúl mandó callar al Camp Nou tras marcar un gol

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Desde la cabeza de cochinillo hasta el aplauso a Ronaldinho en el Bernabéu, son muchas las anécdotas que han ocurrido en los Barça - Madrid.
Desde la cabeza de cochinillo hasta el aplauso a Ronaldinho en el Bernabéu, son muchas las anécdotas que han ocurrido en los Barça - Madrid.

Sólo dura 90 minutos. 180 si sumamos los dos choques de la temporada. Apenas tres horas. Escaso tiempo para la cantidad de historias, curiosidades y emociones que desata un Barça-Madrid, el partido que divide cada año a los aficionados españoles.

Independientemente del momento deportivo en el que ambos clubes lleguen al partido, las chispas comienzan a saltar mucho antes del pitidio inicial. Casi desde el instante en el que se conoce el calendario, las espadas se baten por el partido que cada temporada cambiará el mundo y revolucionará la Liga. Pocas veces ha resultado tan trascendental, pero jamás ha pasado desapercibido.

Ya en los comienzos históricos de la Liga, la polémica comenzaba a crecer entre Real Madrid y Barcelona. En 1912, los jugadores blaugranas abandonaron el partido a diez minutos del final al verse perjudicados por el árbitro. La reacción fue excesiva, pero fue superada por uno de sus sucesores casi ochenta años después.

En 1990, el búlgaro Hristo Stoichkov protagonizó una de las acciones más violentas y polémicas al pisar al colegiado, Urizar Azpitarte. El partido, final de la Supercopa, se lo llevaron los blancos y Hugo Sánchez lo celebró llevandose la mano a sus 'machos'.

Los gestos de los jugadores al público son otro clásico del clásico. De la 'machada' de Hugo, a las 'butifarras' de Schuster en 1983 y Giovanni en 1997 dirigidas a la afición blanca.

El Madrid - Barça de 1997 fue uno de los más crispados que se recuerdan, con el regreso de Luis Enrique al Bernabéu y con la famosa 'butifarra' que Giovanni dedicó a la afición madridista.

Las del brasileño fueron especialmente explícitas y repetitivas. Menos obsceno, pero igual de provocador, fue Raúl en 1999. El capitán madridista mandó callar al Camp Nou después de anotar un gol en una imagen inolvidable para los aficionados 'merengues'.

Es una de las imágenes más recordadas del Barça - Madrid de 1999. Raúl marcó un gol y se llevó el dedo a la boca para mandar callar a la afición blaugrana.

Bienvenido a casa...

Ante tantas 'dedicatorias', el público de ambos equipos ha reaccionado de manera desigual. La tensión crece cuando el partido incluye la visita de un ex jugador. Si bien son muchos los que han pasado a jugar con el eterno rival, el momento cumbre se lo ganó Figo en 2002.

Ser un ídolo en Barcelona y regresar vestido de blanco fue una provocación imperdonable para los aficionados culés. La lluvia de objetos fue histórica y el repudio quedó ilustrado con una cabeza de cochinillo lanzada al campo.

El regreso de Figo al Camp Nou vestido de blanco fue toda una provocación para los aficionados culés. La lluvia de objetos fue histórica y quedó simbolizada por una cabeza de cochinillo que fue lanzada al césped.

No obstante, la respuesta del público sí fue ejemplar en otras ocasiones. Rindiéndose a la evidencia y 'tragándose' sus colores, el Bernabéu ha aplaudido hasta en dos ocasiones a su eterno rival. Dos genios del fútbol, Maradona y Ronaldinho, pusieron en pie al graderio madridista con sendos recitales futbolísticos en 1984 y 2005 respectivamente.

El Madrid - Barça del 2005 fue el gran día de Ronaldinho. Los aficionados del Real Madrid reconocieron el gran partido del brasileño poniéndose en pie y aplaudiendo al rival, como ya ocurrió con Maradona en 1984.

No menos educados fueron los jugadores del Barcelona en la temporada 2007/08, cuando homenajeron al Real Madrid con un pasillo en honor al, por entonces, nuevo campeón de Liga.

El Barcelona hizo deportivamente el pasillo a los jugadores madridistas y después lo que hizo fue aguas durante los 90 minutos de partido. Había mucho morbo para ver una acción que es clásica y habitual en el mundo del deporte cada vez que un equipo logra un título, pero que en este caso llegaba marcada por la rivalidad y la expectación que siempre despiertan los grandes clásicos del fútbol. Lo peor para el espectáculo fue que el Barcelona se borró del encuentro y decepcionó por las formas y la imagen que dio anoche en el Bernabéu.

El momento fue vivido intensamente por los aficionados blancos. Porque, en el mundo del fútbol, el presente es lo más importante. Un año después, el Barcelona pasó por encima del Madrid y le endosó un sonrojante 2-6 que borró de un plumazo el, por entonces, reciente pasillo.