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La hegemonía del Manchester marca una jornada de tensión en la zona baja

  • El Hull sale de la zona de descenso con un empate ante el Bolton
  • El Newcastle se hunde y se pone al borde del abismo
  • El Tottenham vence al Manchester City

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La plantilla del United se hace la foto oficial del campeón de la Premier 2009.
La plantilla del United se hace la foto oficial del campeón de la Premier 2009.

La Liga inglesa ya tiene campeón; un Manchester United que sólo necesitó un empate a cero ante el Arsenal para prorrogar su hegemonía en este torneo y retener el trofeo de la Premier por tercera campaña consecutiva, en una jornada marcada por la tensión para los clubes de la zona baja.

El encuentro adelantado del sábado, en el majestuoso y abarrotado Old Trafford, entre el defensor al título liguero y el joven Arsenal que capitanea el internacional español Cesc Fábregas tuvo en vilo a los forofos de este deporte, pendientes del posible desenlace del curso.

El empate a cero dio al United la ocasión de igualar el récord del Liverpool de Rafael Benítez de 18 títulos en la competición nacional -once en la era de la Premier League- al tiempo que asfixiaba las (pocas) esperanzas que aún albergaba la escuadra "red" de remontar en la tabla.

Mientras el United festejaba, continuaba la jornada en otros estadios británicos. El Bolton Wanderers saldaba su encuentro en el Reebok Stadium con el Hull City con un empate a uno en un choque vibrante en el que el plantel visitante peleó por sobrevivir en la Premier.

El punto dio al Hull la ocasión de salir de la zona de descenso -hasta posicionarse en le decimoséptimo lugar- en detrimento del Newcastle United.

Con rostro sombrío, el entrenador de ese equipo, Alan Shearer, se resignaba a la derrota de su plantilla por 0-1 ante el Fulham en su estadio de St James's Park, que les mete en la zona de descenso, a falta únicamente de un partido para cerrar la temporada.

Fue un duelo en el que la fortuna no sonrió precisamente a los anfitriones, que perdieron a Sebastian Bassong por roja directa en el minuto 60, algo que no hizo favores al equipo, que vio más difícil la remontada en el marcador.

El Everton de David Moyes remataba la penúltima jornada de torneo con una victoria cómoda por 3-1 ante el londinense West Ham United, formación que se redujo a diez hombres desde el minuto 37 de juego ante la expulsión de James Tomkins.

En el estadio de Riverside, el Middlesbrough liquidó su cita con el Aston Villa con un empate a uno que aunque concede al "Boro" un punto más, no le salva de un destino agrio en Segunda que parece prácticamente cerrado.

El Stoke se impuso en casa por 2-0 ante el Wigan, mientras que en el campo londinense de White Hart Lane, el ex equipo de Juande Ramos, un Tottenham Hotspur ordenado y ofensivo, ganaba su duelo ante el Manchester City por 2-1.

Firmaban la victoria "spur" el inglés Jermaine Defoe y el irlandés Robbie Keane, que transformó un penalti vital en la recta final del partido, importantísimo, ya que mantiene vivas las esperanzas del club londinense en Europa.

La 37ª jornada de esta Liga continúa el domingo, con los partidos: Chelsea-Blackburn y West Brom-Liverpool y concluirá el lunes con el duelo Portsmouth-Sunderland.