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Demasiado premio para el Villarreal

  • Pese a jugar los mejores minutos de la temporada, el Sporting pierde (0-1)
  • Los locales protestaron una posible mano en el gol de Rossi

Por
SPORTING DE GIJÓN-VILLARREAL CF
Los castellonenses son líderes a la espera de lo que haga el Valencia.

El Villarreal se llevó un premio mayor que el que mereció en el campo del Sporting Gijón (0-1), que jugó con diferencia el mejor partido de su vuelta a Primera división pero que encajó un polémico gol que evitó que, al menos, sumara su primer punto tras su vuelta a la máxima categoría.

El entrenador del Sporting, Manolo Preciado, volvió a cambiar a prácticamente la totalidad del equipo ya que tan sólo Canella y Diego Camacho se mantuvieron en el once inicial en relación al que salió goleado, el último miércoles, en el Santiago Bernabéu (7-1), y que a su vez también había sufrido otros tantos cambios tras el partido ante el Barcelona (1-6).

Las rotaciones del técnico chileno Pellegrini, a pesar de que la próxima semana tiene partido de la Liga de Campeones, fueron menores y tan sólo Pires y Cazorla se quedaron en el banquillo, lo cual no disminuyó el potencial de una plantilla confeccionada para afrontar con garantías dos competiciones del más alto nivel.

Las continuas goleadas que está sufriendo el equipo gijonés no arredran a la afición, que constantemente apoyó a los suyos ya desde el calentamiento a la vez que presionaba al equipo castellonense.

Los locales salieron fuertes como en los partidos anteriores, pero esta vez defendieron mucho mejor su parcela defensiva y, también, ejercieron una mayor presión en el centro del campo hasta el punto de que las primeras ocasiones fueron suyas, aunque sin grandes problemas para Diego López.

El primer susto para la afición rojiblanca llegó a pies de marcos Senna, quien cogió un rechace de Cuellar y remató bombeado tratando de sorprender a un adelantado Cuellar, que respondió con una buena parada; una jugada que fue el prolegómeno de unos minutos en los que el Villarreal dominó con más claridad pero, al igual que anteriormente el Sporting, no creó excesivo peligro.

Llegaron entonces dos jugadas consecutivas en las que Carmelo desperdició sendas ocasiones muy claras: en la primera, tras ganar la acción a Fuentes, no supo superar a Diego López y, la segunda, al querer resolver personalmente una jugada cuando tenía dos compañeros para apoyarle.

Senna de nuevo remató con peligro, pero el Sporting adelantó sus líneas y pasó a jugar los mejores minutos de la temporada encerrando, al Villarreal en su parcela y creando mucho más peligro que hasta entonces.

Ovación al descanso

En uno de los robos de balón en el centro del campo, llegó un centro que Bilic remata al larguero (minuto 41), tras haber superado el balón al portero visitante, en la que fue la ocasión más clara de toda una primera mitad que finalizó sin goles.

Algo que esta temporada no habían logrado los sportinguistas en las cuatro jornadas precedentes, lo que motivó una cerrada ovación de la hinchada local cuando los jugadores se retiraban a los vestuarios.

Pellegrini decidió dar mordiente a su equipo y tras el descanso metió a Cazorla y Rossi por Mati Fernández y Nihat; pero la primera ocasión fue de nuevo para el Sporting en un remate de Bilic al que respondió Diego López con una gran parada.

No obstante, el Villarreal empezó a dominar más el balón y los centros al área se sucedieron con mayor continuidad que en toda la primera parte. Ello unido a que el Sporting no cortaba tantos balones en el centro del campo los locales empezaron a pasar apuros.

Fruto de este cambio en la marcha del partido fue la ocasión de Llorente (52'), en un remate desde el borde del área pequeña, al que responde Cuellar con una gran parada mandando el balón a córner, ocasión que espoleó al Sporting que volvió a jugar a un gran nivel con rápidas combinaciones por ambas bandas espoleados por un público totalmente entregado.

Pero la mala suerte casi siempre se ceba en los más débiles y, en un córner, el balón llega rechazado a Rossi, que aparentemente se prepara el balón con la mano y, luego, dispara batiendo a Cuellar en medio de la protesta generalizada de los espectadores de los jugadores. Trajo consigo tarjetas amarillas al portero Cuellar y al defensa Gerard y unos instantes después roja a Manolo Preciado.

Estas acciones provocaron una monumental protesta de la grada, pero los minutos pasaban y el los rojiblancos lo seguían intentando como en un remate de cabeza de Diego Castro que sale rozando el poste ante la desesperación de los aficionados.

El Sporting lo intentó con todas sus fuerzas, pero el Villarreal se defendió con orden aunque no sin apuros, buscando el contraataque que les diese el gol de la tranquilidad y aprovechando que los rojiblancos estaban volcados al ataque. Pero no se pasó del 0-1, que no hace justicia a lo que se vio sobre el terreno de juego.