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Isinbayeva vuela en el 'Nido' de Pekín

  • Ha marcado un nuevo récord del mundo tras un salto magistral de 5,05 metros
  • La atleta rusa ha ganado el oro sin problemas frente a Stuczynski y Feofanova

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El último salto de Isinbayeva

La rusa Elena Isinbayeva, la única mujer que ha conseguido volar sobre una pértiga sobre los cinco metros de altura, ha logrado sin problemas el oro en la prueba de salto con pértiga femenino de los Juegos de Pekín, batiendo además el record del mundo, que ha dejado en 5.05 metros. La segunda plaza fue para la estadounidense Jennifer Stuczynski, que saltó 4,80 metros, mientras que el bronce se lo llevó la rusa Svetlana Feofanova, con 4,70 metros.

Con las uñas pintadas de negro y las manos untadas compulsivamente con resina en spray, la rusa no despertó hasta los 4.75 metros, cuando muchas de las saltadoras de la final ya habían acabado su periplo olímpico. Saltó con amplísimo margen esta altura, y prosiguió sin problemas hasta los 4,85, donde sus rivales ya no pudieron seguirla. Luego, la rusa intentó en dos ocasiones superar los 4,95, marca que logró a la tercera, marcando un nuevo récord olímpico.

El siguiente intento, con todos los ojos del estadio puestos en ella y con el resto de las pruebas del día ya terminadas, fue para el récord del mundo: 5,05 metros. Falló al primer intento. El segundo también fue nulo. Y al tercero, la apoteosis. La rusa pasó sobrada, haciendo bueno el dicho de su entrenador: "si se lo propone, saltará por encima de los 5,15 metros". Sólo es cuestión de tiempo que lo consiga.

Cuando Isinbayeva se hizo con el oro en Atenas lo hizo con una marca de 4.91 metros, lo que supuso un nuevo récord del mundo. Desde entonces, la rusa ha batido hasta en ocho ocasiones su propia marca. La última, hace tan solo unas semanas, dejándola en 5.04 metros. Y es que a Isinbayeva parece haberle sentado estupendamente la aparición de una rival dura con la que luchar por el primer puesto del podio, que lleva adjudicándose sin problemas en los últimos seis años.

De hecho, fue ver que la estadounidense Jennifer Stuczynski intentó saltar en los trials estadounidenses 5,02 -sin éxito- y la reacción de la rusa fue inmediata: unos días después mejoraba por dos centímetros su propio record del mundo en la Golden Gala de Roma. No vaya a ser que le quiten el trono, que ostenta sin rival desde que destronó en los Juegos de Atenas a su compatriota Svetlana Feofanova.