La escalada de tensión entre Israel e Irán ha convertido las noches en una carrera de alarmas, misiles y refugios antiaéreos. Las sirenas suenan en ambos países con creciente frecuencia, forzando a sus ciudadanos a estar en alerta constante, pendientes del móvil y listos para buscar protección.
Mientras que en Israel existen sistemas automatizados de alerta que guían a la población paso a paso —desde la prealerta hasta el fin del peligro—, en Irán la embajada española ha asumido el papel de informar a los nacionales allí residentes. En medio de esta rutina de sobresaltos, las ciudades israelíes intentan mantener cierta normalidad, pero la amenaza permanece.
Foto: AHMAD GHARABLI/AFP
Diario de Ucrania