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El médico del papa Francisco, Sergio Alfieri, visitó al pontífice unos pocos días antes de su fallecimiento. Según le comunicó, se encontraba mejor y podía trabajar. En la madrugada del lunes, el doctor recibió el aviso de que el papa se encontraba muy enfermo. Cuando llegó a su residencia, constató que Francisco no respondía a los estímulos y comprendió que se encontraba en coma.

Cuando se observa el interior de la tienda Gammarelli, la primera palabra que viene a la mente es tradición. En el taller del fondo llevan más de 200 años confeccionando trajes para el clero: sacerdotes, cardenales, arzobispos y, especialmente, papas. Juan Pablo II, por ejemplo, vistió en numerosas ocasiones los diseños de esta sastrería.

También antes del cónclave que eligió a Francisco, cosieron tres trajes para el estreno del nuevo papa en distintas tallas: pequeña, mediana y grande, porque el nombre estaba todavía por decidir. Esta vez no han recibido ningún encargo.

Son seis generaciones ya. Entre los eclesiásticos su nombre habla por sí solo. El sucesor de Francisco ya sabe dónde tiene una apuesta segura para sus vestimentas eclesiásticas.

En una Iglesia dominada por hombres, el papa Francisco dio importantes pasos para dar más poder a las mujeres a lo largo de sus 12 años de pontificado. Sobre ello puede hablar María Lía Zervino, quien fue elegida por el pontífice para formar parte del Dicasterio de los obispos, núcleo de los nombramientos más importantes.

Frente a otras ramas del cristianismo, la ordenación de mujeres es todavía un debate incipiente que el último Sínodo apenas abrió. Desde la asociación de mujeres católicas más importante defienden la labor de Francisco. Por su parte, Zervino confía también en que el siguiente papa continúe un camino que, según dice, "ya no puede tener vuelta atrás".

Las horas transcurren, pero el fervor por despedir al papa Francisco continúa. Durante toda la noche y la mañana del jueves, los fieles no han dejado de llegar a la plaza de San Pedro en una marea humana que ha tenido que esperar largas colas, incluso de madrugada. Los fieles proceden de todo el mundo y a cada uno le mueve una razón diferente

"Era un lider que realmente amaba. Amaba a la gente y yo creo que quería extender ese mensaje de amor verdadero y compasión", señala una estudiante estadounidense. "Era el papa de mi era", asegura Mark, un fiel filipino, que espera su turno con el rosario en las manos.

Otros asistentes destacan sus vertiente humana: "Un papa maravilloso, bueno humano, inteligente..." afirma una mujer. Como muchos de los que han pasado hoy por la capilla ardiente de Francisco, le agradece su cercanía a los fieles por ser, en definitiva, un papa para el pueblo.

Nurya Martínez Gayol, profesora de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, ha visitado Las Mañanas de RNE con Josep Cuní para abordar las cuestiones sobre los rituales y la forma de proceder de la Iglesia tras el fallecimiento del papa Francisco. El pontífice cambió los protocolos a seguir para el funeral, según la experta, "hay una pretensión detrás, posiblemente, de no alargar el proceso y de no dejar a la Iglesia sin dirección durante este tiempo".

Una de las peculiaridades del entierro de los papas era el uso de los tres ataúdes que Francisco derogó hace unos meses, cambiándolo a un solo ataúd, "puede parecer una cosa puramente exterior y sin importancia, pero el valor está en el signo, en la simplicidad", Gayol explica que "es una forma de ponerse en medio del pueblo como uno más aunque sea el papa, se siente y se transmite a través de gestos y signos para estar cerca del pueblo", concluye.