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Más allá del fútbol, el papa Francisco también era un gran fan de la música. Artistas como Aretha Franklin o Patti Smith cantaron en eventos del Vaticano por petición expresa del Santo Padre. Además, numerosas estrellas del pop y del rock se reunieron con él en la Santa Sede.

Hasta 4.000 policías, diseminados por cada esquina de Roma, y 2.000 carabineros y militares, refuerzan el operativo para garantizar la seguridad en la ciudad de cara a la avalancha de peregrinos que acuden para despedir al papa Francisco en la basílica de San Pedro. Hay quien discute las nuevas normas, pero la mayoría de los romanos y los forasteros solo reclaman un poco más de información sobre los controles desplegados.

Los aledaños de la plaza de San Pedro son estos días como un Gran Hermano. Multitud de cámaras graban y registran todo lo que ven. Cuentan con tecnología 3D y reconocimiento facial.

(IMAGEN: ANDREJ ISAKOVIC).

El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, es uno de los cuatro cardenales españoles que tendrán derecho a voto en el cónclave para elegir al sucesor de Francisco. Nombrado por Francisco en 2017, Omella asegura a TVE que acude al encuentro que se celebra este miércoles entre los cardenales "con los ojos abiertos, los oídos y el corazón" y "con la libreta y la página en blanco". De cara a la elección del nuevo papa, afirma que una de las cosas que hay que plantear es "qué desafíos tiene en estos momentos tanto la Iglesia como la sociedad" y dice que no se trata "tanto si es progresista o si es retrógrado, sino si es fiel al Evangelio".

Foto: Lorena Sopêna / Europa Press

Austen Ivereigh, biógrafo del papa Francisco, ha hablado con TVE en Roma. El autor de los libros "El gran reformador" y "Pastor herido" recuerda al papa como "una persona excepcional".

Empezaron a trabajar juntos cuando Ivereigh le propuso hacer un libro que abordase el "cómo podíamos salir mejor de la pandemia". A partir de ese momento se empezó a tejer una "relación tierna", según la describe el escritor.

Uno de los mayores recuerdos que Ivereigh tiene del pontífice es "su empeño misionero en todos los contextos". La última vez que lo visitó en Roma "tenía una bronquitis fuerte", recuerda. "Al irme de su apartamento, tuve la sensación de que iba a ser la última vez que le iba a ver". Ahora se despide de él en el Vaticano.

Bajo un sol de abril que parece de julio, una gran multitud espera en largas colas para ver por última vez al papa Francisco, para despedirse de él y para agradecerle la gran transformación de la Iglesia realizada durante su papado. Colas de feligreses que anhelan disfrutar de unos minutos de silencio junto a Francisco una vez que lleguen a la basílica de San Pedro. Algunos están dispuestos a esperar todo el día, si fuera necesario, otros se resguardan del calor bajo un paraguas, y todos coinciden en que el instante que estén en la capilla, no lo olvidarán en toda su vida.

Desde el inicio de la mañana, numerosos religiosos se han despedido del papa Francisco en la plaza de Santa Marta. En el interior de la capilla, los cardenales han acompañado al cuerpo del pontífice hasta el inicio de su traslado a San Pedro. A continuación, han entrado los "sediarios", laicos romanos que se encargan desde hace siglos de esta tarea. Primero, han usado ruedas y, después, han cargado el féretro a hombros. Los fieles han estallado en aplausos al paso de la comitiva. Ya en la basílica, han depositado el cuerpo ante el altar de confesión, en el suelo.

Raúl Berzosa es un pintor español que recibió un e-mail del Vaticano para un proyecto sobre el papa Francisco: "La sorpresa fue bastante grande. Que se pongan en contacto contigo desde el Vaticano... Aunque sea para pedirte imágenes, no encargos, eso es que te tienen echado el ojo", señala. En 2013, justo cuando Francisco se convirtió en papa, le pidieron fotos de su fresco de Santa Teresa de Jesús, que se encuentra en la Iglesia del Santo Ángel, ubicada en Sevilla. En 2016, le llegó su primer encargo: hacer un retrato del papa Francisco. La obra, titulada Francisco, se creó para la casa sacerdotal San Juan de Ávila, en Almería.

Una de las preocupaciones del papa Francisco fueron las finanzas del Vaticano. Después de varios escándalos tomó medidas para prevenir actividades ilegales como el lavado de dinero y reforzó los controles de las cuentas. Por otro lado, impuso recortes, entre ellos, bajadas de salarios, a los que se opuso parte de la curia romana.

Siguiendo el camino de su predecesor, Francisco quiso sanear las cuentas vaticanas y ordenó que un tribunal laico juzgara escándalos financieros anteriores. Pidió auditorías internas en el Banco Vaticano y cerró más de cinco mil cuentas sospechosas. Un año después de ser nombrado papa, en 2014, creó la Secretaría para la Economía, un órgano de coordinación y control de las finanzas.

Juan Antonio Guerrero, quien fue prefecto de la Secretaría para la Economía del Vaticano, comenta que estas medidas iban dirigidas a tener "una mayor transparencia y para tener visibilidad". Añade que "cuando se tiene visibilidad baja bastante la corrupción".

El Vaticano tiene un déficit de más de 80 millones de euros y la previsión es que aumente debido a la caída de las donaciones. La recaudación por el jubileo de este año es imprescindible.

En Ucrania, los esfuerzos diplomáticos languidecen y la guerra no se detiene. Este miércoles han muerto al menos nueve personas en un ataque ruso a un autobús. Mientras, en Londres, se esperaba un encuentro entre Estados Unidos y sus aliados europeos, en busca de un alto el fuego. Pero a última hora, el secretario de Estado estadounidense ha cancelado el viaje. La abrupta retirada de Marco Rubio llega con Washington en plena presión sobre Ucrania y a Rusia.

Con la muerte del papa Francisco, el Gobierno italiano ha activado un megaoperativo de seguridad para controlar la llegada masiva de fieles, y ha delegado en Protección Civil la gestión de las operaciones de emergencia y la logística. Las medidas comenzaron a aplicarse desde este lunes, tan solo unas horas después del fallecimiento del pontífice, cuando algunas calles cercanas al Vaticano se cerraron por precaución.

Francotiradores, escuadrones anitbomba, grupos caninos o, incluso, bomberos estrenados para diferentes amenazas nucleares o químicas, son algunas de las unidades que conforman el amplio operativo de seguridad, que también está enfocado en la llegada de jefes de Estado de varios países del mundo.