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El Gobierno de Estados Unidos ha revocado la autorización de la Universidad de Harvard para matricular a estudiantes internacionales. En 'Las Mañanas de RNE' hablamos con Manuel Muñiz, rector de la IE University y profesor de Relaciones Internacionales. Muñiz dirigió el programa de Relaciones Transatlánticas de la Universidad de Harvard y valora que la medida "es muy grave y extremadamente severa". "Afectará a una cuarta parte del total de los alumnos de Harvard y no solamente a los nuevos estudiantes, sino también a los que estén ahora mismo cursando el programa", explica.

Muñiz asegura que esta prohibición de matricular a estudiantes extranjeros forma parte de una "estrategia amplia y concertada, en la que hay otros ejes", como cortar las fuentes de financiación de programas de investigación o cambiar el tratamiento fiscal del patrimonio de las universidades norteamericanas. "La medida no tiene precedentes en la historia reciente de EE.UU. [...] Se trata de jóvenes que han superado procesos de admisión estrictos, habrán rechazado plazas en otras universidades importantes y ahora estarán viendo de qué forma reconfiguran su carrera".

El rector de la IE University considera que esto "no debe ser objeto de celebración por parte de nadie", pero apunta que esta medida supondrá un "énfasis enorme en el fortalecimiento de la Unión Europea". "No son buenas noticias, pero los europeos tenemos que hacer nuestros deberes y atraer todo el talento que podamos".

El Gobierno de Estados Unidos ha revocado la autorización de la Universidad de Harvard para matricular a estudiantes internacionales, según ha anunciado el Departamento de Seguridad Nacional. La medida implica que Harvard ya no podrá aceptar nuevos alumnos extranjeros y que los que ya están matriculados deberán transferirse a otras instituciones o perderán su estatus legal en el país.

Sin embargo, el Ejecutivo ha dado 72 horas a la universidad de Harvard para proporcionar información sobre actividades "violentas" y protestas en las que hayan participado sus alumnos si quiere recuperar su programa de matriculación de extranjeros.

La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, ha indicado a la institución en una carta que podía reinstaurar su certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio si cumplía con una serie de requisitos en esas 72 horas.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, han celebrado este jueves en Washington su primera reunión oficial, en la que han abordado sus diferencias sobre el gasto en defensa de España.

Mientras Albares ha defendido el "enorme esfuerzo" de su país para alcanzar la meta del 2% del PIB, Rubio ha insistido en la postura de Estados Unidos de que los aliados de la OTAN deben elevar el objetivo al 5%.

"Ha habido un intercambio y cada uno ha expresado sus puntos de vista con mucha claridad", ha resumido Albares en una posterior rueda de prensa en solitario celebrada en la embajada española en Washington.

Sarah Milgrim y Yaron Lischinsky, dos jóvenes trabajadores de la embajada de Israel en Washington, fueron asesinados a tiros frente al Museo Judío, justo cuando salían de un acto oficial. La pareja, que estaba a punto de comprometerse, murió en el acto.

Israel ya ha catalogado el asesinato como un "ataque antisemita". Desde Tel Aviv han señalado a la Unión Europea como "cómplice" de la muerte de ambos trabajadores.

Sin embargo, el sospechoso, identificado como Elías Rodríguez, actuó solo y, por el momento, las autoridades no lo vinculan con un atentado terrorista, aunque no descartan la hipótesis. Tras el tiroteo, dejó el arma y entró al museo, haciéndose pasar por una víctima. Al ser detenido, gritó 'Libertad para Palestina'.

Desde la Casa Blanca, el Gobierno de Donald Trump ha condenado el suceso y ha prometido una respuesta judicial contundente.

La visita del presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, a Washington el miércoles arrancó con tensión y terminó en escándalo. Su homólogo estadounidense, Donald Trump, ya le había retirado la ayuda humanitaria a Sudáfrica, expulsado a su embajador y acusado al país de cometer un "genocidio" contra granjeros afrikáners, descendientes de europeos blancos. Durante el encuentro, Trump mandó apagar las luces en el Despacho Oval y proyectó un video con cánticos que clamaban por "matar a los granjeros" como prueba.

Ramaphosa, visiblemente incómodo, rechazó la narrativa y aseguró que su Gobierno no respaldaba esos mensajes. Además, subrayó que la mayoría de las víctimas de crímenes en Sudáfrica se cometen contra y por personas negras. Para suavizar el encuentro, llevó consigo a empresarios y golfistas blancos que insistieron en que los datos policiales no respaldaban la tesis del genocidio blanco.

Trump también invitó al magnate estadounidense, Elon Musk, crítico habitual de Sudáfrica, quien cerró la jornada con un comunicado oficial: “Trump tiene razón y acaba de demostrarlo con el video".

Dos trabajadores de la embajada de Israel en Estados Unidos fueron asesinados anoche a tiros en el exterior del Museo Judío de Washington, donde se estaba celebrando un evento del Comité Judío Americano. El presunto responsable del asesinato gritó Palestina libre en el momento de ser detenido, según ha relatado la policia, y tanto el presidente como el primer ministro israelí lo han tachado de crimen antisemita. También estaremos en Gaza donde la ayuda humanitaria, muy escasa, está entrando pero el reparto entre los miles de personas que llevan meses pasando hambre por el bloqueo israelí es ahora lo más complicado.

Rusia y Ucrania han intercambiado las listas de mil prisioneros de cada país para ser canjeados en el que sería el mayor intercambio desde el inicio de la guerra. También estaremos en Rumanía donde el Tribunal Constitucional ha declarado al europeísta Nicusor Dan, presidente electo. En Reino Unido hay nuevos datos sobre inmigración en el último año.

Tendremos una entrevista sobre los 80 años de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki con Hiroshima, un libro de Agustín Rivera que narra la tragedia a través de los supervivientes y conoceremos la historia de una mujer que fue esterilizada forzosamente en Perú junto a varias decenas de miles de mujeres más bajo el gobierno de Alberto Fujimori.

Sarah Milgrim y Yaron Lischinsky murieron al instante. Acababan de salir de un acto en el Museo Judío de la capital estadounidense. Iban con otras dos personas que resultaron ilesas. Según la policía, el autor de los disparos usó una pistola que dejó caer allí mismo. Luego se dirigió al museo.

"Libertad para Palestina", gritó ya con las esposas puestas. Las autoridades lo identifican como Elías Rodríguez, de 30 años y residente en Chicago. No tiene antecedentes y tampoco la policía lo tenía en el radar. El FBI trata el crimen como posible delito de odio e investiga vínculos terroristas. La Fiscalía todavía no ha presentado cargos.

El tiroteo se ha producido en una de las zonas más vigiladas de Washington. El Museo Judío está ubicado frente a las oficinas del FBI y está cerca del Capitolio y la Casa Blanca.

Yaron Lischinsky había nacido en Alemania y emigrado a Israel con 16 años. Su novia Sarah Milgrim, nacida en Kansas City, tenía doble nacionalidad israelí y estadounidense. Ambos trabajaban en la embajada en asuntos de política internacional. El embajador de Israel ante la ONU dice que el crimen nace de las críticas a la ofensiva de Israel en Gaza, que el Gobierno israelí califica de "antisemitas".

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha llamado al líder de Ucrania, Volodímir Zelenski, y, posteriormente, al ruso, Vladímir Putin, con la intención de avanzar hacia unas negociaciones que pongan fin a la guerra de Ucrania.

El conflicto cumple ya más de tres años, comenzó el 24 de febrero de 2022. La última conversación telefónica entre Trump y Putin ocurrió este pasado lunes. Justo después de unas negociaciones en Estambul, sin Putin ni Zelenski, en la que acordaron el intercambio de 2000 combatientes presos, 1000 de cada bando.

La llamada deja diferentes conclusiones. El presidente estadounidense afirma que tanto Rusia como Ucrania comenzarán “inmediatamente” las negociaciones. Aunque Putin declara: "Rusia propondrá y está lista para trabajar con la parte ucraniana en un memorándum de un posible acuerdo de paz futuro". Los residentes de las capitales de ambos países, Kiev y Moscú, también sacan sus propias opiniones tras el diálogo. Mientras unos sienten esperanza por una posible paz, otros tienen claro que el fin de la guerra no llegará.

La Unión Europea no confía en una posible tregua por parte del Kremlin, y por ello deciden mantener la presión sobre Rusia aprobando el paquete de sanciones número 17 un día después de dicha conversación. La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, Kaja Kallas, sentencia: “Hemos visto claramente en la llamada de ayer que no están de acuerdo”.

Zelenski, por su parte, ha afirmado que Rusia está “tratando de ganar tiempo para continuar la guerra y la ocupación”. El presidente ucraniano pide más presión internacional tras una conversación con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. "Sin presiones sobre Moscú, una paz justa no puede lograrse".

El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, se ha encontrado con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca. Durante la reunión se vivió un momento de tensión entre ambos mandatarios, primero por los aranceles impuestos a Pretoria y la decisión de Sudáfrica de iniciar un proceso judicial contra Israel. A lo que Trump ha respondido con una denuncia de "genocidio" contra los granjeros sudafricanos blancos, de los cuales han acogido un significativo grupo en Estados Unidos.

También, Trump ha solicitado una "explicación" sobre su teoría de que la minoría blanca afrikáner es objeto de "persecución" en el país.

Ante los señalamientos, Ramaphosa ha respondido que no hay "genocidio de afrikáners". También ha recalcado que "si hubiera un genocidio de granjeros 'afrikáners' te puedo asegurar que estos caballeros no estarían aquí, incluido mi ministro de Agricultura".

Los primeros refugiados de la Administración de Donald Trump fueron un grupo de 50 sudafricanos blancos de la minoría afrikáner, granjeros descendientes de los colonos holandeses. Aterrizaron en Estados Unidos el 12 de mayo y sostienen que no dejaron su país por gusto. Uno de ellos, Charl, explica que recibía mensajes con amenazas de muerte, que ha dejado atrás su granja y a su familia.

El mismo día en que a ellos los recibían con globos y banderas, les decían a los afganos que huyeron de los talibanes que ya era hora de que volvieran a su país. ¿Por qué los afganos no y los afrikáners sí? Uno de los motivos que da el Gobierno de Trump es que, dicen, pueden integrarse fácilmente.

Foto: AP Photo/Julia Demaree Nikhinson