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El emir de Catar ha recibido a Donald Trump y juntos han pasado revista a la guardia en una recepción con todos los honores. Era el preludio a la firma de acuerdos comerciales por valor de 1,2 billones de dólares en inversiones y compras por parte de los cataríes. El país del Golfo Pérsico era la segunda parada de la gira internacional de Trump. El encuentro entre ambos mandatarios supone un paso hacia la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Siria, a la que Washington llegó a incluir en el llamado eje del mal. Algo que puede redefinir los equilibrios políticos y de poder en Oriente Próximo.

En su primera gira por Oriente Próximo tras ser reelegido como presidente de EE.UU., Donald Trump ha anunciado que levantará las sanciones contra Siria. “Tras hablar de la situación en Siria con el príncipe heredero y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que me pidió el otro día algo muy similar, y son amigos míos que respetan mucho Oriente Medio, voy a levantar las sanciones contra Siria”, ha dicho el mandatario estadounidense durante un discurso en un foro de inversiones en Arabia Saudí.

La decisión de Trump supondrá un alivio para la población siria, muy castigada tras 14 años de guerra y sanciones internacionales. Aunque estas sanciones se impusieron con el objetivo de ahogar al Gobierno de Al Asad, afectaron profundamente a la sociedad civil, dificultando la entrada de ayuda humanitaria y remesas de sirios en el extranjero.

Las nuevas autoridades sirias han celebrado la decisión de Trump, que se ha reunido con el presidente interino de Siria, Ahmed Al Shara. El nuevo presidente sirio fue el fundador de la exfilial siria de Al Qaeda, entonces conocida como Frente al Nusra, e incluso permaneció detenido durante casi un lustro por las tropas estadounidenses en Irak, donde Al Sharaa luchó contra ellas como parte de la red terrorista tras la invasión de 2003.

Sin embargo, desde la caída de Al Asad y su consecuente posicionamiento como hombre fuerte de Siria, varias delegaciones estadounidenses de congresistas, empresarios e incluso representantes oficiales han visitado Damasco.

El futuro de la guerra de Ucrania pasa por Estambul, con más incógnitas que certezas. Allí se han citado el jueves rusos, ucranianos y estadounidenses. Zelenski ya ha dicho que sólo se sentará a negociar directamente con Putin, pero el presidente ruso no confirma ni desmiente su asistencia. Este miércoles, Donald Trump ha anunciado que podría sumarse. Su secretario de Estado, Marco Rubio, sí asistirá a la reunión.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está ya en Catar, la segunda escala de su gira por Oriente Medio. Su paso por Arabia Saudí ha dejado acuerdos millonarios, el anuncio de que levanta las sanciones a Siria y la imagen que lo escenifica: la de su encuentro con el presidente sirio, Ahmed Al-Shara, que derrocó a Al Asad el pasado diciembre y al que hasta hace poco Trump consideraba un terrorista.

Foto: Bandar Aljaloud/Saudi Royal Palace via AP

Donald Trump ha sido recibido en Arabia Saudí con honores. Ha llegado a Riad con el objetivo de fomentar las inversiones en Estados Unidos y el reino saudí no ha tardado en prometer desembolsar 600.000 millones de dólares en proyectos energéticos y tecnológicos así como en comprar armas a Estados Unidos. Además, Trump le ha dado un ultimátum a Irán: ha dicho que se le acaba el tiempo para alcanzar un acuerdo nuclear. Con Siria ha habido un acercamiento y Trump ha anunciado que le retirará las sanciones.

Donald Trump ha aterrizado este miércoles en Arabia Saudí. Es la primera parada de su primera gira internacional por Oriente Medio que hace en su segundo mandato. Este miércoles volará a Catar, donde recibirá como polémico regalo un lujoso avión que quiere convertir en el nuevo Air Force One y terminará en Abu Dabi. El objetivo de su viaje: conseguir inversiones por valor de un billón de dólares. Tampoco descarta hacer escala en Turquía si el presidente ruso, Vladímir Putin acepta verse allí con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski. Las guerras de Ucrania y Gaza siguen abiertas, pero la prioridad de Trump en esta gira es hacer negocios.