Trump y Ramaphosa chocan en la Casa Blanca por las acusaciones de "genocidio blanco" en Sudáfrica
- El mandatario ha concedido asilo a decenas de ciudadanos blancos sudafricanos por presunta discriminación racial
- Pretoria señala que las declaraciones ignoran la profunda herida histórica del apartheid en el país africano
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha protagonizado un tenso encuentro con su homólogo sudafricano, Cyril Ramaphosa, durante una reunión en la Casa Blanca. Trump ha puesto sobre la mesa uno de los temas más polémicos entre ambos países, consistente en denunciar un supuesto "genocidio blanco" en Sudáfrica.
Tras un inicio cordial en el que Trump ha elogiado a golfistas sudafricanos y Ramaphosa ha expresado interés en hablar sobre minerales estratégicos y comercio, el mandatario estadounidense ha cambiado radicalmente el tono. El tema de conversación ha virado sobre la reciente concesión de asilo por parte del Gobierno de EE.UU. a 49 ciudadanos sudafricanos blancos, todos ellos identificados como "refugiados" por presunta discriminación racial.
La tensión solo ha vuelto a disiparse tras la intervención de los emblemáticos golfistas afrikáners Ernie Els y Retief Goosen, quienes formaban parte de la delegación sudafricana. Ambos han evitado respaldar las denuncias de genocidio.
El mandatario estadounidense ha mostrado un video en el que, a su juicio, evidenciaba una campaña sistemática de asesinatos contra granjeros blancos. Ramaphosa, con expresión seria, ha observado la grabación en silencio y posteriormente ha comentado que no la había visto antes, pidiendo detalles sobre su procedencia.
Pretoria ha insistido en que estas declaraciones ignoran la profunda herida histórica del apartheid y niegan el contexto de desigualdad estructural que aún persiste. Las autoridades sudafricanas han sostenido que no existe un patrón sistemático de violencia racial contra los blancos, sino un problema generalizado de criminalidad que afecta en mayor medida a la población negra.
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Transcripción completa
Me gustaría fotografiar gratis a personas en sus casas.
Sin segundas intenciones.
Este anuncio por palabras,
permitió al fotógrafo sudafricano David Goldblatt
introducirse en la vida cotidiana del Apartheid.
Durante 40 años, documentó la brutal segregación racial.
"Esa contradicción permanente,
que por una parte están expulsando a los negros de las ciudades,
pero a la vez, tienen que entrar los negros,
porque son los que sirven en las casas,
los que están en las minas, los que hacen que el país funcione".
A Goldblatt le llovieron las críticas
porque huyó de la violencia explícita en sus fotos,
pero la revisión de su obra reafirma su mensaje:
el racismo es intolerable.
Como intolerable fue para ella, la fotógrafa Consuelo Kanaga,
ocultar la belleza de los afroamericanos.
Fotoperiodista pionera en la América de los años 20,
quiso dignificar con sus retratos a la población negra,
invisible para la sociedad.
"Por ejemplo, en esta fotografía que hay tres tomas distintas,
que lo suelen hacer mucho para ver que imagen da mejor,
porque para ella lo fundamental es que se manifiesten a sí mismos,
sin poner nada, sino que ellos se expresen como son".
Activista,
Kanaga participó en la marcha por los derechos civiles
en Washington en el 63.
Denunció la pobreza extrema
en sus viajes por el sur profundo del país,
sin renunciar a la belleza.
Son dos de los superhéroes más queridos
La reunión llega en un momento crítico para Sudáfrica. Estados Unidos es su segundo socio comercial después de China, y el cese de la ayuda humanitaria ya ha afectado áreas sensibles como el control del VIH. A este respecto, Trump ha declarado que los recortes de su Administración a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional han sido "devastadores", si bien no se ha retractado de su decisión.
Trump presenta pruebas del presunto "genocidio blanco"
Durante la reunión, Trump ha pedido al personal de la Casa Blanca que reprodujera videos presuntamente relacionados con la expropiación de tierras en Sudáfrica, y que afectarían a granjeros blancos. En una de las grabaciones, pudo verse al líder del partido sudafricano Luchadores por la Libertad Económica, Julius Malema, exigiendo la expropiación de tierras y la nacionalización de los recursos del país.
"Con o sin ustedes, la gente va a ocupar tierras, no necesitamos permiso de ustedes ni del presidente", señalaba Malema. Según Trump, sus declaraciones afectan directamente a los terrenos de los afrikáners, descendientes de colonos europeos blancos en Sudáfrica.
Trump luego ha mostrado a Ramaphosa artículos impresos sobre crímenes contra blancos en Sudáfrica, con fotos de personas golpeadas y sangrando, mientras repetía la palabra "muerte" cada vez que pasaba las páginas. Cuando Ramaphosa ha intentado señalar que la mayoría de víctimas de crímenes violentos en su país son negras, Trump lo ha interrumpido tajantemente: "Los granjeros no son negros".
El líder sudafricano ha sido tajante: "Si hubiera un genocidio de granjeros afrikáners, le puedo asegurar que estos caballeros no estarían aquí, incluido mi ministro de Agricultura [John Steenhuisen, de origen blanco]". Ramaphosa ha pedido al mandatario estadounidense no dejarse llevar por una narrativa distorsionada y escuchar a la población sudafricana para comprender la realidad.
La relación entre Washington y Pretoria se ha deteriorado en los últimos meses. La Administración Trump ya ha anunciado que no participará en los eventos del G20 que este año se celebran en Sudáfrica como medida de presión, además de expulsar al embajador sudafricano del país. A este respecto, Ramaphosa ha opinado que "sin Estados Unidos, [la cumbre] realmente no es muy importante porque ya no es la misma reunión".
Un empresario sudafricano niega que las muertes solo afectan a los blancos
Durante la reunión con Ramaphosa, el empresario sudafricano, Johann Rupert, también presente, ha declarado a Trump que Sudáfrica necesita ayuda tecnológica para detener las muertes en el país, que, a su juicio, no se limitan a los agricultores blancos, sino a todos los sectores.
"Tenemos demasiadas muertes... No se trata solo de agricultores blancos, sino de todos los sectores, y necesitamos ayuda tecnológica. Necesitamos Starlink en cada pequeña comisaría. Necesitamos drones", ha señalado Rupert durante el encuentro en el Despacho Oval.
Además de Rupert, la cita en el Despacho Oval también ha tenido a un tercer actor inesperado: el magnate, también de origen sudafricano, Elon Musk, quien contrario a las declaraciones de la delegación sudafricana, ha acusado al Gobierno su país natal de perseguir a la minoría blanca.
Rampahosa dice que su visita ha sido un "éxito" pese a la discusión
Por su parte, Ramaphosa ha calificado como un "éxito" su visita a Washington pese a la discusión con Trump. “Nuestra visita ha sido un gran éxito. Hemos logrado relanzar las relaciones con Estados Unidos y poner sobre la mesa temas clave como la inversión y el comercio”, ha dicho horas después.
El presidente sudafricano ha sostenido que tanto él como los afrikáners que integraban su delegación lograron sembrar en Trump “dudas” sobre su idea preconcebida de que existe un genocidio en Sudáfrica.
“Había quienes esperaban un drama, algo grande… siento haber decepcionado a algunos”, ha ironizado Ramaphosa, quien se ha mostrado confiado en que Trump finalmente asistirá a la cumbre del G20 que se celebrará este año en Sudáfrica.
Sudáfrica propone un acuerdo comercial que incluye compra de gas natural
El ministro de Comercio de Sudáfrica, Parks Tau, ha anunciado que su Gobierno ha presentado a Estados Unidos una propuesta para reforzar las relaciones comerciales y de inversión entre ambos países. Durante una rueda de prensa, Tau ha destacado que el plan incluye la compra de gas natural licuado (GNL) procedente de EE.UU., una iniciativa que, según el ministro, fue "positivamente recibida" por las autoridades estadounidenses.
A su vez, Ramaphosa ha anunciado que su país y Estados Unidos iniciarán conversaciones sobre el suministro de minerales críticos. En declaraciones a medios, el mandatario sudafricano ha señalado que su país cuenta con hasta nueve minerales esenciales que interesan a EE.UU. "Queremos cooperar", ha afirmado Ramaphosa.