El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa su cruzada contra el tráfico de drogas en el Caribe y ya no solo tiene en el punto de mira a Venezuela, también a Colombia. Dice que es un país fuera de control y acusa a su presidente, Gustavo Petro, de ser un líder del narcotráfico. Ha anunciado que retira toda ayuda a Colombia y que aumentará los aranceles. Colombia acaba de llamar a consultas a su embajador en Estados Unidos.
La confrontación entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y colombiano, Gustavo Petro, ha escalado con insultos personales y amenazas diplomáticas. Trump ha calificado a su homólogo como "el peor presidente que ha tenido Colombia" y lo ha tildado de "lunático con problemas mentales".
Más allá de los ataques verbales, Trump ha acusado a Bogotá de lucrarse con el narcotráfico y ha advertido sobre nuevos aranceles y la suspensión de la ayuda financiera a Colombia. También ha amenazado con que, si Petro no frena el tráfico de drogas, Estados Unidos intervendrá directamente: "Y no será de forma amable", ha advertido.
El enfrentamiento se ha intensificado tras las operaciones estadounidenses contra el narcotráfico en el Caribe, que han dejado más de veinte muertos, incluido, según ha denunciado Petro, un pescador colombiano abatido en lo que ha calificado como una violación de la soberanía nacional.
El historiador Mark Bray, especializado en antifascismo, ha huido de Estados Unidos por amenazas de muerte, ahora está en España. Para la Administración Trump, él es un cabecilla del movimiento Antifa, que ha declarado como "organización terrorista". Él denuncia una persecución. Se inició con esta lista negra que señala a profesores universitarios. La publica el movimiento ultraconservador del fallecido Charlie Kirk.
"Tengo otros amigos profesores que están en la lista de Turning Point USA y han recibido amenazas también, algunas de muerte. Mi caso es un poco excepcional, pero no es tan diferente porque desde su perspectiva la universidad es el enemigo", explica Bray.
Trump ha alabado públicamente el papel de Kirk en las universidades. "Antes eran lugares peligrosos para los conservadores... y ya no", ha dicho. Bray ve que este segundo mandato de Trump es mucho más autoritario que el primero y advierte del peligro.
"Una estrategia del fascismo es que 'oh, algunas cosas son broma'; pero ahora estamos viendo que no es una broma, que está atacando inmigrantes, gente trans y queer, gente negra, activistas, entonces estamos en peligro allá y tenemos que resistir".
Anima a los estadounidenses a organizarse y luchar por una democracia que muchos denuncian: está en retroceso. Los últimos, más de 300 antiguos altos cargos de seguridad e inteligencia.
Estados Unidos ha vivido este sábado una de las movilizaciones más importantes en contra de la presidencia de Donald Trump. Bajo el lema "No Kings", no a los reyes, millones de personas han protestado por lo que consideran una deriva autoritaria de la actual administración.
Más de 2.500 manifestaciones que ya tienen respuesta del propio Trump, un vídeo generado por IA en el que, montado en un caza y con una corona en su cabeza, el mandatario bombardea con barro a los manifestantes.
Programa 59. Xurxo Melchor, periodista de La Voz de Galicia especializado en sucesos y tribunales, repasa el triple crimen de Morata de Tajuña, cuyo juicio comienza el 20 de octubre en la Audiencia Provincial de Madrid. El antropólogo Xosé Ramón Mariño nos habla del caso Romasanta, el único caso de licantropía de los tribunales españoles (siglo XIX), ya que sus investigaciones demuestran que el hombre lobo de Allariz era, en realidad, Manuela Blanco Romasanta. La socióloga y criminóloga Victoria Pascual nos trae la segunda parte del análisis de las medidas de tolerancia cero aplicadas en Nueva York en la década de 1990. Neus Sala y el Archivo Digital de RNE dedican Archivo criminal al primer capítulo sobre la desaparición de Cristina Bergua (1997).
Miles de personas salen este sábado a las calles en ciudades de todo Estados Unidos, entre ellas Nueva York, Washington y Miami, bajo el lema "No Kings" ("No queremos reyes"), para protestar contra lo que consideran un autoritarismo creciente del presidente Donald Trump.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llegó a la Casa Blanca para pedir armas más potentes, los famosos Tomahawk, capaces de alcanzar Moscú. Pese a que Donald Trump llegó a coquetear con esa idea en los días previos, las expectativas se fueron enfriando. Y el presidente de Ucrania vuelve a su país con las manos vacías.
"Son un arma increíble, muy poderosa. Pero podrían llevar a una escala aún mayor. Y Estados Unidos también los necesita", fue la excusa de Donald Trump.
A diferencia de encuentros anteriores en la Casa Blanca, esta vez la cordialidad fue la nota dominante. Tras el encuentro, el presidente de Estados Unidos llamó a los dos bandos a detenerse de inmediato en la actual línea de batalla. Pero Rusia sigue atacando Ucrania. Las esperanzas se ponen ahora en el próximo cara a cara entre Putin y Trump en Budapest, todavía sin fecha. Ya se vieron en Alaska en agosto y nada cambió, Moscú incluso intensificó sus ataques.
Hasta el momento, la diplomacia de Trump, ha pinchado en hueso con Putin, incapaz de acercar el fin del conflicto.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha enfriado las aspiraciones de su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, de recibir nuevos sistemas de misiles Patriot y Tomahawk durante el encuentro que ambos han mantenido en Washington, el tercero en este año.
La reunión ha sido "muy interesante y cordial", ha manifestado Trump en su red social Truth, al tiempo que ha reiterado que ha llegado el momento de "detener la matanza y hacer un trato". "Ya se ha derramado demasiada sangre (...) Deberían parar donde están. Dejemos que ambos declaren la Victoria, dejemos que la Historia decida", ha añadido.
Durante las últimas semanas los misiles de crucero Tomahawk se han convertido en el arma estadounidense que Ucrania más desea. Estos misiles pueden ser lanzados desde buques, submarinos o desde tierra. Hay siete variantes diferentes, algunas pueden llevar carga nuclear.
Vuelan a más de 800 kilómetros por hora y son muy precisos, llegando a atacar objetivos en movimiento. Y lo más importante es su alcance, con un rango máximo de 2.500. Los misiles de los que dispone Ucrania pueden alcanzar objetivos solamente a 1.500 kilómetros.
Los Tomahawk podrían adentrarse aún más en territorio ruso, superando con creces Moscú. Estados Unidos los usó por primera vez en combate en la primera Guerra del Golfo. Más recientemente lo ha hecho contra Irán y los hutíes de Yemen.
Lejos han quedado los días en que Estados Unidos recibía al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, entre aplausos y envíos de armas. En campaña, su homólogo estadounidense, Donald Trump, prometió no gastar más en la guerra y comenzó a negociar la paz con Putin, llamando "dictador" al líder ucraniano y marcando distancias desde su primer encuentro en la Casa Blanca.
Con el paso de los meses, la frustración de Trump con Moscú dio paso a nuevos acercamientos. Aunque evitó sancionar a Rusia, llegó a elogiar la resistencia ucraniana y a insinuar un renovado apoyo militar. Pero tras una larga conversación telefónica con Putin, el presidente estadounidense ha vuelto a cambiar el tono: "A Estados Unidos no le sobran misiles", dijo, dejando el éxito de la próxima reunión con Ucrania en el aire.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúne hoy en la Casa Blanca con Volodímir Zelenski. El líder ucraniano está en Washington con una petición clara: quiere que Trump autorice el envío de misiles Tomahawk de largo alcance, con los que aspira a revertir la marcha de la guerra. Lo analizamos en Las Mañanas de RNE con Juan Rodríguez Garat, almirante retirado de la armada: "Ucrania ya tiene armas que alcanzan Moscú. Lo que pasa es que lo está haciendo con drones y son menos eficaces, llevan mucha menos carga explosiva", "el Tomahawk es un misil muy capaz". Asegura que esto "no va a cambiar la guerra, pero es una forma más de presionar a Putin, para que acepte un alto el fuego".
Juan Rodríguez Garat apunta a que los misiles que está pidiendo Zelenski a Trump están a punto de necesitar su "desmilitarización" porque llevan demasiado tiempo y "lo más barato para Estados Unidos que se puede hacer es lanzarlos". El analista militar reflexiona sobre el alcance de la guerra que ha "permitido convertir a Rusia en una autocracia, en una dictadura personal": "Putin no dará ningún paso que le ponga en peligro. La guerra va a ser larga, casi con total seguridad", afirma. Aunque, sostiene que "a largo plazo Ucrania podría tener esperanzas de que el ejército ruso se vaya de su tierra".
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha asegurado que él y su homólogo ruso, Vladímir Putin, se reunirán en Budapest (Hungría), con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, como anfitrión, "para ver si podemos poner fin a esta guerra 'ignominiosa' entre Rusia y Ucrania". El republicano ha asegurado ante la prensa en la Casa Blanca que la reunión tendrá lugar "en unas dos semanas".
FOTO: El presidente ruso, Vladímir Putin (izq.), y su homólogo estadounidense, Donald Trump (dcha.) Olga Maltseva, Saul Loeb / AFP