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Iván Espinosa de los Monteros, exportavoz parlamentario de Vox, ha analizado la actualidad política en el informativo 24 horas de RNE. Considera que Trump está jugando un arma que es "la de anclar las expectativas: primero la conmoción y luego la auténtica negociación" y que con ella, "ahora el 10% a la UE no parece tan grave." Sobre la posición de Vox respecto a los aranceles de Trump, Espinosa de los Monteros ha evitado opinar sobre ello, pero ha recalcado que él no está de acuerdo con las políticas del presidente de EE.UU.: "Trump no defiende el libre comercio, sino una política proteccionista que yo no comparto", ha dicho.

Bruselas y Pekín han acordado reactivar las negociaciones para eliminar los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos. Sobre ello, Espinosa de los Monteros considera que es "pegarse un tiro en el pie" porque, asegura que "España es el primer productor de Europa de diésel, una tecnología cada vez más limpia y más confiable" por lo que "prohibir los coches que producimos por un fanatismo climático no es buena idea."

Sobre volver a la política activa, Espinosa de los Monteros ha comentado que de cara a los próximas generales "si lo que no es la izquierda tiene una oportunidad de ir preparando el camino. En ese esfuerzo, si alguien me lo pide, contribuiré encantado."

La Unión Europea ha dejado claro que su prioridad es negociar con Estados Unidos. Horas después de aprobar la lista de productos a gravar, Bruselas la paraliza durante 90 días, justo después de que Washington anunciara previamente una tregua similar. Esto, sin embargo, no significa que hayan desaparecido todos los gravámenes: Trump mantiene los aranceles del 25% al acero, aluminio y componentes de vehículos europeos, el 10% general y el 145% a los bienes de China.

Los vaivenes en la aplicación de los aranceles de la Administración Trump acaban afectando a la economía global, especialmente a los particulares.

Uno de los primeros efectos en la economía producido por los aranceles cruzados entre Washington y Pekín es un aumento de la inflación global. Los precios aumentan para todos los consumidores, sea cual sea su país de residencia.

En un mundo globalizado donde buena parte de las economías están interconectadas, el sobrecoste arancelario recortará el poder adquisitivo del ciudadano. Este sobrecoste será aún mayor al comprar productos estadounidenses, o ensamblados allí, como un teléfono móvil.

Los aranceles ya encarecen materias primas como el grano. China, al dejar de comprar soja a EE.UU., querrá comprarla en Brasil, que es el mayor suministrador de la UE. Jorge de Saja, director de la Confederación de Fabricantes de Piensos para Animales (Cesfac), aclara que "los fuertes aranceles que China ha impuesto a EE.UU. hace que China vaya a comprar más soja brasileña, lo que reduce aun más los suministro alternativo a la soja americana".

El impacto de una soja o maíz más caros, supone el encarecimiento de los piensos y por tanto la subida del precio de la carne para los consumidores. Este tipo de efectos directos e indirectos pueden hacer rebotar el IPC alimentario.

Los equipos de rescate aún buscan a unos 80 palestinos desaparecidos tras el bombardeo israelí de ayer en un barrio de la ciudad de Gaza. Murieron 35 personas, incluidas varias familias en un ataque a un edificio residencial de varias plantas. Las víctimas quedaron atrapadas durante horas, y aún hay muchos cuerpos bajo los escombros.

La estrategia del ejército israelí es seguir atacando, despoblando y ocupando cada vez más territorio en Gaza. Así lo ha reconocido el ministro de Defensa, Israel Katz: "Estamos dejando a Gaza cada vez más pequeña y aislada", ha sentenciado. Israel ha creado tres grandes corredores de seguridad para fragmentar Gaza, aislarla entre sí y mantener el control militar.

Por otra parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado explícitamente y por primera vez con atacar a Irán si fracasan las negociaciones nucleares que empiezan mañana en Omán. Trump ha añadido que ese ataque debería liderarlo Israel.

Cada día cientos de congoleños abandonan su país y cruzan a Uganda. Más de 40.000 civiles han huido desde finales enero de la violencia desatada en el este de Congo, la zona más rica en minerales del país. A finales de ese mes, los rebeldes del M23 lanzaron una ofensiva sobre las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur y lograron hacerse con las capitales de ambas. El Gobierno del Congo ha pedido ayuda a Estados Unidos para combatir a esta guerrilla. Y a cambio, le ofrece acceso directo a comprar sus minerales: coltán, litio o cobalto, esenciales para las empresas tecnológicas, como Apple o Tesla. China también quiere un acuerdo prioritario con el Congo, pero Trump se ha adelantado y ya ha firmado su contrato, precisamente el mismo día que anunció los aranceles mundiales.

Las presiones de empresarios y congresistas republicanos influyeron para que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya pausado durante 90 días los aranceles que va a imponer a sus socios comerciales. En el otro lado del tablero, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que la UE hará lo mismo para "dar una oportunidad a la negociación".

La rentabilidad de la deuda ha alcanzado unos niveles incómodos los últimos días y, aunque Donald Trump dijese que están mucho mejor, el entusiasmo de la bolsa no ha llegado en la misma medida a la deuda. En EE.UU. se pusieron en alerta cuando el interés del bono a 10 años alcanzó el 4,5%, aunque ahora se ha rebajado al 4,3%. A finales de la semana pasada, cuando se activó como valor-refugio, alcanzó el 4%, momento en el que se han visto fuertes ventas de bonos estadounidenses. El problema es doble, explica David Martínez, periodista de RNE, por un lado, para la economía, ya que si sube el interés de la deuda se encarecen los créditos o las hipotecas, y, por otro, podría obligar a la Reserva Federal a bajar los tipos de interés oficiales en detrimento de su lucha contra la inflación.

La directora general del Banco BIG España, Sara Carbonell, ha señalado este jueves que la caída en los mercados tras la imposición de aranceles “recíprocos” por Estados Unidos podría ser “un indicio de recesión”, por lo que al presidente norteamericano, Donald Trump, “no le ha quedado otra” que imponer una pausa de 90 días. “Había una parte del mercado que sí contaba que esto podía ocurrir porque al final la situación de deuda en Estados Unidos estábamos viendo cómo caían los precios de los bonos y subían las rentabilidades en los plazos más largos”, ha explicado en una entrevista en el Canal 24 Horas de TVE.

La experta ha instado ahora a ver “cómo van esas negociaciones” pues hay “mucha desconfianza” en los mercados financieros. “¿Hasta cuánto va a durar la fiesta? No lo sé. Lo que sí sé es que la volatilidad la estábamos viendo esta mañana. Eso siempre es el indicador del miedo, lo que siempre nos da pistas y lo que hay que vigilar tanto cuando hay subidas muy fuertes como cuando hay bajadas. Y para mí eso es un indicador que hoy nos hace pensar en la prudencia”, ha recalcado.

No obstante, se ha mostrado confiada en que “lleguemos a buen puerto” y haya “negociaciones fructíferas para la economía global”. Foto: EFE/ Vega Alonso

Nuevo volantazo de Donald Trump. 24 horas después de su último ataque arancelario, el presidente estadounidense ha suspendido las amenazantes tasas aduaneras. Ha sucedido justo después de que la Casa Blanca hubiese negado tajantemente que esto fuera a suceder.

A quien no ha dado ninguna tregua es a China, a quien vuelve a subir unos aranceles que ya van por el 125%. La decisión de Trump tiene dos consecuencias inmediatas: ha detenido la sangría en las bolsas y da un margen de tiempo para los países que quieran negociar con Washington.

Las principales bolsas de Asia han abierto este jueves con fuertes subidas, con ganancias de alrededor de un 9% en el caso de Tokio y Taipei, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara una suspensión de 90 días de sus denominados "aranceles recíprocos", excepto para China.

El secretario del Tesoro de Estados UnidosScott Bessent, ha criticado este miércoles el planteamiento de que Europa debería mirar más hacia China en vez de a Estados Unidos, que ha atribuido a fuentes españolas, ya que se trata de "una apuesta perdida" para los europeos. "Sería como pegarse un tiro en el pie", añadió en un evento con banqueros.