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Del caos en las bolsas al miedo por el mercado de deuda: los motivos de la "marcha atrás" de Trump con los aranceles

Del caos en las bolsas al miedo por el mercado de deuda: los motivos de la "marcha atrás" de Trump con los aranceles
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Despacho Oval el pasado 9 de abril. SAUL LOEB / AFP
SOFÍA SOLER

La guerra comercial se apacigua, al menos, por 90 días. La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de pausar los aranceles adicionales a los países que no hayan tomado represalias ha disparado las Bolsas de todo el mundo, pero no han disipado la incertidumbre de los mercados y los países. ¿Es esto una "marcha atrás" del magnate o forma parte de un plan maestro, en línea con su agresivo estilo de negociación?

Los analistas no lo dudan: ha habido miedo. "Por supuesto que sabía que iba a haber una reacción negativa de los mercados, pero no creo que se esperase una tan fuerte", apunta a RTVE.es el doctor en economía e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), Francisco Alcalá, que apuesta a que los lobbies empresariales estadounidenses y las firmas de Wall Street habrán estado presionando estos días para hacerle "volver atrás, moderarse".

Desde la Administración estadounidense, en cambio, aseguran que siempre hubo intención de pausar los aranceles si había visos de negociación, pero admiten que los movimientos en el mercado de deuda introdujeron "algo más de urgencia", en palabras del director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hasset, en una entrevista con la cadena CNBC que recoge Efe.

El mercado de bonos, tras la pausa de los aranceles

El motivo más evidente para la marcha atrás fue la sangría en los índices bursátiles. El Dow Jones de industriales y el tecnológico Nasdaq cayeron hasta este miércoles más de un 8% desde que Trump anunció lo que llama los "aranceles recíprocos". El S&P 500, más de un 9%. Pero el presidente reculó y los valores se dispararon. Pero más que a la bolsa, los analistas señalan el mercado de bonos, donde se compran y venden los títulos de deuda.

Tras la ofensiva arancelaria "estaban produciéndose ventas de los bonos americanos, algo bastante atípico e inusual", ha afirmado este miércoles el catedrático de Economía en la Universidad de Valencia, Santiago Carbó, en una entrevista en el programa 24 horas de RNE.

Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano, coincide. "Trump estaba dispuesto a soportar una caída bursátil, pensando que está al principio de la legislatura, pero lo que le ha dado seguramente muchísimo miedo es que el bono americano, que normalmente es un refugio para momentos de incertidumbre igual que el oro, ha empezado a caer de precio y subir de rentabilidad. La gente estaba asustada y estaba vendiendo bonos", ha asegurado más tarde en el mismo espacio de Radio Nacional. Eso pone en riesgo la capacidad de la Administración estadounidense para financiar su deuda. "Son palabras mayores porque puede generar una crisis financiera", ha añadido Steinberg.

El protagonismo de la deuda en el caos bursátil generado por Trump

Algunos analistas en Estados Unidos sospechan que China está detrás de buena parte de esas ventas de bonos estadounidenses —posee más de un 2%— y lo interpretan como un aviso a la Casa Blanca.

Para el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en cambio, es todo parte de la "estrategia" de Trump para desenmascarar a Pekín. "Se podría decir que incitó a China a una mala posición. Ellos respondieron, se han mostrado al mundo como los malos", ha declarado este miércoles a la prensa, en la que defendió que se acababa de cerrar una subasta de bonos a diez años "bastante buena".

Bessent, el mismo que ha advertido a España que acercarse a China sería como "pegarse un tiro en el pie", ha insistido en su disposición a cooperar con los aliados y socios comerciales que no contraatacaron. "No era un mensaje duro: no toméis represalias, las cosas saldrán bien".

Presiones de empresarios y de congresistas republicanos: las razones detrás del giro de guion en la guerra comercial

Presiones del mercado… y del partido

Las presiones para que Trump cesara el pulso arancelario se han escuchado estos días en los mercados. El banco de inversión Goldman Sachs elevó 10 puntos, hasta el 45%, la probabilidad de recesión económica en Estados Unidos. Además, el primer ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, advirtió que la guerra comercial ralentizaría el crecimiento y aumentaría la inflación, al crear el "entorno geopolítico y económico más peligroso y complicado desde la Segunda Guerra Mundial".

"La caída de las bolsas te sirve como indicador adelantado de lo que se espera que suceda en la economía en los próximos años y lo que aventuraba era una crisis segura e incluso una catástrofe", resume Alcalá, del Ivie.

Con un pie en el sector privado y otro dentro de la Casa Blanca, también Elon Musk habló públicamente en contra de los aranceles. El consejero delegado de Tesla y SpaceX expresó su deseo de unas relaciones de "aranceles cero" entre Estados Unidos y Europa. Al mismo tiempo, insultó en varias ocasiones a través de su red social, X, al asesor de Comercio y Manufacturas de Trump, el economista Peter Navarro.

En una conversación con RTVE.es, Alcalá recuerda también las presiones dentro del Partido Republicano. "Tienen las mid-term election (elecciones de medio mandato) en menos de dos años y en esta línea no iban a tener muchas posibilidades de salir reelegidos", comenta.

Así, estos días hemos podido escuchar quejas como las del senador conservador Thom Tillis, como recogió AFP. "¿La garganta de quién tengo que cortar si esto resulta ser un error?", preguntó al representarte de Comercio, Jamieson Greer, el pasado martes en una audiencia en el Senado, preocupado por qué asesor de Trump asumiría la responsabilidad en caso de crisis.

En este sentido, Steinberg ha comentado en RNE cómo Trump se ha aislado este segundo mandato del "establishment de los republicanos", rodeándose, en cambio, de sus propios asesores afines: el magnate "lleva tiempo preparando su regreso meticulosamente y lo que ha hecho es elegir a personas que le son completamente fieles o que le hacen un seguidismo ciego".

La guerra comercial continúa

Con todo, la guerra comercial continúa. No puede hablarse de tregua porque Estados Unidos ha mantenido aranceles del 125% a China y del 10% al resto del mundo. "Los aranceles del 10% están aquí para quedarse, otra cosa es que puedan negociarse los adicionales, los que él llama recíprocos", ha avisado Steinberg en RNE, sobre ese gravamen que en el caso de la Unión Europea los eleva al 20%. "Creo que vamos hacia una reestructuración de las cadenas de valor y el comercio internacional, en el cual EE.UU. se va a volver estructuralmente más proteccionista".

Porque, como recuerda Alcalá, Trump tiene claro sus objetivos con ello: el retorno de las empresas industriales a suelo estadounidense y la recaudación extra para reducir el déficit, al tiempo que se reducen los impuestos, un planteamiento muy cuestionado por economistas en todo el mundo. Los movimientos en el mercado de bonos y la depreciación del dólar son algunas de las señales.

Lo advirtió la investigadora principal del Real Instituto Elcano, Judith Arnal, este martes en La hora de la 1: "Estemos asistiendo al inicio de una erosión de pilares clave del sistema financiero global".