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El presidente de Samsung, Lee Kun-hee, acusado de evasión fiscal de 6 millones de euros

  • Según la Policía surcoreana, Lee usó cuentas bancarias a nombre de empleados
  • El delicado estado de salud del empresario impide su interrogatorio

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El presidente de Samsung Electronics, Lee Kun-hee
Fotografía de archivo de Lee Kun-hee, acusado este jueves de evasión fiscal.

La Policía surcoreana ha acusado de evasión fiscal al presidente de Samsung, Lee Kun-hee, al descubrir que utilizó cuentas bancarias a nombres de empleados de la empresa para dejar de pagar al fisco 8.200 millones de won (algo más de 6 millones de euros), según ha informado este jueves la agencia de noticias Yonhap.

Por el momento, Samsung no ha querido comentar las acusaciones.

No es la primera vez que este empresario se ve implicado en casos de evasión fiscal. En 2009, Lee ya fue condenado -y después indultado- por ese mismo delito, al verse envuelto en un escándalo similar al de ahora, que también tenía que ver con el uso de cuentas a nombre de empleados de confianza.

Lee permanece hospitalizado desde que sufrió un infarto en 2014, por lo que la Policía ha señalado que no puede interrogarle debido a sus problemas de salud.

Su hijo, condenado por corrupción

El estado de Lee llevó a considerar a su hijo Jay Y. Lee como el heredero del grupo, pero el joven fue condenado por sobornos y corrupción y ha estado encarcelado hasta esta misma semana, cuando un tribunal de apelaciones redujo a la mitad su condena -dejándola en dos años y medio- y lo dejó en libertad al suspender cuatro años su cumplimiento.

Según la investigación policial -que ahora remitirán a la Fiscalía-, el presidente de Samsung y otro ejecutivo de la compañía "gestionaron fondos de 260 cuentas bancarias a nombre de 72 ejecutivos y son sospechosos de evadir impuestos por valor de 8.200 millones de won".

En su comunicado de este jueves, la Policía Nacional Coreana explica que las cuentas tenían 400.000 millones de won (unos 300 millones de euros) y fueron halladas durante la investigación de los supuestos pagos irregulares en la reforma de la residencia de la familia Lee.

Después del caso de sobornos que desencadenó la detención de Lee hijo y la destitución de la presidenta surcoreana Park Geun-hye, el gigante de la eléctrónica se comprometió a aumentar la transparencia en su gestión corporativa y a garantizar mayor autonomía a los responsables de sus filiales.

En esa línea, el año pasado, el grupo desmanteló su oficina de estrategia corporativa.

Por su parte, el nuevo gobierno liderado por el presidente Moon Jae-in y elegido después de los escándalos de corrupción que sacudieron al Ejecutivo anterior prometió vigilar más a las grandes empresas familiares del país y poner fin a los indultos de ejecutivos condenados por delitos económicos.