Enlaces accesibilidad
Política doméstica

Obama, de la ilusión del 'Yes we can' a la realidad

Enlaces relacionados

Por
Tres imágenes de Barack Obama: en su primera campaña electoral, en agosto de 2008 (izquierda); en la Casa Blanca, en 2012 (centro) y en una rueda de prensa en septiembre de 2016 (derecha)
Tres imágenes de Barack Obama: en su primera campaña electoral, en agosto de 2008 (izquierda); en la Casa Blanca, en 2012 (centro) y en una rueda de prensa en septiembre de 2016 (derecha)

Septiembre de 2008. La caída del banco de inversiones Lehman Brothers en Estados Unidos marca el principio de la mayor crisis económica global desde el ‘crack’ de 1929. Millones de estadounidenses perderán sus empleos y sus hogares. Entre ellos, 45 millones no disponen de cobertura médica de ningún tipo. A esta tormenta se suma una nueva realidad social, el ascenso demográfico de las minorías étnicas y su reafirmación, así como el impacto de la inmigración.

En este contexto, dos meses después, el demócrata Barack Obama derrota en las elecciones presidenciales al republicano John McCain. Al grito de "Yes we can" se convierte en el presidente número 44 del país tras una histórica campaña. También es el primer afroamericano en lograrlo.

Obama llega con la cartera llena de planes ambiciosos. Ha ganado la Casa Blanca, pero desde 2010 tanto la cámara de Representantes como el Senado permanecerán en poder de los conservadores hasta el final. Este escaso control del Congreso (la suma de las dos cámaras) ha marcado un estilo de gobierno caracterizado por los decretos unilaterales en los grandes asuntos para evitar vetos. Obama ha luchado contra los legisladores sirviéndose de argucias burocráticas y entre 2009 y 2015, según el New York Times, hasta 560 leyes de impacto vital han salido adelante.

En salud, control migratorio, de la polución, bancario, derechos de las minorías; ocho años después, el impacto de la era Obama es una realidad en Estados Unidos. Según la Cámara de Comercio de EE.UU. y el Foro Económico Mundial, las dos legislaturas del demócrata han dejado un aumento de la desigualdad, medida en un coeficiente 'Gini' creciente. Según el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, sus mandatos han supuesto el mayor esfuerzo histórico para reducirla.

La reforma sanitaria: El ‘Obamacare’

Los mejores hospitales del mundo hacen de la salud en Estados Unidos un ámbito de excelencia. Pero solo es accesible a través de un seguro médico. Paradójicamente, una financiación esencialmente privada del sistema sanitario lo ha convertido en una trampa de privilegios, mortal para los ciudadanos que no puedan costearse un seguro.

Así estaban unos 45 millones de estadounidenses,  sobre una población de poco más de 300 millones. La reforma sanitaria de Obama pretende corregir este déficit. La 'Affordable Care Act', Ley de Salud Asequible, más conocida como 'Obamacare', obliga a todos los estadounidenses a contratar un seguro de salud. Para facilitarlo, regula los precios de las modalidades básicas e introduce una componente de cobertura estatal para los más desprotegidos. Promulgada en 2010, unos 20 millones de estadounidenses accedieron a un seguro médico tras la reforma.

Desmantelar el 'Obamacare', objetivo de Trump para el primer día de mandato

Sin embargo, la 'Obamacare' ha sido la ley más rechazada por la oposición republicana. La obligatoriedad de contratar un seguro fue interpretada como una intromisión imperdonable en la libre evolución del mercado, a pesar del beneficio social. "Derogar y reemplazar el Obamacare" será la primera acción del nuevo Congreso en cuanto Donald Trump pise la Casa Blanca, ha afirmado el que será su vicepresidente, Mike Pence. Y en ello trabaja denodadamente Paul Ryan, republicano prominente y portavoz en la cámara de Representantes.

El movimiento podría dejar sin seguro médico a decenas de millones de ciudadanos que pudieron acceder al mismo tras la entrada en vigor de la ley.

La reforma migratoria

Es cierto que durante el gobierno de Obama las deportaciones de inmigrantes ilegales alcanzaron una tasa récord de 400.000 anuales. Pero, como promesa electoral, este también ha sido uno de sus frentes más activos. En 2014, su gabinete presenta un plan para evitar la deportación de cinco millones de indocumentados. Ante la oposición de las cámaras, Obama advierte de su capacidad para hacer ley de la propuesta, es la llamada "acción diferida". Sería la decisión más importante de este tipo desde la que decretó en 1986 Ronald Reagan.

Gestionar a los indocumentados también supone un intento de poner orden en la economía sumergida que supone la actividad de millones de inmigrantes ilegales. Desde 2008, el número de inmigrantes mexicanos ilegales en EE.UU. se redujo en casi un millón, hasta algo más de 5.800.000 según un estudio del New York Times. El mismo estudio revela que el número de criminales convictos deportados fue el doble que durante la administración Bush.

"Las acciones que estoy tomando son legales", afirma Obama

Barack Obama ha hecho hincapié en la necesidad de deportar a los sospechosos de terrorismo, criminales violentos y miembros de la mafia pero ha mantenido la necesidad de cambiar el foco en lo referente a las familias, para proteger su unidad. "Son parte de la vida americana", ha defendido. Desde 1940, por primera vez el número de regresados a México desde EE.UU. es mayor que el de los que entran, según el Instituto Pew.

En 2015, una sentencia de un tribunal con sede en Nueva Orleans avala el fallo de un juez de Texas contra la suspensión de deportaciones. El juez actuó a petición de 26 estados, todos gobernados por republicanos. A Obama no le quedará otro recurso que apelar al Tribunal Supremo, pero el 23 de junio de 2016, un empate entre sus ocho jueces (acababa de morir el juez conservador Antonin Scalia) tumba definitivamente la Ley.

El presidente Obama ha expresado emocionado su pesar por lo ocurrido: "La mayoría de los que han muerto hoy eran niños, niños pequeños y preciosos entre 5 y 10 años".

Control de armas

Control en la compra y control en la venta de armas de fuego, y con "urgencia" es la receta defendida por el presidente Barack Obama para que dejen de morir las 30.000 personas que anualmente pierden la vida en Estados Unidos por disparos de bala.

En medio de las críticas de los candidatos republicanos a las presidenciales de noviembre, el presidente de EE.UU. presentó en 2016 un paquete de medidas ejecutivas para tratar de evitar la mortandad creciente causada por más de 300 millones de armas en manos de civiles. Un "fracaso del Congreso", en sus propias palabras. "Hemos creado un sistema que permite actuar a las personas peligrosas, amparadas en las leyes" dijo.

La matanza en el colegio de la localidad de Newton en 2012, con el asesinato de 20 niños y seis adultos, fue el "momento más duro" de su presidencia. "Cada vez que pienso en aquellos chicos, me descompongo", reconoció Obama con lágrimas en los ojos.

Las tensiones raciales

La imagen de Estados Unidos ya no es el ingenuo rostro sonrosado de un joven alimentado con tazas de Corn Flakes. Según el Instituto Pew de investigación social, en 2013 nacieron por primera vez en EE.UU. más niños pertenecientes a minorías étnicas o de raza no caucásica que blancos estadounidenses. Ese mismo año, el 12% de los matrimonios fueron interraciales, asegura el mismo estudio. Actualmente, uno de cada cuatro estadounidenses es migrante o familiar de migrante. En 2065, la previsión es que sean uno de cada tres.

Los 'millenials' (nacidos entre 1981 y 1995) ya superan a la generación del 'baby boom', y ambos grupos poseen ya el mismo número de ciudadanos con capacidad de votar. Las elecciones de noviembre de 2016, en las que Trump resultó elegido, fueron racialmente las más diversas de la historia estadounidense.

La ciudad de Ferguson, en EEUU, vuelve a arder después de la decisión de un jurado de dejar libre y sin cargos al policía blanco que el pasado mes de agosto mató de seis disparos a un joven negro y desarmado. Nada más conocerse la decisión, comenzaron los ataques a varios edificios públicos y los saqueos. Hay una veintena de edificios en llamas.

A la nueva distribución étnica se suman las heridas de la segregación de los afroamericanos, un capítulo aún sangrante en la historia estadounidense. Finalmente, el clima de desigualdad social, económica y educativa, atiza un cóctel explosivo.

La réplica no tarda en llegar y se suceden los asesinatos de policías por francotiradores: en Dallas (Texas) mueren cinco policías, y en Baton Rouge (Luisiana), mueren tres.

Los derechos sociales

El 22 de diciembre de 2010, Obama deroga la ley que prohibía servir a homosexuales en el ejército de los EE.UU.. Llamada 'Don't Ask Don't Tell' (No preguntes, no lo digas), fue promulgada en 1993, y prohibía a los soldados declarar su condición. Más de 13.500 militares fueron expulsados invocando esa norma.

El 26 de junio de 2015, el Supremo de EE.UU. legaliza el matrimonio homosexual. En 2012, Obama expresó por primera vez su apoyo en este sentido, arriesgando su reelección ese año. Como el aborto, la legalización de parejas del mismo sexo ha sido un caballo de batalla nacional tanto en su defensa como en su prohibición. Con este movimiento, EE.UU. se suma a la veintena de países que permiten el matrimonio gay.

EE.UU legaliza el matrimonio homosexual

Las medidas, más allá del reconocimiento social, regularizan los derechos que asisten a las parejas en matrimonios legales. Subsidios, herencias, coberturas sociales, gestión patrimonial y los beneficios gubernamentales contemplados para parejas heterosexuales. Más de 100 decisiones ejecutivas avalaron este apoyo, incluyendo los derechos de asistencia a las parejas hospitalizadas.

A mediados de su primer mandato, Obama vinculó las políticas de creación de empleo a la contratación de "decenas de miles de maestros" y la modernización de al menos 30.000 escuelas.

En Estados Unidos, también a crisis económica también está aumentando la desigualdad social. Los últimos datos hablan ya de 46 millones de pobres, el porcentaje más alto de los últimos 50 años

Pero la desigualdad se consolida. En 2013, Estados Unidos registra el mayor número de pobres en el último medio siglo, con 46 millones de personas en esta situación.

Política medioambiental

La lucha contra el cambio climático es un empeño bien visto por la opinión pública. Hasta que toca los intereses económicos a corto plazo. Es lo que ocurre con las reconversiones necesarias para limitar las emisiones de CO2 a la atmósfera y reducir la contaminación, cuyos efectos sobre la salud tienen una gran repercusión social y económica, sí, pero a medio plazo, mientras que el impacto en la industria es percibido inmediatamente.

En 2014, Obama se comprometió con China a reducir las emisiones contaminantes. Estados Unidos reducirá sus emisiones para 2025 entre un 26 y un 28% con respecto a los niveles de 2005, lo que supone el doble del recorte previsto entre 2005 y 2020. Ambos países representan el 45% de las emisiones totales de CO2 en el mundo. En 2015, anunció un plan en el que espera reducir en 15 años un 32% de las emisiones contaminantes provocadas por las centrales eléctricas que utilizan carbón.