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El éxodo de refugiados sigue en aumento y reaviva viejos fantasmas en Europa

  • Según ACNUR han llegado a territorio europeo 477.906 migrantes en lo que va de año
  • La gestión del flujo de migrantes reaviva viejas rencillas entre Croacia y Serbia
  • El rechazo del reparto de refugiados en cuotas y las disposiciones hostiles marcan el estado de la UE
  • Miembros de la Unión Europea se reúnen este martes para acordar una estrategia común

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Miles de refugiados siguen superando obstáculos y se concentran en Croacia

La marea de refugiados que inunda Europa no se detiene. Los miembros de la Unión se reúnen para decidir cómo afrontar una crisis que remite a los tiempos de la II Guerra Mundial, y con independencia de la disposición favorable o del rechazo a acoger migrantes, un flujo creciente de personas que huyen de los conflictos y el hambre no parece tener fin.

Entre 2.000 y 3.000 refugiados entraron en Croacia en la madrugada de este martes desde Serbia, tras caminar un tramo de 20 kilómetros entre las localidades de Bapska y Sarengrad, en la frontera, hasta el centro de recepción de Opatovac, en el extremo este del país, informa la televisión pública HTV. La fluctuación y la situación geográfica dejan un volumen flotante de 2.500 refugiados en este centro, mientras que los demás centros de recepción preparados en otras partes del país están vacíos.

Esta nueva llegada de inmigrantes ha creado caos en Opatovac, según la emisora. El enviado de TVE José Carlos Gallardo, ha sido testigo de la tensión y el nerviosismo entre los refugiados, "que afrontan una situación de descontrol y desorganización", muy cansados, agotados y con mucho frío, para hacer cola ante el centro donde son registrados y reciben ayuda humanitaria y alojamiento.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha elevado este martes a 477.906 los migrantes y refugiados que han llegado a territorio europeo en lo que va de 2015.

Las viejas cicatrices de Europa despiertan

Más allá de las dificultades logísticas y administrativas, la gestión de la avalancha humana ha despertado viejas rivalidades y tensiones entre Serbia y Croacia, vecinos unidos por la geografía y separados por cicatrices aún recientes. El Gobierno serbio denuncia el daño producido por la decisión croata de cortar el tránsito transfronterizo de camiones a causa del enorme flujo de inmigrantes.

"No existe ninguna explicación racional para parar la circulación de mercancías en una de las arterias principales", ha declarado este martes el ministro de Justicia serbio, Nikola Selakovic. Si la prohibición no se retira, "nos veremos obligados a pedir por vía jurídica protección para nuestro país", ha dicho el primer ministro serbio, Aleksandar Vucic.

El primer ministro croata, Zoran Milanovic, comentó el lunes en RTL que Serbia no tiene derecho de acusar a Croacia de nada. Para Milanovic, Serbia "es un país que desde hace meses no controla su frontera". Añadiendo: "Toda esa gente no nos viene de Madagascar, sino desde Serbia". Según el ministro del Interior croata, "los pasos fronterizos pueden abrirse en una hora, pero Serbia con anterioridad debe cambiar la política de transportar a todos los refugiados solo hacia Croacia".

Soldados húngaros vigilan el paso de migrantes en la frontera con Serbia

Soldados húngaros vigilan el paso de migrantes en la frontera con Serbia Laszlo Balogh

Acoger a los que llegan, entre el "miedo al otro" y el deber moral y legal

Europa está obligada legalmente a tramitar las peticiones de asilo y a afrontar una crisis humanitaria de esta naturaleza. Sin embargo, el primer ministro húngaro Viktor Orban no ha sido tibio a la hora de expresar una posición hostil hacia los refugiados. Su actitud no solo se ha plasmado en el sellado de las fronteras de Hungría con vallas de acero y alambradas dotadas de cuchillas. El gobierno de Orban también ha promulgado leyes que autorizan al ejército a utilizar armas no letales y métodos coercitivos para vigilar y controlar a los migrantes, que dependiendo de los supuestos legales, podrán ser considerados criminales y encarcelados hasta tres años.

Otro aspecto de la nueva normativa autoriza a la policía húngara a realizar, en colaboración con los servicios de seguridad nacionales, investigaciones en el extranjero en relación con los traficantes de personas y con el terrorismo en general. Las autoridades húngaras han interceptado en lo que va de año a más de 220.000 refugiados provenientes de países en conflicto de Oriente Medio.

Rumanía también ha instalado dos campamentos temporales de refugiados cerca de la frontera con Serbia, en Moravita y Lunga, con el propósito de prevenir una posible llegada masiva de migrantes. "Pese a que Rumanía no se enfrenta a una presión migratoria, estas medidas son necesarias para comprobar nuestra capacidad de reacción frente a la dinámica de la región", ha señalado este martes el ministro de Interior, Gabriel Oprea, en un comunicado.

La presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic también sugiere la sospecha sobre los que llegan. En declaraciones a la emisora Nova TV ha criticado que el gobierno croata haya permitido la entrada de migrantes sin control en el país. Propuso llamar al ejército croata "para defender la seguridad de los ciudadanos y la soberanía del país". Asimismo, la conservadora advirtió que entre los inmigrantes "puede haber, no solo terroristas, sino también criminales que transportan armas o drogas".

Kolinda Grabar-Kitarovic ha acusado también a la canciller alemana, Angela Merkel, de haber provocado la crisis de los refugiados en Europa, por haberlos invitado primero a ir a Alemania y luego frenando su llegada. "Angela Merkel llamaba recientemente a los refugiados a ir a Alemania. Estos días, puso el freno de mano y dijo que Alemania no puede recibir a todos esos inmigrantes económicos", ha dicho Grabar-Kitarovic.

Por su parte, Merkel ha dicho este martes en Berlín que luchar contra las causas de esta crisis exige acabar con la guerra civil en Siria, lo que implica también dialogar con Estados Unidos y Rusia. En su opinión, hay que hacer "todo lo posible" para evitar que las personas que se encuentran en campos de refugiados de países limítrofes emprendan su camino hacia Europa, por lo que hay que reforzar a las agencias de Naciones Unidas en la zona.

Preguntada por los temores de los ciudadanos europeos, Merkel dijo que "el miedo no es buen consejero" e insistió en que crisis como la que se vive actualmente no se solucionarán "con la construcción de vallas", sino combatiendo sus causas y imponiendo "orden" en el proceso, con implicación de todas las partes. Merkel recordó la experiencia de Alemania durante las guerras de los Balcanes, cuando el país acogió a alrededor de 400.000 refugiados de esos territorios, y destacó que muchos después regresaron a sus respectivos países.

La banca sale al paso

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha ofrecido este martes a los países europeos su respaldo para financiar medidas de urgencia ante la llegada de refugiados a Europa, como la construcción de alojamientos donde alojarlos "con dignidad", y a medio plazo en términos de educación, sanidad y formación.

"Este es el mayor cambio en Europa desde la caída del Muro de Berlín", ha afirmado el presidente del BEI, Werner Hoyer, según un comunicado de la entidad financiera con sede en Luxemburgo, que ya trasladó el pasado 11 de septiembre a los Veintiocho su oferta de poner a su servicio su experiencia en movilizar inversiones ante situaciones de emergencia como desastres naturales.

"El BEI puede ayudar a los Estados miembros a corto plazo, por ejemplo financiando alojamientos modulares para asegurar que la gente que llega puede ser alojada con dignidad. También puede ayudar a medio plazo, respaldando una inversión rápida en sanidad, educación y formación", ha recalcado Hoyer.