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Europa extiende hasta 2016 las ayudas a los agricultores para contrarrestar el veto ruso

  • Habrá compra pública y ayuda al almacenamiento privado en el sector lácteo
  • Las organizaciones de caridad tendrán libre acceso a frutas y verduras
  • 3.000 toneladas adicionales podrán retirarse en todos los países
  • Rusia celebra su primer año de veto destruyendo comida

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El mercado de San Miguel, en Madrid
Un puesto de frutas y verduras en el mercado de San Miguel, en Madrid

La Comisión Europea (CE) ha aprobado extender hasta 2016 las ayudas concedidas a los agricultores tras el veto ruso a importar productos agroalimentarios de la Unión Europea

Las medidas de apoyo a los sectores europeos de frutas y verduras y lácteo se adoptaron por primera vez hace un año en respuesta a la decisión de cerrar la puerta a los productos europeos como represalia por el posicionamiento de Bruselas sobre la crisis de Rusia con Ucrania.

Esta prohibición se aplica a la mayoría de los productos alimenticios, agrícolas y ganaderos que procedan tanto de la Unión Europea, como de Estados Unidos, Australia, Canadá y Noruega y responde a las sanciones impuestas por estos países a la nación soviética y que consisten en las restricciones de capital y embargo de armas. Afecta al 75% de las exportaciones agroalimentarias españolas a Rusia.

"Las acciones significativas tomadas hasta la fecha por la UE han demostrado la solidaridad de la UE con sus agricultores tras el veto ruso. Estas medidas han jugado un importante papel a la hora de aliviar las consecuencias de la decisión de Moscú y por eso se han prolongado", ha señalado el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan.

"Es necesario que se continúe con la red de seguridad para dar garantías a los productores de verduras, frutas y lácteos que se enfrentan a una situación difícil por culpa del veto", ha añadido.

Ayudas al sector lácteo, de frutas y de verduras

Para el sector lácteo, las medidas consistirán en la compra pública y ayuda al almacenamiento privado tanto de mantequilla como de leche en polvo desnatada.

En cuanto a la fruta y las verduras, la CE ha propuesto extender las medidas que vencieron el pasado 30 de junio hasta el 30 de junio de 2016 y que afectan a la mayor parte de grupos de los productos de esa categoría (incluidos melocotones y nectarinas).

Estas medidas consisten en la retirada de los productos para su libre distribución por organizaciones de caridad y también para otros propósitos, como alimentación animal, compost o destilado.

La CE ha explicado que las cantidades se distribuirán entre los Estados miembros que hayan exportado "cantidades significativas a Rusia en los últimos tres años".

Además, una cantidad adicional que no exceda las 3.000 toneladas podrá retirarse en todos los países para estabilizar más el mercado, ha apuntado Hogan.

Bruselas ha precisado que, en caso de intervención, las autoridades públicas compran cantidades ofrecidas por operadores privados a un precio fijo hasta una cantidad tope de 109.000 toneladas de leche en polvo desnatada y 50.000 toneladas de mantequilla. Una vez agotados esos volúmenes, la intervención continúa con un sistema de licitación.

Si se opta por el almacenamiento privado, el propietario de los bienes se compromete a retirarlos del mercado por un periodo de tiempo y a guardarlos y recibe ayudas para parte de los gastos de almacenamiento.

Hasta el momento, desde el inicio del programa en septiembre de 2014, se han ofrecido 108.652 toneladas de mantequilla y 40.045 toneladas de leche en polvo desnatada para el almacenamiento privado, mientras que se ha intervenido hasta 1.176 toneladas de leche desnatada en polvo.

Por lo que respecta a las frutas y verduras, las medidas implementadas hasta el pasado 30 de junio permitieron retirar del mercado unas 770.000 toneladas con un apoyo de 155 millones de euros.

Putin celebra un año de veto destruyendo comida

El presidente ruso ha iniciado en Rusia una destrucción masiva de alimentos como el queso, los tomates o la carne afectada por el embargo ruso a los alimentos occidentales, algo que ha provocado reacciones contrarias por parte de los ortodoxos y religiosos judíos, así como empresarios y ecologistas.

Su indignación se debe a este decreto presidencial que se ha promulgado en mientras los niveles de pobreza del país se han disparado debido a la recesión económica de hasta un 16% de la población, lo que afecta a 16 millones de personas.

Por eso, cerca de 300.000 personas han firmado ya una petición en Change.org para pedir a Putin que retire el decreto y que en vez de quemar los alimentos, los distribuya entre los más necesitados.