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La autopista de peaje Eje Aeropuerto solicita el concurso de acreedores

  • La sociedad es propiedad de Aeropistas, filial de OHL Concesiones
  • Aeropistas también ha presentado concurso de acreedores
  • Son ya ocho las autopistas de peaje inmersas en procedimientos concursales

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La M-12, autopista de peaje que da acceso a la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas
La M-12, autopista de peaje que da acceso a la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas.

El consejo de administración de Aeropistas (filial de OHL Concesiones) ha solicitado, al igual que la autopista de peaje Eje Aeropuerto, el concurso de acreedores arrastradas ambas por un pasivo conjunto de 557,7 millones de euros.

Según ha indicado OHL a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la solicitud concursal del Eje Aeropuerto viene motivada por el incremento de costes de construcción y expropiación de la autopista "sustancialmente" superiores a los inicialmente proyectados y por los tráficos "extremadamente" bajos que viene "padeciendo" la autopista.

El grupo que preside Juan Miguel Villar Mir ha indicado que la masa pasiva total de ambas sociedades asciende a 557,7 millones: 437,1 millones para Aeropistas y 120,6 millones para el Eje Aeropuerto. Además, solo con las entidades financieras, la deuda bancaria pendiente de pago de Aeropistas es de 222,1 millones.

La valoración de ambas sociedades en las cuentas consolidadas del Grupo OHL asciende a 89,7 millones, lo que representa aproximadamente un 0,65% del activo consolidado, señala en el comunicado.

Además de los motivos que han determinado la presentación del concurso de acreedores del Eje Aeropuerto, su matriz Aeropistas lo ha solicitado al verse incapaz de hacer frente a sus obligaciones financieras de próximo vencimiento, habida cuenta que su única fuente de ingresos es la autopista de peaje que conecta con la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas.

Las 4 radiales de Madrid en concurso de acreedores

De hecho, las cuatro autopistas radiales de Madrid proyectadas durante el Gobierno de José María Aznar también sido declaradas en concurso de acreedores, presionadas por una deuda conjunta de 1.700 millones y una caída de los tráficos que supera el 48% desde los máximos que registraban en 2007, antes de la crisis.

Con ello, son ya ocho las autopistas de peaje inmersas en procedimientos concursales: la R-2, entre Madrid y Guadalajara; la R-3, entre Madrid y Arganda; la R-4, cuyo trazado discurre desde la M-50 (Madrid) hasta Ocaña (Toledo); la R-5, entre Madrid y Navalcarnero; la M-12, el Eje Aeropuerto; la AP-41, que conecta Madrid y Toledo; la AP-36, que discurre entre Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete); y Ausur, que une Cartagena (Murcia) y Vera (Almería) se han visto abocadas al concurso.

En una entrevista concedida a Efe el pasado año, Villar Mir aseguró que había propuesto al Ministerio de Fomento fusionar la autopista de peaje Eje Aeropuerto con la salida de Madrid por la A-2 para solucionar los problemas económicos que atraviesa la carretera tras la construcción de una serie de accesos al aeropuerto libres de peaje que no estaban previstos inicialmente.

Esta misma semana, el presidente de OHL mostró su apoyo al Gobierno en la creación de la sociedad estatal de autopistas que integrará a las vías de peaje con problemas y reconoció que, "aunque las concesionarias están pidiendo más", el esquema se mantiene de forma que el valor residual de estas concesiones representará el 20% del capital de la empresa.

Fomento ultima la sociedad estatal de autopistas

Por su parte, el Ministerio de Fomento ultima la constitución de la nueva  sociedad pública de autopistas con la que se busca evitar la quiebra  a una decena de vías que actualmente afrontan problemas  económicos y financieros y que en su mayor parte están en concurso  de acreedores.

Todas estas autopistas, salvo Ausur, han manifestado su  disposición a sumarse a la empresa pública, según han informado a Europa  Press fuentes del sector. Respecto a Ausur, en caso de que mantenga su rechazo a sumarse al  proyecto, el Ministerio sopesa proponer al resto de concesionarias  comprar entre todas el porcentaje de participación que le  correspondería en la nueva empresa pública.

Según el proyecto, el Ministerio, a través de su sociedad  Seittsa, controlará el 80% del capital de la empresa de autopistas.  El 20% restante se lo repartirán las sociedades concesionarias  actualmente titulares de las autopistas en problemas que se  integrarán en la empresa.

Este porcentaje de participación parte con un valor de 122  millones, dado que la sociedad se constituye valorada en 608  millones. La parte correspondiente al Estado equivale a la  capitalización de las ayudas que hasta ahora ha dado al sector.

El proyecto contempla también que, además del porcentaje del 20%  en la nueva sociedad, Fomento abonará a las concesionarias 350  millones por los importes que les adeuda por las  expropiaciones de los terrenos sobre los que se construyeron las  autopistas y las modificaciones que sufrieron sus proyectos de obra.

Deuda conjunta de unos 3.500 millones

En paralelo, el departamento de Ana Pastor ya tiene cerrado un  acuerdo con los bancos acreedores de las autopistas, que suman una  deuda de unos 3.500 millones. Este acuerdo con la banca exige que la nueva empresa de autopistas esté lista antes de  fin de año.

Las autopistas que se integrarán en la sociedad son la R-2, la R-3, la R-4, la R-5, la AP-41,  la AP-36, Ausur, la circunvalación de Alicante y la M-12. Sus sociedades concesionarias están en su  mayoría participadas por las grandes constructoras (ACS, Sacyr,  Ferrovial OHL y Abertis), además de por Globalvía (grupo de  concesiones de FCC y Bankia) y alguna entidad financiera.

Todas estas vías, las de más reciente construcción y que  supusieron una inversión de unos 5.600 millones, se han  visto afectadas por los sobrecostes que afrontaron con la  expropiación de los terrenos sobre los que se construyeron y el  desplome de los tráficos por la crisis.

El proyecto de Fomento se ha diseñado a un horizonte de cuarenta  años. Parte de la previsión de que el tráfico conjunto de la decena  de autopistas siga cayendo hasta 2015 y empiece a crecer entre un 2%  y un 2,5% en ejercicios sucesivos.