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Los kurdos juegan sus cartas en el río revuelto de Oriente Medio

Ver Kurdistán en un mapa más grande

  • El PKK y Turquía han iniciado negociaciones
  • El gobierno autonómo kurdo de Irak ha comenzado a comercializar petróleo por su cuenta
  • Las milicias kurdas se enfrentan a la oposición en Siria

Por

Los kurdos:

En Turquía: 14 millones (18%)

En Irak: 4.6 millones (15-20%)

En Siria: 2,25 millones (10%)

En Irán: 7 millones (10%)

Fuente: Cia World Factbook, GRK, Reuters

Breve cronología:

1916 Acuerdo Sykes- Picot. Reino Unido y Francia les prometen estado propio cuando el Imperio Otomano sea derrotado

1920 Tratado de Sevres: divide el Imperio Otomano y crea un estado para los kurdos en Turquía

1923 Tratado de Lausana: anula el anterior y deja a los kurdos sin estado

1945-46 República de Mahabad: una parte del kurdistán iraní se declara independiente, de manera más simbólica que real

1984 El PKK inicia su lucha violenta en Turquía

1988 Campaña de Anfal: Sadam Hussein bombardea con armas químicas a los kurdos de Habalja

1991 Revuelta kurda contra Sadam en Irak. Estados Unidos, Reino Unido y Francia declaran una zona de exclusión aérea por encima del paralelo 36.

1992 Un frente unido de partidos kurdos iraquíes declara su autonomía dentro de Irak

1994-1998 Guerra civil en el norte de Irak entre la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) de Masud Barzani y el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) de Yalal Talabani. Un acuerdo para compartir el poder pone fin a la guerra

2003 Los kurdos colaboran con EE.UU. en la invasión de Irak y participan en el gobierno provisional.

2011 Los kurdos sirios aprovechan el vacío de poder para ganar espacios de autonomía en el noroeste del país.

2012 Diálogo ent

La inestabilidad que sacude Oriente Próximo, con las consecuencias de las revueltas árabes y la guerra civil en Siria, puede tener un ganador: los kurdos. La primavera árabe podría dejar paso a un "verano kurdo", en el que esta minoría presente en cuatro países (Turquía, Siria, Irán e Irak) y considerada como la etnia más numerosa sin estado propio, obtenga mayores cotas de autogobierno.

En Turquía, donde más kurdos habitan, el gobierno ha abierto una vía de diálogo con la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) a través de su líder encarcelado, Abdulá Oçalan.

En Irak el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) que controla el norte del país, sostiene un pulso con el gobierno central de Bagdad y recientemente ha comenzado a vender su petróleo directamente, dando más base así a una hipotética vía independentista.

Mientras, la guerra en Siria ha proporcionado a los kurdos una autonomía de facto, que ahora defienden frente a la oposición armada.

Solo Irán ha quedado de momento al margen de este resurgir de la cuestión kurda. La asociación internacional de pueblos sin estado, la UNPO, denuncia que esta minoría sigue sin poder ejercer sus derechos políticos, culturales, lingüísticos y religiosos (la mayoría de los kurdos iraníes son suníes), y que la situación ha empeorado bajo la presidencia de Mahmud Ahmadineyad.

La "tierra de los kurdos"

Las comunidades de mayoría kurda se concentran en una zona geográfica situada entre las estribaciones noroeste de los montes Zagros y este de los montes Tauro, en Oriente Próximo. Antiguamente situada en el corazón del Imperio Otomano, en la actualidad la región está dividida entre cuatro países: Turquía (este y sureste, en torno al lago Van); Irak (al norte de Mosul y Kirkuk); Siria (provincia de Hasaka, en el noreste); e Irán (una franja en el noroeste que incluye las provincias de Kordistan, Kermanshah e Ilam y parte de la de Azerbaiyán occidental).

Hay también comunidades menores en otras zonas de Turquía e Irán, así como en Armenia y Georgia, y exiliados o emigrantes kurdos en Europa y Norteamérica.

Las cifras de población varían, debido a que muchos censos les ignoran por motivos políticos o les asimilan a la población mayoritaria. Se estima, no obstante, que su población total sería de entre 25 y 30 millones de personas.

El área citada abarca unos 400.000 kilómetros cuadrados, es rica en yacimientos petrolíferos (sobre todo en la parte iraquí, pero también en Siria) y se encuentra en el trazado de conductos de hidrocarburos que comunican Asia Central y Europa.

También contiene importantes recursos acuíferos: en la parte turca nacen los ríos Tigris y Éufrates, que pasan por Siria e Irak. El uso del caudal del Éufrates es una tradicional fuente de disputas entre Ankara y Damasco.

Los kurdos comparten una lengua (con dialectos diferenciados) y características culturales, tal y como ha reconocido el Consejo de Europa, pero no han tenido nunca una unidad política o administrativa como tal.

En 1920, el tratado de Sevres, en el que las potencias vencedoras de I Guerra Mundial desmembraban el Imperio Otomano, les otorgaba autonomía y abría la puerta a un referendum de independencia, pero nunca se llegó a aplicar.

La ONU no les reconoce derecho a la autodeterminación, a diferencia de los palestinos o del Sáhara Occidental. Además, no gozan de un proyecto común o una unidad de acción, sino que sus organizaciones están divididas a lo largo de líneas tribales o religiosas.

Negociaciones con Turquía

El gobierno turco ha abierto recientemente un diálogo con el PKK, al que tanto Ankara como la Unión Europea y Estados Unidos consideran una organización terrorista. Los guerrilleros tienen su base en las montañas de Kandil, en Irak, y cuenta con la protección de los kurdos iraquíes.

El PKK abandonaría las armas y su exigencia de un estado propio a cambio de la modificación de la Constitución turca para reconocer a su etnia y su lengua. Un cambio que no es baladí, ya que implica modificar el concepto de estado nación, con un solo pueblo (el turco) sobre el que Mustafá Kemal Atatürk fundó la nueva república de las cenizas del Imperio Otomano en 1923.

El reciente asesinato de tres militantes kurdas, una de ellas muy cercana a Oçalan, indica que los esfuerzos de diálogo son lo suficientemente serios como para que haya elementos en ambas partes (los poderes fácticos del estado turco y los más radicales en el PKK), empeñados en hacerlos fracasar.

En un último gesto de acercamiento, el Parlamento turco ha aprobado este mismo jueves que los acusados puedan usar en los tribunales su lengua materna, si la conocen mejor que el turco, lo que permitirá a muchos acusados de pertencia al PKK defenderse en su idioma.

La resolución de este conflicto sería una doble oportunidad histórica: para los kurdos, supondría abandonar la vía más radical y encontrar acomodo a sus reivindicaciones dentro de la república; para Turquía supone una segunda modernización y acabar con un conflicto que ha costado miles de vidas (30.000, según datos del CIA World Factbook) y por el que se la ha acusado de violaciones de los derechos humanos.

El experimento autónomo en Irak

En Irak, el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK), con capital en Erbil y presidido por Masud Barzani, posee sus propias fuerzas armadas (el peshmerga) y parlamento y comienza a disponer de recursos económicos propios.

Con casi cinco millones de personas, mantiene relaciones internacionales con varios países y tiene incluso una oficina de representación en España. Es, por tanto, el primer experimento de autogobierno kurdo y se ha convertido en un actor político más en la región.

En los últimos meses, sin embargo, la tensión entre el gobierno central y el autónomo ha ido en aumento, con concentraciones de tropas en los límites regionales.

El primer motivo de esta tensión son las disputas sobre la explotación de los ricos campos petrolíferos de Kirkuk. La zona, en la que operan compañías de 17 países (Repsol entre ellas) contiene importantes bolsas de gas natural y de petróleo. Sin embargo, Bagdad considera ilegales los contratos firmados por el GRK para explotar directamente los yacimientos.

En segundo lugar, el gobierno kurdo dio asilo al vicepresidente iraquí, Tariq Hashimi, suní, que dejó el gobierno de Nuri al Maliki tras ser acusado de orquestar atentados contra los chiíes.

La idea de una mayor autonomía, o incluso de un estado propio, comienza a discutirse abiertamente en Irak, según asegura David Hirst en el diario británico The Guardian.

Daban Shadala, representante del Gobierno Regional Kurdo en España, descarta esta opción. "Votamos la Constitución y decidimos estar en Irak - explica en declaraciones a RTVE.es - Merecemos un país, pero no es realista, y debemos considerar el interés del pueblo kurdo. En este momento, nuestro interés es compartir el poder".

Shadala está convencido de que las perspectivas de futuro para los kurdos iraquíes "son positivas", e insiste en que la región autonóma es una "isla" de seguridad y crecimiento económico con grandes oportunidades de inversión. "Puede jugar un papel clave para la paz en la región", añade.

El aliado y socio más firme de los kurdos iraquíes es, sorprendentemente, Turquía, quien comercia libremente con el gobierno de Erbil. Turquía es paso obligado para la exportación del crudo de Kirkuk a Europa y la compañía turca Genel Energy realiza prospecciones en el área.

"Turquía es nuestra puerta al resto del mundo. Nuestro comercio anual es de entre 6.000 y 8.000 millones de dólares", explica Shadala. El representante del GRK asegura que Masud Barzani ha mediado entre el PKK y el gobierno de Ankara para acercar posturas y hacer posible el diálogo.

¿Por qué Ankara tiende esta alianza con los kurdos del otro lado de la frontera? Al interés económico se suma una apuesta más amplia del gobierno de Recep Tayyip Erdogan para convertirse en referencia del islamismo suní y recuperar su antigua influencia regional en Oriente Medio.

Los kurdos en el huracán sirio

Sin embargo, los intereses de Turquía vuelven a chocar con los de los kurdos en un tercer país: Siria.

La provincia del noreste está controlada por las milicias del PYD, rama siria del PKK. Las Fuerzas Armadas sirias prefirieron abandonar las aldeas kurdas quizá con la intención de crear problemas a Turquía, que a su vez ofrece refugio al Ejército Libre sirio (ELS), principal grupo armado opositor.

Los kurdos pudieron establecer una autonomía de facto e intentaron mantenerse al margen de la guerra civil. Pero no ha podido ser. En las últimas semanas, los combates entre el PYD y los rebeldes anti-Asad han causado más de 50 muertos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres.

Y es que tanto Turquía como la oposición han dejado claro que quieren una Siria unida. La guerra civil, crecientemente sectaria y no solo política, amenaza con engullir a los kurdos y acabar con sus sueños de autonomía.