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La división entre los países del Eurogrupo impide desbloquear la ayuda a Grecia

  • Atenas asegura que, sin esta ayuda, el viernes podría suspender pagos
  • Solo cuando haya un acuerdo el Eurogrupo decidirá si desbloquea la ayuda
  • El FMI discrepa con la UE en la concesión de dos años más a Grecia

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La división entre los países del Eurogrupo impide desbloquear la ayuda a Grecia

La división entre los países del Eurogrupo sobre cómo reducir la carga de la deuda helena y cómo financiar la ayuda extra que necesitará Grecia ha retrasado el desbloqueo del nuevo tramo de ayuda de 31.500 millones de euros que Atenas necesita de forma urgente para no suspender pagos en los  próximos días, lo que le podría abocar a abandonar el euro.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha confirmado que los ministros de Finanzas de la zona euro no desbloquearán en esta reunión la ayuda urgente a Grecia y ha adelantado que prevé otra reunión esta semana o la próxima para discutir el asunto.

El también primer ministro de Luxemburgo ha afirmado que, con la aprobación el miércoles por parte del Parlamento griego del ambicioso paquete de reformas y grandes recortes y del presupuesto para 2013, Atenas ha cumplido "casi íntegramente" la lista de exigencias de sus socios.

Pese a que el desembolso del próximo tramo de 31.500 millones de euros  aún tiene que esperar, Juncker ha asegurado que Atenas "no tendrá ningún  problema" el próximo viernes, cuando debe hacer frente al pago de unos  5.000 millones de euros en vencimientos.

El vicepresidente de la  Comisión Europea y comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios,  Olli Rehn, ha explicado que, incluso si los bancos griegos no acceden a  liquidez a través del Eurosistema, podrán participar en la subasta del BCE del próximo viernes y Grecia podrá refinanciar sus letras del Tesoro.

Sin embargo, Juncker ha recordado que aún hay "cuestiones abiertas", como la sostenibilidad de la deuda helena, la posible extensión de dos años para el ajuste y las necesidades de financiación adicionales que ello exigirá. El eurogrupo hablará con el FMI sobre una posible quita de la deuda helena en el sector público, defendida por el Fondo Monetario Internacional pero rechazada por otros países como Alemania.

Discrepancias dentro de la troika

Por otro lado, el Eurogrupo sí concluyó que conceder dos años más a Grecia para acometer los recortes "sería un ajuste apropiado para el camino de la consolidación fiscal, a la vista de los desarrollos económicos recientes", en palabras de Juncker, tal y como había solicitado el Gobierno heleno y había sido propuesto por la troika formada por la Comisión Europea,el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.

No obstante, dentro de esa troika no hay acuerdo sobre la sostenibilidad de la deuda griega.

Así, Juncker explicó que la eurozona quiere retrasar dos años (de 2020 a 2022) el cumplimiento del objetivo del 120% del PIB de la deuda pública, el nivel considerado sostenible por los socios internacionales.

Pero, mientras el primer ministro de Luxemburgo afirmaba en la rueda de prensa de forma tajante que "se va a cambiar" esa fecha límite, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, negaba con la cabeza, para después insistir que para la institución monetaria internacional con sede en Washington la fecha válida debe ser 2020. "Tenemos aquí, claramente, puntos de vista diferentes", admitió entonces Lagarde.

Tampoco está claro todavía cómo se financiaría el agujero fiscal de Grecia si se le concede hasta 2016 en lugar de hasta 2014 para reducir su déficit público al 3%, un asunto que la eurozona espera acordar el próximo día 20. 

Juncker ha explicado que se están considerando varias posibilidades, aunque no quiso revelar cuáles. Sí ha indicado que, según su parecer "personal", la posibilidad de una quita sobre la deuda helena en manos de los acreedores públicos "no es una opción que favoreceremos" los gobiernos.

Cómo pagar la ampliación del plazo a Atenas

Rehn por su parte, ha asegurado en declaraciones a los periodistas, que lo más probable es que se tratará de una "combinación" de medidas.

Entre otras, se están estudiando desde una nueva reducción de los intereses que la eurozona cobra a Grecia por préstamos bilaterales, a una recompra de deuda por parte de Atenas, algo que se considera más complicado.

También se contempla un alargamiento de los vencimientos y que el BCE renuncie a los beneficios obtenidos sobre los bonos griegos, de los que acumula 55.000 millones de euros. Ese beneficio, estimado en hasta 15.000 millones de euros, se traspasaría a los bancos centrales nacionales, para que luego los gobiernos se los transfirieran a Grecia.

Un borrador del informe de la troika revela que Grecia necesitaría una ayuda adicional de 32.600 millones de euros hasta 2016 si recibe una extensión de dos años para acometer los ajustes exigidos.

Las necesidades de financiación de Grecia se elevarían así a 15.000 millones de euros para cerrar el agujero fiscal hasta 2014, fecha en la que el programa de rescate iba a finalizar inicialmente, y a otros 17.600 millones en 2015 y 2016, si se tiene en cuenta la prolongación de dos años para acometer los ajustes.

No obstante, en el documento también consta que Atenas debería acometer recortes adicionales por 4.000 millones de euros entre 2015 y 2016.