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El Parlamento Europeo aprueba la creación de un fondo de amortización de la deuda europea

  • Mutualizaría las deudas nacionales de la eurozona superiores al 60% del PIB
  • De él no se podrían beneficiar los países rescatados por fondos europeos
  • La duda es como queda España tras el rescate bancario del Eurogrupo
  • La Eurocámara solicita a la Comisión una hoja de ruta para los eurobonos

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El Parlamento europeo aprueba la creación de un fondo de deuda para la financiación

La Eurocámara ha dado su visto bueno a dos propuestas que permiten controlar los proyectos presupuestarios y reforzar la supervisión de los Estados con graves dificultades. En ellas se incluyen, además, una hoja de ruta para la introducción de eurobonos y la creación de un fondo de amortización de deuda europea. 

Esta última es una de las aportaciones propias del Parlamento Europeo más destacadas. Este fondo de amortización de deuda europea mutualizaría el porcentaje de todas las deudas nacionales de la eurozona superiores al 60% del PIB, el máximo autorizado por el Pacto de Estabilidad, y el pago de la misma a lo largo de 25 años y a ún interés de entre el 2,5% y 3%, informa TVE.

Esto permitiría dar tiempo a los países con deuda excesiva para acometer reformas estructurales y además bajaría los tipos de intereses para refinanciar la deuda.  Sin embargo de este procedimiento han quedado excluidos aquellos socios que ya han sido rescatados.

La duda ahora es si España podría beneficiarse tras el rescate a la banca concedido el sábado por el Eurogrupo. "No es un rescate de país", señala CiU, que cree que nuestro país sí se podría beneficiar, postura que comparte el PSOE. Para el PP, no habría ningún tipo de problema.

En cualquier caso, ahora deberá ser negociado con todos los Estados y con la Comisión Europea, que ya ha advertido de que para ello se requiere compartir soberanía fiscal en el contexto de la unión monetaria.

Hoja de ruta para introducir los eurobonos

Precisamente, otra de las propuestas aprobadas en el pleno de este miércoles establece que la Comisión Europea tendrá que presentar un mes después de la entrada en vigor de las dos legislaciones una hoja de ruta para introducir los eurobonos y una propuesta para un mecanismo de crecimiento que movilizaría en torno al 1% del PIB (100.000 millones de euros) para inversiones en infraestructuras a lo largo de 10 años.

El PE ha otorgado además al Ejecutivo comunitario poderes similares a los que prevé el capítulo 11 la ley de bancarrotas de EE.UU., lo que le permitiría dar "protección legal" a cualquier país que esté al borde de una suspensión de pagos. Por esa "tutela" un país no podría ser declarado en suspensión de pagos, sus acreedores tendrían que notificarse como tales ante la CE en un plazo de dos meses, no se podría calificar la deuda del país y se congelarían los intereses de préstamos.

A partir de ahora se abre la negociación a tres bandas, entre la Comisión Europea (CE), el Parlamento y el Consejo para aunar los textos aprobados por el Ecofin y de la Eurocámara.

Alemania siempre se ha opuesto a cualquier tipo de eurobonos o mutualización de la deuda. Otros países como Italia están a favor. Este miércoles, el primer ministro,  Mario Monti, ha pedido no excluir ni eurobonos ni el Fondo de Amortización de Deuda: "Al menos habría que ponerse en marcha para su realización".

Supervisión y control de los presupuestos

Las dos propuestas aprobadas por el Parlamento Europeo se trata del conocido como two pack sobre supervisión presupuestaria de los países del euro y de una supervisión reforzada para los países en dificultades acordado por el Ecofin de febrero.

En el caso de la supervisión, se prevé en la primera propuesta, para países bajo rescate y otros con problemas serios, supervisiones estrechas de la CE prorrogables cada seis meses, visitas periódicas al país e informes trimestrales sobre la situación.

Si la CE concluye que se requieren nuevas medidas y que la situación financiera de un país amenaza la estabilidad de la eurozona, el Consejo por mayoría cualificada y a propuesta de Bruselas podrá recomendar un programa de ajuste macroeconómico.

En la segunda propuesta para el control de los presupuestos y la corrección del déficit excesivo, los países del euro deben entregar cada año hasta el 15 de octubre su proyecto presupuestario. Este proyecto y los planes nacionales a medio plazo deben basarse en previsiones macroeconómicas independientes.

Los países tendrán que crear organismos independientes que supervisen el cumplimiento de las reglas presupuestarias relativas al equilibrio presupuestario. La CE emitirá un dictamen antes de cada 30 de noviembre sobre el proyecto presupuestario y si constata un incumplimiento especialmente grave de las obligaciones establecidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento pedirá al país que lo revise.

Los países tendrán que informar con antelación a la CE y al Eurogrupo de sus planes de emisión de deuda nacional y también de cualquier plan de reforma importante de la política presupuestaria.