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S&P advierte de una posible segunda rebaja a la deuda soberana de EE.UU.

  • Podría realizar otra degradación en los próximos 6 a 24 meses
  • Se produciría si empeora la situación fiscal del país
  • La agencia de calificación rebajó la calificación de EE.UU. por primera vez

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La empresa calificadora de riesgo Standard & Poor's ha advertido este domingo de la posibilidad de una segunda rebaja de la deuda soberana de EE.UU. en el futuro si empeoran las condiciones, aunque no espera "demasiado impacto" en los mercados bursátiles en Asia.

El director general de S&P, John Chambers, ha dicho a la cadena televisiva ABC que la agencia de calificación podría realizar una segunda degradación de la deuda soberana de EEUU en los próximos 6 a 24 meses, si empeora la situación fiscal del país.

Chambers ha explicado que para que Estados Unidos recupere su nota más alta, las autoridades deben tomar medidas para mejorar la estabilidad de la dinámica de la deuda y buscar un mayor consenso políticos.

Como ejemplo, ha señalado que una comisión fiscal bipartidista creada por la Administración Obama el año pasado "hizo muchas recomendaciones prudentes" para reducir la deuda nacional, incluyendo un recorte de gastos y un incremento de ingresos, en una proporción de tres a uno.

"Es una lástima que a esas (recomendaciones) no se les dio seguimiento", ha dicho.

Standard and Poor's rebajó el viernes pasado, por primera vez en la historia, la calificación de la deuda de EEUU de AAA, la máxima posible, a AA+, porque considera que el plan promulgado el martes pasado para reducir el déficit en diez años "se quedaba corto" de las reformas fiscales requeridas.

Su decisión ahora hace temer un aumento de los impuestos en una amplia gama de préstamos para el Gobierno federal, los gobiernos estatales, empresas y consumidores.

Culpa a las trabas para el acuerdo

Por su parte, en declaraciones a la cadena televisiva Fox, el jefe global de S&P, David Beers, ha culpado tanto al Congreso como a la Administración Obama por las trabas para lograr un consenso sobre la política fiscal.

No obstante, Beers ha afirmado que no espera "demasiado impacto financiero" en los mercados asiáticos cuando abran el lunes en sus respectivos horarios.

En lo que respecta a los mercados, ha dicho que lo que más preocupa a los mercados es "la percepción global de que la economía mundial podría estar ralentizando".

Ya el viernes pasado, Beers había indicado que los mercados estaban reaccionando "a muchos factores,  no sólo a la decisión de S&P".

Beers ha reiterado la postura de su agencia de que EE.UU. debe poner en marcha reformas a sus programas de bienestar social, "porque son el principal componente del gasto público, y son la parte donde las presiones (fiscales) son mayores".

Ambos analistas acudieron a los programas de televisión estadounidenses para justificar su decisión, frente a acusaciones de que tuvo motivaciones políticas.

Mientras, el expresidente de la Reserva Federal Alan Greenspan ha vaticinado que la bolsa continuará a la baja tras la decisión de S&P.

Greenspan ha dicho en una entrevista con la cadena televisiva NBC, que, a su juicio, tomará algún tiempo para que los mercados toquen fondo.

Si bien ha reconocido que la degradación de la deuda ha tenido un efecto psicológico en el país, Greenspan ha insistido en que esa decisión no pone en riesgo las inversiones en Estados Unidos y que el país podrá cumplir con sus obligaciones fiscales.