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Sócrates descarta pedir rescates externos y anuncia la mejora del déficit público

  • Portugal sitúa su déficit público por debajo del 7,3% en 2010
  • El primer ministro critica los "rumores" que dañan a la Zona euro

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El primer ministro de Portugal, José Sócrates, ha descartado este martes pedir ayuda financiera tras revelar que su país en 2010 mejoró en dos puntos el resultado del déficit público respecto a sus previsiones. El déficit ha quedado por debajo del  7,3%.

Sócrates ha criticado los "rumores" sobre un posible rescate financiero de Portugal y dijo que sólo sirven para perjudicar a su país, al euro y para ayudar a los especuladores.

Portugal no necesita rescates

En una intervención ante la prensa, el primer mininistro ha asegurado que Portugal no va a pedir ayuda "porque no la necesita" y pretende seguir financiándose en el mercado y cumplir el programa de ajustes económicos. En 2010, Portugal ha sido uno de los países europeos que más ha reducido su déficit público.

"Portugal está resolviendo sus problemas", ha  concluido Sócrates,  que insiste en que el país no necesita asistencia económica  externa  para seguir adelante y cumplir su programa financiero después  de lograr  en 2010 "un excelente resultado" y presentarse ante la comunidad   internacional "con la conciencia del deber cumplido".

De los  27  países de la UE, 10 preveían subir su déficit fiscal y otros 10   bajarlo en un punto, pero muy pocos van a ser capaces de  rebajarlo dos  puntos como ha logrado Portugal, ha resaltado.

"Este es el  primer resultado que el  país presenta como estímulo a la confianza de  los mercados  internacionales en su financiación", ha añadido el primer  ministro, que  pidió "espíritu patriótico" en su propio país para no  generar  desconfianza.

Los resultados preliminares del año que acaba de terminar "superan todas  las expectativas" sobre la economía portuguesa, ha agregado al destacar que  muy pocos países son capaces de bajar tanto el déficit y duplicar además  las previsiones de crecimiento, que eran del 0,7% y se calculan que mejoren hasta alcanzar un 1,4% del PIB.

Sin embargo, esas buenas expectativas de crecimiento no se mantendrán para este 2011,  según ha avisado también este martes el Banco de Portugal. La autoridad bancaria ha revisado a la baja sus previsiones para este año y ha adelantado que el país volverá a entrar en recesión y que su actividad económica se contraerá un 1,3%.

La presión del mercado complica la financiación

Antes de conocer esos malos datos, Sócrates ha incidido en la necesidad de que todos los portugueses apuesten por su país y se ha quejado -en alusión a la oposición  conservadora- de quienes minusvaloran los logros del país y ayudan con  esa actitud a los especuladores.

Sócrates aludía así a la advertencia lanzada el  pasado domingo por el líder conservador Pedro Passos Coelho, de que  pedirá elecciones anticipadas si se produce el rescate financiero de  Portugal.

El país luso está presionado por los altos intereses que  penalizan la refinanciación de su deuda, que este mes han vuelto a  superar durante unos días el nivel crítico del 7%, aunque este lunes, gracias a las  intervenciones compradoras del Banco Central Europeo (BCE), bajaron de  esa cota.

Esa presión de los inversores sobre la rentabilidad exigida a la deuda portuguesa deberá desmentirse o confirmarse este miércoles, cuando el Tesoro portugués sacará al mercado entre 750 y 1.250 millones de euros en obligaciones a 3 y 9 años. Todos los analistas creen que esta emisión es crucial para probar la capacidad de Portugal para conseguir financiación en los mercados.

Si los intereses se mantienen en niveles altos, los especialistas creen que la financiación de la elevada deuda portuguesa puede  ser insostenible sin ayuda de la UE o el Fondo Monetario Internacional  (FMI).

Pero Sócrates ha reiterado que "todos los rumores sobre la  intervención del FMI son especulaciones" y se ha quejado de las que surgen en  Portugal para perjudicar los intereses del país, agravar las  condiciones del mercado y ayudar a los especuladores.

El primer  ministro ha agregado que esas actitudes son "cómplices de la especulación" y  "alimentan los rumores" sobre el rescate de Portugal, cuyo clima  político está en plena efervescencia por las elecciones presidenciales del próximo 23 de enero.