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El 40% de los parados españoles vive en un hogar donde nadie trabaja, según el Banco de España

  • La protección familiar contra el desempleo es menor en la actual crisis
  • El cabeza de familia tiene más posibilidades de estar en paro que en otras

Ver también: Artículo del Banco de España sobre la incidencia del paro en los hogares

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Mejora la visión de la banca española en el exterior y las perpectivas de crecimiento

El 40% de los parados que viven en España reside en hogares donde ninguno de sus miembros trabaja, según el último boletín del Banco de España, que señala en un artículo que este porcentaje supera el máximo alcanzado durante la crisis de 1994,  cuando llegó al 37,7%, a pesar de que en España era de los más bajos de la zona del euro en 2007, con un 26%.

Tomando como referencia la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre, que registraba 4.574.700 desempleados en España, el número de parados que viven en un hogar en los que ninguno de sus miembros está activo sería de 1.830.000.

Estos desempleados son aproximadamente el 8% de la población activa,  un porcentaje similar a la tasa de paro total de muchos países de la zona del euro, señala el Banco de España en un artículo que aborda la incidencia del desempleo en los hogares españoles.

Más paro entre los cabezas de familia

El informe subraya que, dado el aumento de las tasas de paro del cabeza de familia y del cónyuge en la crisis actual, se observa una mayor incidencia de situaciones de desempleo simultáneas entre los miembros de un mismo hogar.

Se ha elevado la probabilidad de que el principal perceptor de renta del hogar esté desempleado

En este sentido, el artículo señala que "se ha elevado la probabilidad de que el principal perceptor de renta del hogar esté desempleado". En concreto, la tasa de paro en España del principal perceptor de renta, que estaba en mínimos del 6% antes de la crisis, se sitúa ahora en el 16,1%, por encima del máximo del 13% de la crisis de 1994.

Con todo, el Banco de España comenta que ese deterioro "se ve algo atenuado" por el aumento del número de activos en los hogares, consecuencia sobre todo de la mayor incorporación de la mujer al mercado laboral. Así, la tasa de paro del cónyuge, "a pesar de que se sitúa en niveles similares a los del cabeza de familia, en el 16,6%, no se ha incrementado con tanta intensidad".

Menor protección de la familia

Por ello, el supervisor sugiere que la capacidad de protección adicional contra el desempleo que pueden constituir los vínculos familiares es ahora menor que en recesiones anteriores. "Tradicionalmente, en los países del sur de Europa, caracterizados por un mayor tamaño del hogar y tasas más elevadas de desempleo, la familia ha actuado como red de protección adicional de los desempleados", recuerda el texto.

"Durante estas dos últimas décadas, los hogares españoles han registrado cambios notables en su composición, con efectos, a priori, contrapuestos sobre su capacidad afrontar episodios de destrucción de empleo. Así, aunque ha disminuido su tamaño (menor capacidad de protección), la continuada incorporación de la mujer al mercado de trabajo ha generado un aumento en el número de activos por hogar (mayor capacidad)", explica.

El artículo concluye que todo ello "hace más patente la urgencia de llevar a cabo las reformas necesarias para potenciar rápidamente la creación de empleo".