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¿En qué consisten las terapias con células embrionarias?

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Por

José Antonio López

Es profesor de microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid, Investigador y Director de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CESIC). Biólogo molecular y virólogo, ha escrito varios libros sobre las células madre:

- Células Madre: la madre de todas las células. 2003. Ed. Hélice.

- Sé lo que ocurrió... los cursos pasados. 2006. Ed. Hélice.

- Células madre y terapia regenerativa. RANF. 2009.

El término "célula madre" es relativamente reciente, independientemente de la aceptación que haya podido tener entre propios y extraños. No obstante, terapias celulares basadas en la pluripotencia de este material biológico se están llevando a cabo de forma rutinaria desde mediados del siglo pasado.

Dos grandes polos de investigación, en ocasiones enfrentados, constituyen la base de la medicina regenerativa que firmemente pretende traducirse en innovadoras terapias en humanos: aquellos grupos centrados en el estudio de células madre denominadas adultas -cuyos resultados se están extrapolando con éxito en tratamientos clínicos-, y los encaminados a desentrañar los misterios de la pluripotencia de las células madre de origen embrionario -que recién empieza a ponerse en marcha hoy en EE.UU-, entre otras cosas, al recelo que por motivos religiosos, que no bioéticos, ha suscitado en la Administración de muchos países.

Entre ambos polos podríamos, tentativamente, situar las investigaciones llevadas a cabo con células madre derivadas de cordón umbilical, fetales o, incluso, germinales.

¿Qué es una célula madre?

Básicamente, se puede definir una célula madre por sus tres características principales:

1) Puede dividirse dando lugar a nuevas copias de sí misma;

2) Puede diferenciarse bajo ciertas condiciones fisiológicas o experimentales hacia otros tipos y linajes celulares,

3) Puede acabar colonizando y originando nuevos tejidos y órganos.

¿Cuántos tipos existen?

Dicho esto, y considerando el origen celular último, podríamos agrupar toda esta escala de posibilidades en dos grandes bloques:

1) Células Madre Embrionarias o ESC (Embryonic Stem Cells) procedentes, esencial aunque no únicamente, de la Masa Celular Interna (MCI) del blastocisto

2) Células Madre Adultas o ASC (Adult Stem Cells), las cuales, por ejemplo, tendrían la función de reparación de tejidos dañados o de renovación celular fisiológica.

¿En qué consiste la terapia puesta en marcha en EE.UU.?

A la eterna polémica suscitada por la investigación con embriones humanos desde que en 1998 James Thompson, Universidad de Wisconsin, aislara células pluripotenciales derivados de ellos, habría que añadir el primer ensayo mundial que se va a realizar en siete hospitales de EE.UU.

Si bien los ensayos con células derivadas de embriones siguen siendo escasos, se trata de uno de los frentes, junto al de las células madres adultas o inducidas pluripotenciales más prometedores en medicina regenerativa.

Se trata de un ensayo de fase I, con pocos pacientes para verificar la seguridad

El estudio está siendo financiado con dinero privado, ha recibido la autorización sanitaria de la FDA (Administración norteamericana de Alimentos y Medicamentos) y consiste, en un principio, en un ensayo de fase I, con pocos pacientes, para verificar la seguridad y eficacia inicial en regeneración de médula espinal.

Todos los pacientes tendrán lesiones medulares recientes, en caso contrario, dicha regeneración y remielinización de las fibras nerviosas, tras la formación de la cicatriz, sería prácticamente imposible.

A día de hoy, el primer paciente está ya listo para iniciar el tratamiento -fase I- en el Shepherd Center, un centro de investigación y de rehabilitación para personas con lesiones en médula espinal y lesiones cerebrales con sede en Atlanta (Georgia).

No obstante, mientras esta nueva esperanza se materializa -con el visto bueno del Gobierno Obama, quien ya anunciara hace más de un año su apoyo a estos proyectos con células derivadas de embriones humanos- un juez federal sigue amparándose en la ley para prohibir la investigación con este sensible material, al menos, con dinero del ciudadano norteamericano.

De momento, y desde septiembre, la Corte Federal de Apelaciones de Washington ha suspendido, temporalmente, el veto del magistrado mientras considera el recurso interpuesto por el Gobierno de Obama.

Una vez más, el futuro científico no depende de la importancia intrínseca de lo investigado.

¿Y cuál es la situación en España?

Mientras tanto y en España, se han estructurado Redes de Investigación, con centros de referencia principalmente en Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana.

Entre los proyectos que las correspondientes Administraciones han considerado y aprobado están la Transferencia Nuclear y la creación de embriones quimera entre núcleos humanos y citoplasma de ratón, tal y como solicitó el equipo liderado por Izpisúa.

Enfermedades de calado social tan profundo como diabetes, Parkinson o diferentes tipos de cánceres están sobre la poyata.

Uno de los inconvenientes que se pretende solucionar en la utilización de ESC (células madre embrionarias) es su mayor capacidad de inducir tumores.

Además de los blastocistos, otras fuentes de células madre pluripotentes las encontraríamos en estadios embrionarios anteriores, opciones que buscan minimizar las connotaciones religiosas que supone el tener que destruir embriones en investigación.

Una de las normativas más avanzadas del mundo

No podría cerrar este artículo sin, al menos, destacar los firmes y prometedores pasos legislativos acontecidos en España durante el último lustro, y que nos han situado a la vanguardia del progresismo científico.

Cuando hablamos de células madre, la normativa actual española se encuentra entre las más avanzadas del mundo, siendo garantista tanto en el control de la autorización de los proyectos como en su seguimiento.

Dos leyes han tenido la culpa: Ley 14/2006 (26 de mayo) sobre Reproducción Humana Asistida y, sobre todo, la Ley 14/2007 (3 de julio) de Investigaciones Biomédicas (LIB).

Tal y como se refleja en el preámbulo de esta última, uno de sus ejes prioritarios consiste en proteger la dignidad del ser humano respecto de las aplicaciones de la biología y la medicina -tal y como se suscribió en Oviedo el 4 de abril de 1997-.

La LIB permitiría -la utilización de cualquier técnica de obtención de células troncales embrionarias humanas con fines terapéuticos o de investigación que no comporte la creación de un preembrión o de un embrión exclusivamente con este fin y en los términos definidos en la Ley-.

¿Y en el resto del mundo?

En el ámbito mundial, los polos están bien definidos. Un curioso sentido de la 'defensa' de la dignidad humana llevó al anterior presidente de EE.UU. a secundar a Honduras y Costa Rica en la Asamblea General de la ONU, cuando el 18 de febrero de 2005 se aprobó una declaración, no vinculante, que instaba a todos los gobiernos a tomar las medidas oportunas para prohibir todo tipo de clonación, incluyendo la Transferencia Nuclear.

Por supuesto, Bélgica, Reino Unido y Singapur, entre otros países, se opusieron.

Y como ya se ha señalado, el nuevo inquilino de la Casa Blanca ha realizado declaraciones decididas a favor de la financiación con dinero público de esta clase de proyectos.