Enlaces accesibilidad

Nuevas sanciones a Irán, ¿a la cuarta será la vencida... sin tocar el petróleo?

  • Las tres rondas anteriores se han mostrado ineficaces
  • Clinton dice que son las sanciones más significativas adoptadas por ahora
  • EE.UU. rechaza el plan de intercambio de uranio de Brasil y Turquía

Por
La ONU aprobará nuevas sanciones a Irán

Cuando la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, calificaba como "las sanciones más significativas a las que Irán ha hecho frente nunca" las recogidas en el borrador de resolución que se aprobará este miércoles en la ONU no estaba mintiendo... pero tampoco decía gran cosa.

Desde el año 2006, el máximo órgano de la ONU ha dictado una serie de resoluciones contra el programa nuclear iraní, que contemplaban sanciones económicas primero a los que comerciasen con material susceptible de ser usado para fabricar armas nucleares y después a los bancos iraníes y a los barcos y aviones que llevaban material sospechoso.

Todo empezó hace más de cuatro años, cuando el Consejo de Seguridad se mostró "seriamente preocupado" por que el Organismo Internacional de la Eenergía Atómica (OIEA) era incapaz de determinar si el programa nuclear iraní tenía fines exclusivamente pacíficos.

El Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, del que Irán es signatario, permite los programas nucleares con fines pacíficos pero no con motivaciones militares.

Resoluciones en contra

Irán se queja de que mientras los signatarios tienen que hacer frente a restricciones y sanciones, otros países -Israel- que no lo han hecho cuentan con generosos acuerdos de cooperación nuclear.

Así las cosas, el país de los ayatolás no abandonó su programa y entonces el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la primera ronda de sanciones en diciembre de 2006.

La resolución 1737 pide a los estados que bloqueen la importación de "material y equipamiento nuclear sensible" así como la venta de cualquier tecnología susceptible de ser usada de alguna manera.

Tres meses después se incluyó una segunda ronda de sanciones, en que se prohíben todas las exportaciones de armas  y la congelación de los activos de las personas implicadas en el programa nuclear iraní así como sus viajes.

Por último, la tercera ronda, adoptada un año después, pide a los países que inspecciones los aviones de carga y los barcos que entren o salgan de Irán y que tengan material sospechoso.

Más de dos años después, Estados Unidos impulsa nuevas sanciones que  van en tres ejes: prohibir directamente a Irán comprar armas pesadas  como helicópteros de asalto, urgir a todos los países a que  inspeccionen todos los barcos y aviones que salen y entran en Irán,  también en puertos y aeropuertos, y pedir a los países que bloqueen las  transacciones comerciales y bancarias de todos los individuos y empresas  sospechosas.

¿Se quedará corta?

Según el analista de la BBC Paul Reynolds, el problema es que estas  sanciones no afrontan los elementos que serían realmente dañinos para  Irán, cuyo gobierno ha aceptado gustoso pagar el precio de las sanciones  actuales a cambio de la popularidad que le granjea su programa nuclear.

Irán, aunque es uno de los principales exportadores mundiales de  petróleo, no tiene capacidad para refirnarlo. Sin embargo, la  paralización de la venta a Irán de petróleo refinado y la prohibición de  las inversiones de empresas extranjeras en sus industrias de gas y  petróleo no se han tocado.

La respuesta, es evidente: ni Rusia ni China -países que invierten en  Irán- no quieren. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, se ha  pronunciado contra las sanciones "dañinas".

Para lograr una resolución de condena, Obama ha adoptado el mínimo común denominador, pese a que la resolución podría no tener en cuenta que los iraníes están reetiquetando sus barcos, dándoles nuevos nombres y nuevos 'dueños', lo que haría inútil la nueva lista negra con más de 40 empresas sancionadas.

"A primera vista, la lista parece modesta. Haría notar que solo hay un individuo añadido a la lista ya existente", ha señalado la experta en asuntos nucleares Jackie Shire a la ABC.

Esa personas es el jefe de la Organización de la Energía Atómica iraní, Javad Rahiqi, que lleva en el cargo desde verano. Sus predecesores ya estuvieron en la lista negra.

Irán, a lo suyo

Y es que en todo este tiempo el gobierno de los ayatolás no sólo no ha frenado su programa sino que ha desvelado que tiene una segunda planta de enriquecimiento de uranio, más allá de la conocida de Natanz, y ha estado jugando al ratón y al gato con los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que han reconocido que les preocupa la "dimensión militar" del programa iraní.

Él último gámbito del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad ha sido la firma del acuerdo con Brasil y Turquía -que previsiblemente votarán en contra de la resolución en la ONU, junto a Líbano- para el intercambio de uranio, en la misma línea del pacto que le ofreció el OIEA hace unos meses y que Teherán rechazó en el último momento.

Estados Unidos ha rechazado ante la Junta de Gobernadores del OIEA el reciente acuerdo nuclear al considerarlo "no realista" en sus plazos y condiciones técnicas. Rusia y Francia han expresado dudas similares en una carta remitida al organismo.

Las grandes potencias han notificado al OIEA su respuesta a la propuesta  coincidiendo con la fecha de la votación de la resolución, que se  votará a partir de las 10:00 hora de Nueva York (16:00 hora peninsular  española).

Sea como sea, las nuevas sanciones probablemente 'matarán' la propuesta de las dos potencias emergentes, tal y como anunció el martes en Estambul el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.