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El FMI acuerda con Islandia la transferencia de 159 millones de dólares

  • Se trata del tercer pago de un crédito de 2.200 millones concedido en 2008
  • El país nórdico atraviesa graves dificultades desde el estallido de la crisis financiera

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha anunciado un acuerdo con el Gobierno islandés para transferirle 159 millones de dólares (casi 118 millones de euros) con el fin de aliviar las dificultades de liquidez que sufre Islandia desde que estalló la crisis financiera de 2008.

Este pago es el tercero de un crédito de 2.200 millones de dólares concedido por el FMI a Islandia en noviembre de 2008, unos meses después de que el país nórdico tuviera que nacionalizar los tres principales bancos del país, arrastrados por la crisis financiera que estalló en Wall Street ese año.

"Se ha alcanzado un acuerdo que deber ser discutido en el Consejo de Administración del FMI en una reunión fijada por el momento el 16 de abril", ha precisado en un comunicado el responsable de la misión del FMI en Islandia, Mark Flanagan.

"Las autoridades islandesas han enviado una carta de intenciones al FMI que describe los progresos realizados hasta ahora para limitar las consecuencias de la crisis y poner las bases de una recupración duradera", ha señalado el Ministerio de Exteriores islandés en un comunicado desde Reykjavik.

Dificultades de financiación

Hasta ahora, el desembolso de esos fondos estaba bloqueado por  el conflicto que mantiene Islandia con Reino Unido y Holanda a  causa de la quiebra del banco Icesave, en el que muchos británicos y  holandeses habían invertido fondos. Tanto Londres como Amsterdam indemnizaron a sus ciudadanos por los ahorros perdidos y ahora, tras la nacionalización de Icesave, reclaman al Gobierno islandés el reembolso de esas indemnizaciones, que se aproxima a los 4.000 millones de euros, más de un cuarto del PIB islandés.

A principios de marzo, los islandeses rechazaron de forma contundente en referéndum un acuerdo entre su Gobierno y los de Reino Unido y Holanda para la devolución de las indemnizaciones, lo que ha motivado no solo que holandeses y británicos hayan amenazado con vetar la entrada de Islandia en la Unión Europea, sino que dificulten que el FMI socorra al país nórdico.

Islandia, por su parte, ha insistido en que necesita los fondos del organismo internacional para no verse abocado a otra crisis de liquidez como la que arrasó su sistema financiero, uno de los más abiertos y rentables del mundo hasta el estallido de la crisis internacional, en el verano de 2008.

En estos momentos, tanto Moody's como Standard & Poor's tienen calificada la deuda islandesa en la categoría inmediatamente superior a la de "especulativa", lo que equivaldría equiparar los bonos islandeses a los bonos basura, un extremo que el Estado islandés intenta evitar para no agravar aún más sus dificultades para encontrar financiación.