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Especular con la comida, un negocio rentable

  • Los grandes fondos de inversión irrumpen en los mercados de materias primas
  • En la Bolsa de Chicago se compran y se venden futuros de cereales como el trigo
  • La FAO y el Real Instituto Elcano reconocen que se especula con los alimentos

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Informe semanal - El negocio del hambre

Se ha hablado de las malas cosechas, del alza del petróleo, del aumento de la demanda en países emergentes, de los biocombustibles y hasta del cambio climático. Los expertos coinciden en que la suma de estos factores ha desencadenado la crisis alimentaria que amenaza a millones de pobres en el tercer mundo. Pero algunos altertan de que, en esta ecuación, hay otra variable mucho más silenciosa y no menos culpable: la especulación.

Lo dice el Real Instituto Elcano: "La migración de liquidez hacia los mercados de futuros ha terminado produciendo subidas de precios en los mercados de contado". O lo que es lo mismo: ante el desplome del dólar y la crisis de las hipotecas, los grandes fondos de inversión mundiales han puesto su punto de mira en mercados más seguros y rentables, como los de materias primas agrícolas.

El más importante de todos es la Bolsa de Chicago. En este foro se compran y se venden cantidades ingentes de productos de primera necesidad como el trigo, el maíz o la avena, aún antes de cosecharlos. Son los llamados contratos de futuros: acuerdos para comprar y vender bienes o valores con una fecha de vencimiento pactada. 

En origen, los productores de materias primas los utilizan como un 'seguro' para colocar su mercancía. Los compradores, por su parte, se garantizan el abastecimiento a un precio razonable. El quid de la cuestión es que, mientras tanto, se puede especular con ellos como si fueran acciones que cotizan en Bolsa.

No es un fenómeno reciente: según explica en su página web, la Bolsa de Chicago funciona desde 1848 y desde 1865 utiliza contratos de futuros. La novedad radica en que, desde hace algún tiempo, han comenzado a atraer a los inversores que huyen de la volatilidad de otros mercados.

"Hay especulación en los mercados de futuros", confirma a RTVE.es Germán Rojas, director de la FAO en España. "Sólo en el mes de febrero se han creado 160 fondos de inversión a nivel mundial en commodities agrarios, es decir, productos básicos como trigo, maíz y arroz", alerta el responsable de la agencia para la alimentación de la ONU.

Una certeza que comparte el Real Instituto Elcano, uno de los centros de análisis políticos y económicos más pretigiosos de España. En un informe publicado el pasado 3 julio sobre Las subidas de precios de los alimentos y las materias primas, advierte de la creciente migración de capitales a estos mercados de materias primas:

"Existe considerable evidencia de la multiplicación de las posiciones de inversores financieros y del incremento del volumen de negociación, acelerados desde 2007". Y añade: "Estimaciones expuestas en el Senado de EE.UU. (en mayo de 2008) apuntan a que las posiciones puramente financieras habrían podido pasar de 13.000 millones de dólares a finales de 2003 a 260.000 millones en marzo de 2008".

El informe concluye con un aviso a navegantes: "Los bancos centrales deberían prestar particular atención a los mercados de materias primas", recomienda el Real Instituto Elcano.

Riesgo de hambruna mundial

Según la FAO, el fenómeno de la migración de liquidez repercute directamente en el precio de los alimentos. "Es un factor que siempre distorsiona, porque la Bolsa de Chicago tiene como objetivo obtener beneficios", explica su máximo representante en España.

El pasado el 16 de octubre la agencia de la ONU para la alimentación desveló una cifra que pone los pelos de punta: 854 millones de personas pasan hambre en todo el mundo, a pesar de que, en conjunto, se produce un 10% más de comida. Hay otros 2.000 millones que sobreviven con menos de dos dólares al día. Ellos son el eslabón más débil de la cadena y los primeros en pagar las consecuencias del alza del precio de los alimentos.

"Los pobres destinan entre el 60% y el 80% de sus ingresos a la alimentación. Si a estas personas les subes los precios, les dejas sin la posibilidad de comprar. Eso significa que o se endeudan o, lo que es peor, disminuyen las raciones que necesitan para vivir", alerta German Rojas.

La FAO pronostica una producción récord de cereales en 2008: 2.180 millones de toneladas, es decir, un 2,8% más que en 2007. Sin embargo, augura entre tres y cinco años de alimentos caros. La solución pasa, según Rojas, por no sembrar el pánico entre los consumidores y, sobre todo, por que los gobiernos intervengan, primero, con ayudas directas para los países más afectados y segundo, con inversiones a largo plazo en agricultura.

"Las inversiones que se necesitan, según nuestros cálculos, son de 30.000 millones de dólares. Es el 2% de todo lo que se gastó en armamento en el mundo durante 2006 y la tercera parte de lo que costaba la comida que se tiró a la basura", explica con resignación el director de la FAO en España.

El pasado 4 de agosto la agencia de la ONU envió unas 600 toneladas de semillas a Haití, uno de los países más afectados por la crisis.