Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba
  • Crispación por la influencia de Bildu en el Congreso, los acercamientos de presos a cárceles vascas o los homenajes a etarras
  • Los partidos explican a RTVE su falta de consenso y las víctimas hablan sobre una posibile utilización partidista de su dolor

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha aludido este martes, sin referirse directamente, a las palabras del líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, que el lunes aseguró que "el dolor de las víctimas" de ETA "nunca debió haberse producido".

En un acto del Partido Socialista Vasco en Gernika, para conmemorar los 10 años del final de ETA, Zapatero ha subrayado la "especial transcendencia" de "esta década y este momento" para el País Vasco y para España. "Dicho está: no debió producirse. El dolor no se irá, pero respiramos mejor, miramos con más cariño, más afecto, a nuestros amigos a seres queridos, a los que no están".

"La historia no se puede cambiar - ha reconocido Zapatero - pero el futuro sí. La paz nos hace mejores a todos".

"Para siempre la paz, la no violencia; para siempre la memoria, la Justicia, la convivencia. Trabajemos, pongamos el mejor empeño. Las heridas no nos impiden caminar hacia el horizonte, porque hemos recuperado el horizonte", ha concluido.

Foto: REUTERS/Vincent West

  • En La 1, ‘Crónicas’, TD2 desde el Museo de las Víctimas de Vitoria y entrevista al Lehendakari; especial con entrevistas a Zapatero y Rajoy, y estreno del documental ‘Impuros’
  • RNE se traslada a algunos de los escenarios golpeados por ETA junto a víctimas, familiares, representantes de la sociedad civil y políticos
  • En RTVE Play, preestrenos y colección de documentales relacionados. Y especial Final de ETA en el portal de Noticias de RTVE Digital

Uxue Artigau y Miguel Ortiz de Urbina son dos estudiantes que representan estos días la memoria de los jóvenes del País Vasco. Ellos han participado en un programa de la Universidad de Deusto, en Bilbao, sobre la historia de Euskadi. Apenas tenían 10 años cuando ETA anunció que dejaba definitivamente la violencia. No tienen en su memoria los atentados, no saben la historia de muchos lugares de su ciudad y no han estudiado en el colegio lo que fue ETA. Saben qué paso a través de comentarios, de historias que han escuchado en casa. Han hablado con Ana Sterling en este reportaje.

Maixabel Lasa, viuda de Juan Mari Jauregi y ex directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco sigue manteniendo una estrecha relación con Txema Urquijo, ex director de Derechos Humanos del Gobierno vasco. Trabajaron juntos y siguen convencidos de la necesidad de dar pasos hacia la reconstrucción social y política que necesita el País Vasco. Un ejemplo son los encuentros que Maixabel mantuvo con el asesino de su marido y que consideran que contribuirían a avanzar en la reconstrucción social y política. Coinciden en que, aunque las palabras de Otegi son un paso, se debe avanzar hacia el reconocimiento del daño social y político que hizo el terrorismo y lo que eso supuso. “Es el camino, pero no es la meta. Se han referido al daño personal, que no está mal. Tienen que incorporar que fue injusto y deben incluir el daño político y social. Tienen tiempo para demostrar con hechos que lo que están diciendo tiene un recorrido”. Ambos observan un cambio en Euskadi en los últimos años y creen que la película que se acaba de estrenar sobre lo ocurrido puede contribuir a esa reconciliación en la que tanto creen. “Creo que la película ha movido mucho, veo ambientillo en el pueblo. Personas que no me saludaban y que ahora me saludan. Ya noto yo algo”, dice Maixabel.

El historiador Luis Castells, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco y Luis Rodríguez Aizpiolea, periodista vasco y autor de ‘Los entresijos del final de ETA’ han analizado en RNE el escenario que abren las palabras de ayer de Arnaldo Otegi reconociendo el dolor de las víctimas de ETA. Aunque los dos son algo escépticos, hablan de paso importante pero insuficiente. “No es solo hablar del daño causado, sino encararse con los problemas. El paso no es causamos daño” dice Luis Castells. “Les falta reconocer que ETA nunca debió asesinar” añade Aizpiolea. Y los dos coinciden en esta idea que expone el periodista: “Se abre una senda. Hay que seguir exigiéndoles que den pasos. Hay que dar muchos pasos para llegar al paso, a reconocer el daño político”. Observan una Euskadi mejor, más feliz, pero donde todavía no se ha construido un relato real de lo que pasó: “No habrá solo un relato, eso es inevitable, pero habrá relatos más veraces y menos veraces”, dice Castells, que amplía su reflexión asegurando que ese relato no puede adaptarse a la convivencia si realmente quiere ser real. “A Euskadi le falta una memoria compartida no haciendo concesiones”, opina Aizpiolea. En ese reto de construir y explicar lo que pasó entran los jóvenes que no han vivido con ETA y que se pueden acercar a lo que pasó a través de los libros o del cine.

El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, ha calificado de pura cosmética las palabras de Arnaldo Otegi en las que asegura que el dolor causado a las víctimas de ETA nunca debió haberse producido. “Es cinismo e hipocresía. Otegi siempre ha sido la voz de su amo, que es ETA. Lo que tiene que hacer es condenar a ETA, desmarcarse de los recibimientos a etarras que organiza Bildu y colaborar con la justicia para esclarecer los más de 300 asesinatos por resolver”, ha afirmado Iturgaiz.

El líder del PP vasco ha criticado al PSOE por celebras las palabras de Otegi. “El PSOE de Sánchez necesita convertir en demócrata a Otegi para justificar el apoyo de Bildu a los Presupuestos. Me parece una verdadera desfachatez que hayan salido a aplaudir esas palabras de Otegui”, ha recalcado Iturgaiz, que cree que diez años después del fin de ETA, la sociedad vasca sigue teniendo un déficit de libertad. “Una parte de la sociedad vasca está sigue estando enferma de odio y de radicalidad. Su objetivo es hacer la vida imposible a todos aquellos que no piensan como ellos”, ha concluido.

El coordinador de EH-Bildu, Arnaldo Otegi, ha comparecido junto al secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, y ha dicho sentir dolor por las víctimas de ETA, pero sin pedir perdón. Junto a ese reconocimiento del dolor causado por la banda terrorista, está también el Otegi que en noviembre de 1999 casi reprodujo el comunicado con el que ETA rompía la tregua incondicional y definitiva de un año antes. Arnaldo Otegi se había pasado a ETA militar en 1981 y en 1987 ya había ingresado en prisión por el secuestro de Luis Abaitúa, también fue juzgado por los de Ruperez y Cisneros. En 1995 obtuvo su primer acta como diputado vasco y tuvo un papel destacado en el Pacto de Estella que llevó a aquella tregua. También en las conversaciones con Jesús Eguiguren para buscar una vía paralela a la que fraguó en el alto el fuego permanente de 2006. En 2007 vuelve a prisión, mientras acaba aquella tregua etarra, y será encarcelado nuevamente en 2009 por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna siguiendo órdenes de ETA. Ante el juez de la Audiencia Nacional dijo que "la violencia de ETA sobra y estorba". Permanecería encarcelado hasta 2016. En su libro Tiempo de luces, ya se refirió a las víctimas de la banda: "Si he añadido dolor, lo siento de corazón", dejo escrito en 2012. Desde que en 2004 apareció con una rama de olivo en el velódromo de Anoeta, pasaron cinco años hasta que la izquierda abertzale pudo empezar a apostar por el uso de vías exclusivamente políticas y pacíficas.

Informa José Luis García del Pozo.

Este miércoles se cumplirá una década del anuncio de cese de la violencia de ETA. Este lunes los líderes de la izquierda independentista vasca han leído una declaración en la que se dirigen directamente a las víctimas de la banda terrorista. El elemento novedoso es que reconocen el sufrimiento causado y admiten que nunca debió ocurrir,  aunque no condenan la violencia ni piden perdón explícitamente.

Estas palabras que ha pronunciado Arnaldo Otegi han sido recibidas con escepticismo, en general, por las víctimas del terrorismo de ETA a las que se las ha podido ver este lunes en Vitoria al mismo tiempo que a antiguos miembros de la banda terrorista. En la política, las formaciones de izquierda ven un paso más hacia la normalización. La derecha no les da credibilidad.

Foto: El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi (i), y el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez. EFE/Javier Etxezarreta.

Al compañero de vida deMaixabel Lasa, Juan Mari Jauregui, lo mataron los pistoleros de ETA el 29 de julio de 2000, cuatro años después de que hubiera dejado de ser Gobernador Civil de Guipúzcoa.

La banda terrorista mató al esposo de Mari Carmen Hernández, Jesús Mari Pedrosa, en 2007, cuando era concejal popular en la localidad vizcaína de Durango.

Mikel Paredes asistió al fusilamiento de su hermano, Txiki Paredes Manot, por el régimen franquista en septiembre 1975. Su hermano, miembro de ETA, fue reconocido como víctima en 2012 al considerar que su juicio no fue justo.

Maixabel Lasa impulsó junto a Txema Urquijo, en la Dirección de Atención a las Víctimas del Gobierno Vasco, el llamado 'proceso de Glencree',conocido así por el nombre de la localidad irlandesa donde se produjeron los primeros encuentros entre víctimas ocasionadas por violencias de distinto signo. Tres historias muy distintas, un dolor y compromiso idénticos: buscar la convivencia entre diferentes.

Un reportaje de Rafael Bermejo y Javier Monterde

Toma de sonido: Julián Real y Josean Martín