Alejar al oso de los pueblos, el reto de la Fundación Oso Pardo
- De menos de 100 a más de 300 osos: la expansión de la especie obliga a replantear la gestión en la Cordillera Cantábrica
- La Fundación Oso Pardo pone en marcha el Proyecto LIFE Coexistencia entre Humanos y Osos
Hace unas décadas, la situación del oso pardo cantábrico rozaba el colapso con menos de 100 ejemplares en España. Pero, gracias a un trabajo de conservación impulsado por administraciones públicas, entidades científicas y organizaciones como la Fundación Oso Pardo, fue posible frenar ese declive y estabilizar la especie. Hoy, la situación completamente distinta. Basta con hacer una primera búsqueda entre la prensa para encontrar noticias que alertan sobre el preocupante acercamiento de ejemplares a las zonas pobladas. Esta nueva realidad hace imprescindible abordar cómo convivir de manera segura y sostenible con una especie que ha vuelto a ser protagonista del paisaje cantábrico, y eso es, precisamente, lo que pretende el proyecto LIFE Coexistencia entre Humanos y Osos.
El oso pardo, al borde de la desaparición.
En los primeros años de la década de 1990, apenas quedaban unos 50 o 60 ejemplares en total en la Cordillera Cantábrica. Además, estaban divididos en dos núcleos, el occidental y el oriental, muy fragmentados, con escaso intercambio genético. ¿Cómo se llegó a esta situación? Principalmente, por la caza furtiva.
Pese a que el oso pardo fue declarado especie protegida en el año 1973, la caza de este animal siguió resultando atractiva para algunos. Durante años, el uso de lazos, trampas y venenos provocó la muerte de numerosos ejemplares, afectando especialmente a hembras reproductoras. Ante esta situación, se reforzó la vigilancia en el territorio y se pusieron en marcha dispositivos especializados, como las Patrullas Oso impulsadas por la Fundación Oso Pardo, que contribuyeron a reducir drásticamente la presión furtiva.
A estas acciones se sumaron medidas de conservación del hábitat, restaurando bosques y corredores ecológicos que permitieran el movimiento y la reproducción de los ejemplares entre núcleos fragmentados.
Tras años de trabajo, la especie se ha recuperado de manera sostenida. Hoy, la estimación más reciente sitúa la población entre 325 y 370 osos en la Cordillera Cantábrica, un éxito de conservación sin precedentes en la fauna ibérica.
Objetivo de la Fundación Oso Pardo: 0 Osos habituados.
Pese a que a la crecida osera aumenta, lógicamente, las posibilidades de que se produzca un encuentro entre osos y humanos, no se puede reducir esta situación a una única causa. La expansión del bosque a causa del abandono rural, los incendios y cambios climáticos que alteran la disponibilidad de alimento y la urbanización y creación de pistas forestales que facilitan el acceso a las zonas pobladas, serían más ejemplos que explicarían el cambio de paradigma.
Por todo ello, el proyecto LIFE Coexistencia plantea un reto claro: evitar que los osos pierdan su comportamiento natural de huida y se habitúen a la presencia humana. Un oso habituado es un oso con mayor riesgo: puede sufrir accidentes, generar conflictos o tener que ser intervenido por los equipos de gestión. El objetivo final es claro y concreto: 0 osos habituados. Solo así se garantiza una coexistencia real, segura y duradera entre humanos y osos en la Cordillera Cantábrica.
El Escarabajo Verde rastrea la zona del Parque Natural de Somiedo y alrededores junto a la Fundación Oso Pardo para conocer de cerca las acciones que desarrolla este nuevo proyecto. ¿Será suficiente para devolver al oso a lo alto de la montaña?