Bienestar animal: lo que no vemos detrás de la carne que consumimos
- Cada día se sacrifican más de 200 millones de animales terrestres para alimentarnos
- La normativa está proceso de cambio y los sellos de bienestar animal son cuestionados por algunos sectores
Millones de animales en todo el mundo son criados, transportados y sacrificados cada año para el consumo humano. Sin embargo, su calidad de vida y las condiciones en las que mueren suelen quedar fuera del foco cuando llenamos el carrito en el supermercado o pedimos un plato en un restaurante. En Europa, carne y pescado están disponibles a demanda, pero el nivel de desconocimiento sobre el bienestar animal sigue siendo elevado. Lo investigamos en Escarabajo Verde.
Activistas y animalistas alzan la voz
El fotoperiodista Aitor Garmendia, conocido por infiltrarse en granjas para documentar la explotación animal, reflexiona: “La sociedad puede discutir en qué grado es legítimo abusar y maltratar a un animal. Pero tendrá que defender por qué acepta ese trato para un cerdo, una vaca o un pollo, y no lo tolera para su perro o su gato. Por eso trato de conseguir imágenes que trasladen a la sociedad este dolor, este sufrimiento y toda esta injusticia”.
Organizaciones como Igualdad Animal trabajan para abrir las puertas de una industria tradicionalmente opaca. Su cofundador, Javier Moreno, recuerda que “la explotación de los animales para consumo es una de las industrias más herméticas del mundo. Tenemos derecho a conocer cómo están los animales y qué ocurre en los mataderos. Todo el proceso hasta que el producto llega envasado al supermercado”.
Su activismo combina presión a los lobbies, reuniones con grupos políticos y campañas de denuncia pública.
La bióloga y redactora del Escarabajo Verde, Mónica Lázaro, revisa si existen sellos de bienestar animal en los productos cárnicos del supermercado
Granjas 5.0: tecnología al servicio de la productividad
En España, la industria cárnica es el cuarto sector industrial y uno de los más potentes del mundo. Somos el primer productor europeo de carne de porcino, y Cataluña ocupa los primeros puestos en censo de ganado, con Alcarràs como el segundo municipio de Europa con más animales de granja.
Allí se encuentra la Granja 5.0 del grupo Vall Companys, equipada con tecnologías que monitorizan el bienestar y rendimiento de los animales: cámaras que estiman el peso mediante algoritmos, sensores ambientales o sonómetros capaces de anticipar brotes de enfermedades respiratorias.
Según Coral Carrasco, coordinadora de I+D+i del grupo: “Si hay unas buenas medidas de bienestar animal, el crecimiento será adecuado y podremos responder a las demandas del mercado. Porque si hay bienestar, hay resultados productivos”.
¿Qué dice la ciencia?
El último Eurobarómetro revela que más del 80% de los ciudadanos europeos quiere mejoras claras en el bienestar de los animales destinados al consumo. La población demanda el fin de las jaulas y reclama avances legislativos más estrictos.
La industria ha desarrollado diferentes sellos de certificación, útiles para el seguimiento sanitario, pero que no aportan información detallada sobre la vida de cada animal. Solo algunos productos incorporan la certificación Welfare Quality, que evalúa alimentación, alojamiento, salud y comportamiento, aunque su implantación no es obligatoria y depende de auditorías privadas.
Fotograma del reportaje EN CARNE VIVA, del Escarabajo Verde
En el ámbito científico, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) es uno de los referentes europeos. Allí se investigan nuevas técnicas de aturdimiento en mataderos y métodos que aumenten la sensibilidad hacia el bienestar animal.
Su responsable del programa de bienestar animal, Toni Velarde, explica: “La normativa intenta armonizar los sistemas de producción de la Unión Europea con una legislación que tiene más de 20 años y que ahora está en proceso de cambio para satisfacer las expectativas sociales”.
El debate también se extiende al ámbito académico. El catedrático de Ética de la Universidad de Barcelona, Norbert Bilbeny, señala: “La sociedad no es plenamente consciente de la falta de bienestar animal. Hay más compasión si somos capaces de adentrarnos en la sensibilidad y la inteligencia de otros animales. Hay que tratarlos con respeto, con la máxima consideración”.
Escarabajo verde