Rubén Pozo llega a '50town': "Hice este álbum porque tenía la crisis de los 50"
- Rubén Pozo presenta en Mañana más su nuevo y quinto disco en solitario, 50town
- Compuesto por diez temas y con su gira ya iniciada, el cantautor reconoce que el proyecto nació por su "crisis de los 50"
A Rubén Pozo (Madrid, 1975) eso de hacerse mayor le daba algo de Pereza. Sin embargo, lo tenía claro: si tenía que cumplir 50, al menos que sonara bien. "Hace un par de años dije: 'hostia, dentro de poco voy a ser un cincuentón' y la palabra me resultaba fea. No me molaba. De repente, pensé: 'voy a llegar a la ciudad de los cincuentones, a 50town'. Ahí me salió la canción "50town"", cuenta en Mañana más, con Ángel Carmona.
Y ya que iba a atravesar la temida crisis de mitad de siglo para construir en sus tierras la próxima década de su vida, lo mínimo —además de que su nombre tuviera un sonido agradable, claro está— era que desde el principio estuviera lo más "cómodo" posible en su piel.
"Cada mañana hay que levantarse, darle un sentido a esto, tirar del carro para delante y hacer cositas". No queda más remedio, pero no tiene por qué ser algo negativo. A veces, puede ser hasta liberador. "Hice esta canción —que pronto se convirtió en álbum— porque tenía la crisis de los 50", admite el ex de Buenas Noches Rose. "Una vez que ya he sacado el disco 50town y he cumplido los 50, ya estoy a gusto".
Tan a gusto se encuentra, de hecho, que "ojalá se le hubiera ocurrido "40town"". "Esa crisis la noté más cañera", bromea.
Por suerte, ambas, aunque, sobre todo, la actual le duraron lo que tarda habitualmente en "entrar al escenario con el pie derecho" —treinta pisará con su gira— o en "calzarse los zapatos por la mañana con el izquierdo". Es decir, poco. Lo suficiente y necesario para comprender que "todo es efímero y una cuestión de tiempo". Para bien y para mal, tanto periodos de apuros como de bonanzas, todo acaba.
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"Ya no Rubén Ponce y su disco, también España, Europa, la Tierra, el Sol, o la Vía Láctea serán algún día polvo cósmico, negro y sin brillo. Creo que haber nacido no sirve para nada —confiesa—, pero en mí no supone un problema. Sé que hay gente que le da una congoja existencial tener que servir para algo. Pero, ¿qué problema tienes? Relájate. Te han dado el don de la vida. Disfrútalo".
Y aprovéchalo. Cualquier momento y lugar es una oportunidad para ello. En toda situación siempre existirá un hueco para "Cantar". "Y cantar, cantar, cantar / Y no pensar en nada más / Cantar, cantar". Hasta afónico se puede conseguir.
"Empecé a tener problemas con mi voz y fui a dar clases con mi amiga cantante Marta Dávila. Después de la primera sesión me dijo que encontrara una canción que explicase por qué había ido", relata Pozo.
Dicho y hecho. "Esa semana cogí la guitarra y sin papel me salió sola la letra "Cantar": 'Se me ha olvidado cantar / Por eso vengo aquí / Que me recuerdes cómo era ser feliz / Y cantar, cantar, cantar / Y no pensar en nada más / Cantar, cantar'". "Vale que no es Mozart, pero cuando la cosa ha llegado ahí, sin cuadernos y del tirón, me fío mucho", apunta.
No se puede estar luchando constantemente contra el destino. Es agotador e inútil. La batalla suele estar pérdida de antemano. "El viento me llevó y, al principio, no me molaba, pero igual la cosa es encontrarle el sentido porque si te llevó ahí será por algo. Honra tu camino. Agradece donde estás y si no lo hiciste del todo bien, mejora para la próxima", recomienda Pozo.
Y así, quién sabe, quizá se vayan afianzado los cimientos sobre los que erigir un 60town todavía más alto.
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